El brutal ataque de Hamás contra el sur de Israel el pasado 7 de octubre marcó un punto de inflexión en la región. Las masacres del grupo terrorista no solo tuvieron efectos inmediatos en Israel y la Franja de Gaza, sino que también tuvieron consecuencias en los países de Oriente Medio.
Desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás, muchos países -en su mayoría occidentales- han expresado su respaldo a Jerusalén, destacando el derecho del Estado judío a defenderse. Otros, por el contrario, no solo no han condenado rotundamente los brutales actos de Hamás, sino que han llegado a justificar estas acciones, negando que el grupo islamista sea una organización terrorista.
En este sentido, cabe subrayar, por ejemplo, las polémicas declaraciones del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan -cercano a Hamás-, quien últimamente había logrado restablecer sólidas relaciones con Israel en varias áreas después de años de distanciamiento y tensiones. No obstante, su respaldo al grupo terrorista y sus críticas contra Israel ha provocado que Jerusalén retire a su personal diplomático del país para revaluar los lazos con Ankara.
Por otro lado, es necesario destacar que esta guerra, iniciada por Hamás, coincide con los esfuerzos de Estados Unidos para normalizar relaciones entre Israel y Arabia Saudí, expandiendo de esta forma los Acuerdos de Abraham. Estos tratados, considerados como el ‘Acuerdo del Siglo’, han transformado Oriente Medio y el norte de África, favoreciendo la integración regional de Israel e impulsando la seguridad y la cooperación.
Países como la República Islámica de Irán siempre han expresado su rechazo a estos acuerdos que han brindado grandes beneficios para las naciones involucradas. De hecho, varios informes señalan que unos de los motivos del ataque de Hamás fue, precisamente, frustrar el acuerdo de paz inminente entre Jerusalén y Riad.
Ahora, en medio de la ofensiva israelí sobre Gaza cuyo objetivo es rescatar a los más de 200 rehenes y destruir la infraestructura de Hamás, así como de las numerosas críticas por parte de los países árabes y musulmanes contra Israel, los Acuerdos de Abraham cobran una nueva dimensión.
A pesar del conflicto, estos tratados “están para quedarse”, tal y como afirma Ali Rashid Al Nuaimi, miembro del Consejo Nacional Federal de Emiratos Árabes Unidos y presidente del Comité de Asuntos de Defensa, Interior y Asuntos Exteriores del Consejo.

Desde Abu Dabi, están “comprometidos” con estos acuerdos. “Es nuestro futuro”, recalca Al Nuaimi durante un encuentro organizado por la Asociación Judía Europea (EJA).
De la misma forma, estos acuerdos deben expandirse y animar a otros a unirse. Por el momento, además de Emiratos, otros países árabes que han normalizado sus relaciones con Israel en los últimos años son Marruecos, Bahrein y Sudán.
Por el contrario, tal como recuerda Al Nuami, hay países que son “enemigos” de estos acuerdos, en una clara referencia a Irán o Qatar -principales patrocinadores de Hamás-, así como grupos terroristas.
Por este motivo, el emiratí señala que “no hay que dejar que alcancen sus objetivos”. "Israel está aquí para quedarse, ser parte de nuestro futuro”, añadió.

Respecto a la actual guerra, Al Nuami ha condenado la “barbarie” de Hamás, recalcando que, por sentido común, se debe estar en contra del grupo terrorista. No obstante, también ha querido matizar que hay que diferenciar entre los palestinos y Hamás. “La guerra contra Hamás no tendrá éxito si no diferenciamos entre palestinos y Hamás. Tenemos que demostrar que nos importan los palestinos”, explica.
Al Nuami también ha hecho referencia a las fake news y a la desinformación en redes sociales sobre la guerra y el conflicto palestino-israelí. De acuerdo con el emiratí, estos problemas, así como todo lo que ocurre en Israel y Gaza “impactan en los judíos de todo el mundo”.
Desde el comienzo de la guerra se ha experimentado un preocupante aumento del antisemitismo en lugares como Europa o Estados Unidos. En muchas protestas a favor de palestina, que Al Nuami las califica como manifestaciones “anti Israel”, se han escuchado cánticos contra los judíos y se han visto banderas extremistas.

“Tenemos que asegurarnos que esta es la última guerra en nuestra región, que palestinos e israelíes logren seguridad y prosperidad”, concluyó Al Nuami, subrayando que la prioridad actual es rescatar a los más de 200 rehenes israelíes entre los que se encuentran bebés, niños y ancianos.
Además de Al Nuami, en el encuentro han participado Nicola Beer, europarlamentaria alemana; el congresista estadounidense Brad Schneider; e Idan Roll, miembro del Parlamento israelí (Knéset).
“Como un niño que creció en Jerusalén en los tiempos de la intifada, nunca me imagine algo como los Acuerdos de Abraham”, reconoció Roll. El ‘Acuerdo del Siglo’ no solo brinda esperanzas para la región, sino que también demuestra que hay “una alternativa de prosperidad, seguridad y cooperación”. Por este motivo, Roll destaca que los países libres de occidente “deberían comprometerse” con estos acuerdos.

El parlamentario israelí también habló sobre la guerra actual, recalcando que Israel “está luchando por su supervivencia”. Roll también ha querido recordar que Israel no tienen ningún tipo de presencia en Gaza desde 2005, año en el que todos los israelíes y judíos abandonaron el enclave palestino. Un año después, en 2006, Hamás ganó las elecciones.
En este sentido, Roll explica que Gaza “se podría convertido en Singapur, desarrollando una economía éxito”, pero por el contrario “se convirtió en un centro de terrorismo”. “No vamos a permitir volver al mismo escenario”, indica el político israelí, quien asegura que quiere nuevos líderes para Gaza que sean buenos para la “estabilidad de la región y de la Franja”.
Por otro lado, Schneider, que también preside el caucus que promociona los Acuerdos de Abraham en el Congreso de Estados Unidos, destacó que estos tratados son “una oportunidad para que la gente de buena voluntad demuestren que judíos y árabes pertenecen a la misma tierra”.

Estos acuerdos también crean esperanzas a los palestinos e israelíes de un futuro mejor. “Los Acuerdos de Abraham son una plataforma que nos permite cambiar la dirección de la región, demostrando que árabes judíos pueden alcanzar la prosperidad, la paz y la seguridad”, indicó.
Asimismo, al igual que Al Nuami, Schneider habló del incremento del antisemitimo debido, en parte, a las fake news en redes sociales. “No pasa solo ahora, pasa desde hace tiempo”, lamenta el congresista, que denuncia también la “doble moral” respecto al conflicto.

Nicola Beer, por su parte, ha señalado que los Acuerdos de Abraham “son buenas herramientas para apoyar a Israel, a la paz y para luchar contra el terrorismo”. Beer, al igual que el resto de ponentes, insistió en el peligro de las fake news en esta guerra, que, tal y como destacó la eurodiputada, “empezó por Hamás, respaldado por Irán”.
“El agresor es Hamás y no los israelíes”, agrega Beer, quien también pide conocer la historia del conflicto. "No es el tiempo para justificar o para relativizar lo que hemos visto, porque lo que hemos visto es terrorismo”, asegura.