Rusia podría legalizar los grupos militares privados

El Kremlin declaró el viernes que Rusia podría conceder un estatuto jurídico a los grupos militares privados, en lo que sería un giro de 180 grados provocado por las consecuencias de la efímera insurrección del grupo Wagner el mes pasado.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró a la prensa que se estudiará la posibilidad de otorgar a las autoridades rusas un mayor control directo sobre los combatientes aparentemente privados.
Peskov dijo que Vladimir Putin había planteado la cuestión en una entrevista publicada un día antes con el periódico de negocios Kommersant.
Las cuestiones relativas al estatuto oficial de los grupos mercenarios privados “requieren un examen más detenido”, parafraseó Peskov las palabras del dirigente ruso.
La ambigüedad de la relación entre grupos como Wagner y el Estado ruso ha dado al Kremlin una plausible negación a la hora de enviar combatientes privados para servir a los intereses del Estado en el extranjero.

Sin embargo, el fracaso de la sublevación del grupo Wagner ha llevado a Moscú a controlar más de cerca al grupo, incluso retirando todo el material militar pesado de los inventarios de la organización y llegando a un acuerdo para exiliar a su líder.
Putin declaró a Kommersant que, durante una reunión en el Kremlin, el jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, se había negado a que sus combatientes sirvieran bajo el mando de otra persona.
Tres semanas después de que Prigozhin lanzara una efímera rebelión contra la cúpula militar rusa, el futuro y el paradero de los miembros de Wagner siguen siendo inciertos.
Salir de las sombras
El Kremlin había confirmado, pero dio pocos detalles, una reunión entre Putin, Prigozhin y otros mandos de Wagner el 29 de junio, cinco días después del motín.
En la entrevista de Kommersant publicada a última hora del jueves, Putin dijo que había ofrecido un camino a seguir a los combatientes de Wagner.
“Podrían reunirse todos en un mismo lugar y seguir sirviendo”, dijo Putin.
“Nada habría cambiado para ellos, habrían sido dirigidos por la misma persona que fue su verdadero comandante todo este tiempo”, se citó a Putin.
El dirigente ruso dijo que “muchos asintieron”, pero que Prigozhin rechazó finalmente la oferta.
Wagner había operado en la sombra durante años.

Saltó a la palestra durante la operación militar en Ucrania, a pesar de que las empresas militares privadas son ilegales en Rusia.
“¡El grupo (Wagner) está aquí, pero no existe legalmente!”, declaró Putin a Kommersant.
"Hay una cuestión aparte relacionada con su legalización real. Es una cuestión que debe debatirse en la Duma y en el Gobierno", dijo Putin, refiriéndose a la cámara baja del Parlamento.
Según los observadores, el motín fue el mayor desafío a la autoridad de Putin desde que llegó al poder en 1999.
Los días 23 y 24 de junio, miles de mercenarios tomaron las armas y marcharon desde el sur de Rusia hacia Moscú con el objetivo de derrocar a los líderes militares del país.
El motín terminó con un acuerdo, mediado por el líder bielorruso Alexander Lukashenko, según el cual Prigozhin debía trasladarse a la vecina Bielorrusia con algunos de sus hombres.