El país dirigido por Recep Tayyip Erdogan ha ordenado detener a 118 personas, la mayoría vinculadas a estamentos militares y de seguridad, por supuestos vínculos con el golpe de Estado de 2016

Turquía continúa la purga entre la oposición

photo_camera AFP/OZAN KOSE - Un soldado turco hace guardia a la entrada del complejo de tribunales y prisiones de Aliaga

Turquía ha emitido órdenes de detención para 118 personas, en su mayoría integrantes de las fuerzas militares y de seguridad, sospechosas de tener vínculos con la red que, según el Gobierno turco, estaba detrás del intento de golpe de Estado de 2016, según dictaminó la Fiscalía de Estambul. 

Dicha Fiscalía cursó orden para arrestar a los supuestos involucrados, entre ellos 98 soldados en activo, sospechosos de colaborar con el predicador exiliado Fethullah Gülen, al que el régimen turco acusa de haber instigado el fallido golpe de Estado en 2016. Entre los señalados está un coronel, tres oficiales y varios tenientes y sargentos, según ha informado la emisora CNN Türk.

La Fiscalía acusa a los señalados de haber mantenido contacto con grupos ligados a Gülen mediante el uso de teléfonos públicos. Fethullah Gülen es un teólogo y experto del islam que fundó el movimiento llamado Hizmet y que durante varias muchos años fue aliado de Recep Tayyip Erdogan. Una relación que se rompió en 2013, cuando el presidente (por aquel entonces primer ministro) acusó al predicador de fomentar investigaciones por corrupción en torno al Ejecutivo del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) del propio Erdogan y de impulsar también protestas contra el propio Gobierno. Desde entonces, el ‘sultán’ Erdogan le ha venido acusando de desestabilizar el país y de estar detrás del levantamiento de 2016 (el cual fue visto por varios analistas como una artimaña artificial del poder para unificar más al país en torno a la figura presidencial).

El clérigo turco Fethullah Gülen

Las pruebas contra los acusados se basan en las declaraciones de otros supuestos seguidores de Gülen detenidos con anterioridad. El pasado domingo un importante comandante de la Armada turca fue arrestado también por vínculos golpistas.

Desde la asonada de julio de 2016, más de 8.500 miembros de las Fuerzas Armadas turcas, entre ellos 150 generales, han sido expulsados del Ejército por sus presuntos vínculos con el movimiento ‘gülenista’, lo que supone cerca del 3,5% del cuerpo castrense otomano. 

En total, más de 120.000 funcionarios fueron destituidos por este motivo y unos 50.000 están encarcelados.

A esta operación contra el estamento militar, se suma el hostigamiento que ejerce el régimen oficialista contra ciertos sectores de la oposición, como el representado por los kurdos. 

En este sentido, durante varias semanas, diferentes urbes turcas fueron el escenario de una serie de fuertes protestas contra el cese y detención en mayo de cuatro alcaldes del opositor Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco) acusados de estar ligados a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en turco).

Este grupo del PKK es considerado fuerza terrorista por la propia Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) y la relación con el HDP ha sido utilizada por la Administración del presidente Recep Tayyip Erdogan para llevar a cabo una persecución contra elementos significativos de esta formación política, de tendencia izquierdista y pro-kurda. 

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan

Los cuatro regidores apresados gobernaban en localidades del sureste de Turquía, donde residen la mayoría de kurdos que viven en la nación otomana (una población que algunas fuentes cifran entre 15 y 20 millones de ciudadanos). El Gobierno del país euroasiático lleva a cabo una campaña desde hace mucho tiempo ya contra la etnia kurda, a la que considera responsable de actos terroristas sufridos en el sur del territorio nacional.

La estrategia del oficialismo turco contra los kurdos se ha mantenido de manera firme. Ya el pasado 9 de marzo un tribunal de justicia condenó a nueve años de prisión al destituido alcalde de Diyarbakir, Adnan Selcuk Mizrakli, por "pertenecer a una organización terrorista". Mientras, doce diputados del HDP, tercera formación en el Parlamento turco, permanecen en prisión desde 2016 acusados de vínculos con las milicias kurdas. 

El Estado turco comandado por Recep Tayyip Erdogan acusa así al HDP de tener estrechos lazos con grupos armados del PKK, lo que ha dado lugar al enjuiciamiento de miles de sus miembros y algunos dirigentes. Mientras, el HDP niega sustentar actividades insurgentes. 

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