Atalayar entrevista al teniente coronel Aranda, al mando del contingente español en la misión Enhanced Forward Presence de la OTAN en Letonia, que se ha convertido en la frontera más caliente del planeta desde que Rusia invadió Ucrania

Teniente coronel Roberto Aranda Gil: “La defensa del Flanco Este de Europa es la defensa de los valores de Occidente”

photo_camera PHOTO/MARIA SENOVILLA - El teniente coronel Roberto Aranda Gil, al mando de la 11 rotación del contingente español en Letonia, dentro de la misión Enhanced Forward Presence que la OTAN tiene desplegada en el Flanco Este de Europa

Tiene 47 años y ha pasado por nueve misiones internacionales. Cuando fue designado para la última, no sabía que el mundo entero iba a mirar a donde él se dirigía, al Flanco Este de Europa. Ahora está al mando del contingente español que participa en la misión que la OTAN tiene desplegada en Letonia. 

Destinado en Cerro Muriano, el teniente coronel Aranda fue el encargado de relevar a la anterior rotación de la Enhanced Forward Presence de Adazi el pasado mes de julio, y allí estará destinado hasta el próximo mes de enero. Por delante, unos meses inciertos en un escenario cambiante. A su espalda, varias condecoraciones como la Cruz del Mérito Militar, la Encomienda de San Hermenegildo o las cuatro medallas que le ha impuesto la Alianza Atlántica. 

Presume allí donde tiene ocasión de la preparación y la profesionalidad del soldado español en la actualidad. “Es lo mejor que tenemos en el Ejército, las capacidades de nuestros soldados”, afirma con un tono más de padre que de oficial. En Letonia manda a más de 600 de esos soldados, procedentes de 30 unidades distintas, y trabaja codo con codo con los oficiales de diez países diferentes. Un reto demandante que encara con gesto afable y cercanía durante su encuentro con Atalayar, a quien recibe en su despacho, dentro de la base Camp Adazi en Letonia.

PHOTO/MARIA SENOVILLA – El teniente coronel Aranda Gil posa en una de las salas de reuniones del módulo de trabajo que ocupa dentro de la base Camp Adazi, en Letonia, donde está al mando del contingente español

¿Qué está haciendo el Ejército español en Letonia?

Los españoles estamos desplegados en el Flanco Este de Europa desde 2017, cuando los 28 países de la OTAN acuerdan que es necesario tener presencia aquí tras ver lo que sucedía con la anexión de Crimea. El objetivo de la misión es disuadir a Rusia de otras posibles agresiones a países vecinos. Disuadir, y en el caso de que fuera necesario, defender el territorio de las Repúblicas Bálticas y Polonia. En eso consiste la misión Enhanced Forward Presence (eFP) en la que participa España.

Cuando España desplegó su primer contingente aquí, era la primera vez que las unidades acorazadas mecanizadas (con carros del tipo Pizarro y Leopardo) se desplegaban fuera de nuestras fronteras. Esto fue un hito en aquel momento. Y la composición del contingente se ha mantenido así hasta marzo de este año, cuando se han implementado nuevas capacidades especiales a raíz de la guerra en Ucrania. 

¿Cómo ha cambiado esta misión a raíz, precisamente, de la invasión de Ucrania?

Desde el punto de vista del planeamiento, la misión no ha cambiado. Pero a raíz de la invasión de Ucrania se ha incrementado tanto el número de efectivos –en un 35%– como las capacidades adicionales. Pasamos de ser 354 a ser 505 efectivos, y como novedad se implementó una batería de artillería de campaña, con su radar Arthur; una nueva sección de apoyo a los ingenieros zapadores, con nuevas máquinas capaces de mejorar posiciones defensivas; y una batería antiaérea de misiles Nasams, dotada de otros 86 efectivos españoles, en la base de Lielvarde –a unos 50 kilómetros de Adazi–.

