Argelia se acerca a Rusia y tensa aún más las relaciones con Estados Unidos

Tebboune descoloca a Occidente con su visita a Moscú

AFP/RYAD KRAMDI - El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune
photo_camera AFP/RYAD KRAMDI - El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune

La cercanía de Argel y Moscú nunca ha sido secreta. No han tratado de esconder una sintonía que ha unido históricamente a ambas administraciones, pero que aleja a Argelia del bando occidental. El no posicionamiento del Gobierno de Abdelmajdid Tebboune respecto a la invasión rusa de Ucrania pretendía mantener un equilibrio en sus alianzas con las principales potencias cada vez más complicado. Aunque con notoria preferencia por el Kremlin, Argel siempre ha intentado llevarse bien con Washington. Sin embargo, los últimos movimientos argelinos no han sentado nada bien en la Casa Blanca que observa reluctante la última visita de Tebboune a Rusia.

Una de las prioridades que han movido al presidente a viajar a Moscú es la voluntad de su país de formar parte del BRICS, una organización económica y comercial integrada por Brasil, India, Rusia, China y Sudáfrica. Hace ya un año, Tebboune aseguraba que “unirse a este grupo pondría a Argelia, un país pionero de la no alineación, a salvo de la fricción entre los dos polos”. Unas palabras que fueron seguidas poco más tarde por la solicitud formal presentada por el país argelino. La esperanza es que esta nueva visita de el empujón definitivo a su ingreso que, según Argelia, cuenta también con el visto bueno de Sudáfrica y Brasil.

AFP/MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE RUSIA - El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov (izq.), estrechando la mano del presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune
AFP/MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE RUSIA - El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov (izq.), estrechando la mano del presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune

El ingreso en el BRICS está acompañado en la agenda por otro de los puntos fuertes en la hoja de ruta argelina, como es el afianzamiento de su asociación con Rusia. Y es precisamente este, sumado a los tiempos manejados por Argel, lo que ha provocado cierto recelo en Francia, con quien había acordado una reunión el presidente en estas mismas fechas. Las desavenencias con París es uno de los tantos problemas que rodean a los argelinos, que atraviesan uno de sus momentos más complicados en lo que a relaciones diplomáticas con sus países vecinos se refiere.

Para no ahondar en ese descontento, fuentes argelinas consultadas por el medio Al Arab aseguran que la delegación argelina ha preferido obviar cualquier tipo de acercamiento en materia armamentística, lo que podría empeorar aún más las cosas con Occidente. De ahí que hayan centrado la visita en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo en los que se han discutido acuerdos de cooperación en diversos campos como la tecnología, la agricultura y el turismo. Uno de los más importantes ha sido el establecimiento de una agencia para la promoción de inversiones, con el objetivo de apoyar a los comerciantes argelinos y extranjeros que deseen lanzar sus proyectos de inversión.

Mikhail Bogdanov, representante especial del presidente ruso para Medio Oriente y África, ha calificado la visita de Tebboune como un evento histórico. Durante su estancia en Rusia ha inaugurado un monumento al fundador del estado argelino moderno, Emir Abdelkader, hecho que ha llenado de simbolismo el viaje del presidente de Argelia. Sin embargo, no todo han sido buenas noticias para Argel. Los observadores apuntan a una cada vez más tensa relación con Occidente y, especialmente, con su tradicional aliado francés. El país de Macron esperaba haber podido reunirse con un Tebboune que ha pospuesto su visita a París, prevista para el pasado mes de mayo.

AFP/LUDOVIC MARIN - El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune
AFP/LUDOVIC MARIN - El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune

Esa postura cada vez más alejada de sus teóricos socios occidentales es la que preocupa a la comunidad internacional. Argelia tiene demasiados frentes abiertos y, lejos de solucionarlos, parece no mostrar preocupación por cerrar las grietas con Francia y España, ambos cada vez más cercanos a su rival regional marroquí. El liderazgo regional de Marruecos se acentúa con el paso del tiempo y Argelia no está tomando una dirección que le mueva si quiera a competir, mientras que Rabat avanza en sus relaciones y, sobre todo, gana cada vez más adeptos en el dosier del Sáhara, aparentemente olvidado por Argel.

Tebboune ha dado un paso que sigue inclinando su política exterior hacia el lado oriental y marca una tendencia que podría terminar sepultando cualquier opción de reconciliación con antiguos aliados. Sus ínfulas de liderazgo regional han sobre pasado una realidad que, a medida que pasan las semanas, se antoja más y más complicada para Argelia. 

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