Antonio Guterres, secretario general de la ONU, insiste al Gobierno argelino que explique su posición y facilite a los organismos como el MINURSO las debidas aclaraciones sobre lo que realmente sucede en el Sáhara marroquí. Desde el organismo no se entiende el oscurantismo con el que se trata el tema. Es por ello por lo que Guterres recordó que la participación de Argelia en el conflicto es clave, información que desde el Ejecutivo de Argel niegan.
En los más de 15 puntos en los que se resume la resolución de la ONU, la importancia de Argelia en este conflicto regional fue confirmada y reafirmada en las 20 menciones al país norteafricano en el informe. El secretario general de la ONU revisó las resoluciones del Consejo de Seguridad, incluida la Resolución 2654, que menciona tanto a Argelia como a Marruecos el mismo número de veces, así como las interacciones de De Mistura con altos funcionarios argelinos durante sus numerosas visitas a Argel.
“Argelia es crucial para resolver el conflicto regional”, Antonio Guterres
Para avanzar hacia una resolución política justa, duradera y amistosa de este conflicto de acuerdo con el Consejo de Seguridad, el secretario general de las Naciones Unidas pidió a Argelia que desarrolle y aclare su posición como “parte interesada”, de acuerdo con la Resolución 2654 (2022). Además, le instó a trabajar con el enviado personal del secretario general en el Sáhara marroquí “de buena fe y con la voluntad política necesaria para encontrar una solución política, pragmática, viable y duradera basada en la idea del consenso basado en resoluciones del Consejo de Seguridad de 2018”.

En su discurso, Guterres llamó la atención sobre las evidentes inconsistencias en la posición de Argelia, que intenta disfrazarse de “Estado observador” al mismo tiempo que le dice al enviado personal Staffan de Mistura que “expresa su profunda preocupación por la ausencia de una solución”, preocupación que muestra su implicación categórica y directa en este conflicto fabricado.

Por otra parte, Argelia fue criticada por el secretario general de la ONU por “seguir oponiéndose al formato de las mesas redondas”, en flagrante desafío a las resoluciones del Consejo de Seguridad, incluida la Resolución 2654, que afirma que las mesas redondas son la única estructura para las negociaciones políticas, proceso que está exclusivamente bajo el control de la ONU.

“Marruecos reiteró su postura de que su propuesta de autonomía de 2007 era el único resultado viable de un proceso político, y que los detalles se decidirían mediante negociaciones y no estarían limitados por el marco esbozado en la iniciativa de 2007. Marruecos insistió en que “reactivar las mesas redondas” sería la mejor manera de avanzar en un proceso político. Añadió que, aunque Marruecos creía que su propuesta de autonomía de 2007 debería ser el “punto de partida”, aceptaba la idea de que otros participantes probablemente presentarían diferentes puntos de partida para la negociación”, se expone en el comunicado.
Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, confirmó en la última reunión con De Mistura que “Marruecos está siempre abierto al diálogo con los mecanismos de Naciones Unidas en materia de derechos humanos, tanto en el norte como en el sur del país”.
El representante de la ONU dejó claro que “el deterioro de las relaciones entre Argelia y Marruecos es motivo de preocupación y sigue afectando a la situación en el Sáhara y a la búsqueda de una solución a este diferendo regional”, destacando que “Argelia desempeña un papel importante en la solución de esta disputa regional”.
El hecho de que Guterres dijera que su enviado personal al Sáhara marroquí todavía estaba realizando esfuerzos en medio del malestar regional es una prueba adicional de la responsabilidad principal de Argelia por la persistencia del conflicto. De Mistura, prosiguió: “Tomo nota de la profunda preocupación expresada por las relaciones, y destacó las garantías dadas por los funcionarios en Argel y Rabat de que no habrá ningún intento de nueva escalada”.

Finalmente, desde la ONU, tanto De Mistura como Guterres mostraron su preocupación por las posibles violaciones de los derechos humanos de las familias que allí se encuentran, de acuerdo con los informes emitidos por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).