Además, esta misión ha cobrado mucha más importancia en el contexto internacional. El Flanco Este de Europa ha pasado a ser el punto de atención de todo el mundo occidental, y lo que ha sucedido es que la palabra “disuasión”, que es la que define esta misión, ha pasado de escribirse con minúscula, a escribirse con mayúsculas y en negrita. De hecho, en la Cumbre de la OTAN que se celebró este verano en Madrid se acordó que los Battle Groups que están en los tres países bálticos y Polonia deberían crecer a la categoría de brigadas. Alemania ya lo ha hecho en Estonia, y Letonia y Lituania están trabajando en ello.

¿Cómo afectará a España que la misión pase a nivel brigada?

La brigada la liderará Canadá, que es el país marco, y nos preguntarán al resto qué queremos/podemos aportar. Esto se hará en una serie de reuniones, hasta que se ultimen los detalles. Pero España tiene capacidad para esto.

PHOTO/MARIA SENOVILLA – Parte de una unidad de artilleros españoles durante un ejercicio multinacional de tiro, con fuego real, realizado en el campo de maniobras de Camp Adazi (Letonia) dentro de la misión Enhanced Forward Presence de la OTAN

Ha explicado cómo ha cambiado la misión a nivel planeamiento y capacidades, pero ¿la invasión de Ucrania ha cambiado de alguna manera la forma en que se trabaja aquí?

Desde el punto de vista OTAN no, pero en la actitud de los letones sí se han notado cambios: muchos ciudadanos se sienten ahora más seguidores del Ejército y hay mucha gente que se ha apuntado a las reservas nacionales en los últimos meses. Los fines de semana vienen a hacer instrucción de tiro en nuestro campo de maniobras. Y a partir de enero se va a introducir en Letonia el servicio militar obligatorio, que durará 11 meses para los hombres y será voluntario para las mujeres.  

Los países del Flanco Este tienen otra percepción de la amenaza rusa desde antes de lo de Ucrania. Yo en 2018 estuve participando en un ejercicio de reacción rápida en Noruega, y allí trabajaba con nosotros una compañía eslovaca. Pues ya entonces, su capitán me decía que la percepción que nosotros tenemos de Rusia no es la que tienen los países que están aquí… ellos la consideran una amenaza “desde siempre”. 

En este contexto que acaba de describir, ¿cómo ha sido acogido el contingente español por la sociedad letona? 

El pueblo más cercano que tenemos es Adazi, a tres kilómetros. Solemos aprovechar los domingos para hacer un poco de vida allí y te puedo asegurar que la gente está encantada con nosotros. Además, nosotros hacemos muchos “displays” para acercar la misión a los ciudadanos locales. Normalmente llevamos una serie de vehículos de distintos países a una zona determinada y se monta un “stand”, para que las familias puedan ir a verlos y conocer lo que hacemos en su país, lo que la OTAN hace aquí. 

PHOTO/MARIA SENOVILLA – Un soldado guía al conductor de uno de los vehículos acorazados de combate que España tiene desplegados en Letonia después de participar en un ejercicio de campo

¿Qué hace esta misión diferente del resto de misiones internacionales en las que participa España?

Dos aspectos, ha conseguido poner de acuerdo a todos los países que integran la OTAN en los compromisos adquiridos con la misión, y ha supuesto un paso más allá en el nivel de integración de todos los contingentes que forman parte de la operación. 

Este eFP lo componen diez contingentes: Canadá, España, Italia, República Checa, Eslovenia, Eslovaquia, Albania, Montenegro, Polonia y hace un mes se incorporó también Macedonia de Norte… y conseguir que todos hablen un mismo idioma a nivel operacional es un reto, porque la interoperabilidad se da desde el nivel más bajo. Es decir, están mezclados efectivos de distintos países en todos los niveles de la operación. Así que en esta misión se le exige más cualificación al personal, empezando por el dominio del inglés. Es la misión que tiene más requisitos por puesto. 

¿Cuánto tiempo de preparación para la misión se dedica en España antes de desplegar?

Seis meses. Eso es algo que está estandarizado desde hace tiempo, el sistema de preparación se llama 4+2, y comienza con una instrucción de cuatro meses de las distintas unidades que van a participar, para luego pasar a una concentración de dos meses de todos los efectivos en una misma base. A lo largo de estos meses, todo el personal tiene que obtener una certificación que asegure que están preparados para la misión. 

