La situación económica en el Líbano no tiene visos de mejor. Determinar las causas de un colapso como el que atraviesa el país libanés nunca son sencillas. No se puede achacar la culpa de todo únicamente a la caída de la moneda local. Es más, posiblemente sean los escándalos de corrupción y derroche los que han derivado en una situación límite.
Sin olvidar, por supuesto, la controversia que aún rodea a la explosión de Beirut y que aún nueve meses después sigue siendo investigada, y no parece que la solución a las múltiples incógnitas que existen todavía se vaya a resolver en un futuro muy próximo. El escándalo en torno al devastador incidente que acabó con la vida de 210 personas sigue siendo un asunto de máxima importancia en el país que, cabe recordar, se llevó por delante al primer ministro Diab y todo su Gobierno, uno de los detonantes de esta catastrófica etapa a la que hace frente Líbano.

Los líderes políticos del Líbano parecen incapaces de formar Gobierno y así desbloquear la ayuda económica internacional. En un nuevo giro de los acontecimientos dentro de la vida política libanesa, según ha informado el periódico libanés Al-Akhbar, el primer ministro interino, Hassan Diab, habría presentado su currículum a las autoridades qataríes durante una visita oficial.
La visita de Diab a Qatar tenía como objetivo solicitar ayuda para Líbano, en particular la financiación de la cartilla de racionamiento que el Gobierno libanés está estudiando para mantener a unas 750.000 familias cuando se eliminen los subsidios. Diab, según recoge el periódico libanés, pretendía asegurarse un puesto de trabajo cuando termine su tarea en el Gobierno provisional en la Universidad de Qatar.

Este hecho ha suscitado la polémica entre la sociedad y la clase dirigente del país. El diputado Jamil Al-Sayyed, ha criticado al primer ministro interino a través de su cuenta de Twitter donde ha escrito: "Diab quiere un trabajo con sus calificaciones personales, ¿dónde está la vergüenza? ¿Esto es una indicación de que Diab no se benefició de la corrupción del Estado como la mayoría de sus predecesores?".
Asimismo, el periodista libanés Ahmed Taha consideró que "la noticia es una cuestión de burla", el activista político Ahmed Yassin también denunció la actitud de Diab y escribió en Twitter: "Klopp Hassan Diab defiende enviar su CV a los funcionarios de Qatar, pero consideró que el problema no es proporcionar un currículum vitae sino que está relacionado con la explotación de una visita oficial para beneficio personal, ¡y su abuso de la imagen del Líbano con este comportamiento!".

Por su parte, la política Myrna Zakharia en respuesta a las declaraciones de Al-Sayyed, enfatizaba: “el error está en el momento y no en la petición, porque él puede obtener esta legítima petición una vez terminado el trabajo, mientras que el corrupto que solicita el dinero ya no puede cobrar su petición tras el final del trabajo".
Desde que Diab dimitiera tras la explosión de Beirut en agosto de 2020, sigue siendo el primer ministro provisional del Líbano, a la espera de que el primer ministro designado, Saad Hariri, forme un nuevo gabinete. Mientras los líderes libaneses son incapaces de llegar a un acuerdo para formar Gobierno, la situación económica en el país se ha vuelto insostenible.

El propio Diab durante esta polémica visita a Doha, durante una rueda de prensa, expresó que el Líbano pasa por un "túnel oscuro" y que los problemas del país no se limitan a los cortes de electricidad, sino que se extienden a las condiciones de vida y el sustento diario de los libaneses.
La economía del país ha asistido a un deterioro del valor de la lira y a la acumulación de deudas financieras que superan los 90.000 millones de dólares. La epidemia causada por la COVID-19 ha exacerbado la crisis económica, con cientos de empresas cerrando sus puertas lo que ha supuesto un incremento exponencial de la tasa de desempleo.