Ahora está desplegada la rotación número 11, con efectivos procedente de Córdoba (es la cuarta vez que despliegan en Letonia los de Cerro Muriano) y el conocimiento de la misión después de 11 rotaciones es muy elevado.

PHOTO/MARIA SENOVILLA – Un vehículo de combate de zapadores y un TOA de carga españoles en el transcurso de unas maniobras en Camp Adazi (Letonia)

¿Qué peso tiene España en una misión multinacional como esta, comandada por Canadá y donde hay efectivos de diez países diferentes?

Le puedo asegurar que el peso que tiene España es muy, muy elevado. Actualmente somos el 30% de la misión de eFP, somos el segundo país que aporta más personal después de Canadá –que es el país marco que se encarga de la integración de todos los contingentes en Letonia–. Pero si a la misión eFP le sumamos la nueva misión de artillería antiaérea que hemos desplegado a 50 kilómetros de aquí, en la base de Lielvarde, con 86 efectivos más que están directamente bajo el paraguas del Mando Antiaéreo de la OTAN, sumamos casi la mitad del personal OTAN en Letonia.

Los medios que España ha desplegado en esta parte del mundo son muy superiores a los del resto de países. Desde los vehículos Pizarro, hasta la Batería Antiaérea de Nasams, pasando por los sistemas de radar antiaéreos y otro tipo de unidades muy especializadas. 

¿Cuál es el retorno que recibe España de esta misión? ¿Qué le aporta a España que su Ejército esté desplegado aquí?

Desde el punto de vista de una defensa global, la defensa del Flanco Este de Europa es la defensa de nuestros propios intereses y de los valores occidentales. La frontera de un país no está donde terminan sus límites territoriales, sino donde finalizan sus acuerdos y sus compromisos con los países aliados. En el caso de España tenemos dos compromisos, el Flanco Este y el Flanco Sur, que es otra zona crítica en la que tenemos que estar presentes.

PHOTO/MARIA SENOVILLA – Tareas de mantenimiento de los vehículos acorazados que España tiene desplegados en Letonia, en los hangares de la base de Camp Adazi

Y luego nosotros, como Ejército, nos llevamos una retroalimentación enorme. La intensidad de esta misión permite hacer un gran número de maniobras y ejercicios que dotan de un nivel de instrucción muy elevado a los efectivos que participan en ella. Y este conocimiento, al volver a España, se reparte en las distintas unidades.  

En España, al menos antes de que comenzara la invasión de Ucrania, la sensación que se tenía es de que era imposible que nadie nos atacara. Entonces, ¿por qué son necesarias estas capacidades en tiempos de paz?

España no debe pensar sólo en sí misma, España tiene una serie de compromisos internacionales. Tú cuando firmas un contrato, debes cumplirlo. Esto es lo mismo. España como parte de la Unión Europea, como parte de la OTAN, como parte de la ONU… tiene una serie de compromisos y acuerdos, y hay que atenderlos. Porque si un día nosotros necesitamos algún tipo de asistencia o de ayuda, si nosotros no hemos sido capaces de cumplir nuestros compromisos difícilmente la comunidad internacional los cumplirá con nosotros. 

PHOTO/MARIA SENOVILLA – Un soldado dirige al conductor de un vehículo acorazado Pizarro durante un trayecto por el campo de maniobras de Camp Adazi (Letonia), donde se estaba realizando un ejercicio multinacional

¿Cómo son las nuevas generaciones que están entrando ahora en el Ejército español?

En función de la situación social de un país, la propia situación del Ejército también varía. Por ejemplo, con la crisis económica de 2008 hubo muchos nuevos reclutamientos de gente en busca de trabajo. Ahora estamos en un momento en el que entran jóvenes muy preparados y con otra visión de futuro; jóvenes con carreras, yo nunca había visto tantos licenciados entre nuestras filas. Normalmente están unos años, y luego por promoción interna se meten en la escala de suboficiales y salen como oficiales. También están entrando muy buenos profesionales, con experiencia en la empresa privada. Y el nivel general es mucho más elevado que en épocas anteriores.

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