Turquía registra tres muertos en un ataque contra el PKK en Irak
El país presidido por Recep Tayyip Erdogan llevó a cabo un ataque contra el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) en la región de Gara, al norte de Irak, donde tres soldados murieron y otros cuatro fueron heridos. El informe que confirmó las bajas fue emitido por el Ministerio de Defensa a través de Twitter, en el que también desveló la información de la operación “Claw-Eagle 2”, cuyo objetivo eran las bases del PKK. También el vicepresidente, Fuat Oktay, expresó a través de la red social sus condolencias a las familias de los fallecidos, entre los que se encuentran el teniente Burak Coşkun y el sargento Harun Turhan (se desconoce la identidad del tercero), y una pronta recuperación a los demás heridos.
Asimismo, el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, ya afirmó en el mes de enero que Ankara estaba preparado para “dar apoyo” a Irak y “eliminar” a las fuerzas del PKK presentes en la región de Sinyar: “la cooperación y la coordinación contra el PKK desempeñan un papel muy importante. Estamos dispuestos a toda la coordinación posible con Irak”. El Partido de los Trabajadores de Kurdistán es considerado por el Gobierno de Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea como una organización terrorista. A pesar de ello, cuenta con el apoyo de ciertos sectores kurdos iraquíes, aunque no con el de las autoridades de la región autónoma del Kurdistán iraquí. Desde que se alzase contra las fuerzas gubernamentales en el año 1984, se han registrado más de 40.000 fallecidos, en su mayoría de origen kurdo.
Los bombardeos turcos contra las fuerzas del PKK en el norte de Irak suponen una constante desde hace años, debido a que es ahí donde están situadas las bases y cuarteles de la organización terrorista. Además, desde mayo de 2019, mantienen también desplegadas unidades terrestres localizadas en la zona fronteriza del país. Esta situación de violencia permanente ha salpicado también a la política, provocando una campaña de arrestos y condenas contra miembros y seguidores del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco), que constituye la tercera fuerza del Parlamento de Turquía.
Desde Irak, a pesar de la ayuda que dice ofrecer Turquía con estos ataques contra el PKK, ya han manifestado en numerosas ocasiones su contrariedad a las reiteradas operaciones llevadas a cabo en su territorio. Desde Bagdad consideran que se trata de “violaciones de soberanía del territorio y espacio aéreo”, llegando a convocar reiteradamente al embajador de Turquía.
Esta operación por parte de las fuerzas turcas se une a la recientemente realizada contra la ciudad kurda de Duhok, denominada “Claw-Tiger 2” que buscaba, como en esta ocasión, neutralizar al PKK. La labor que está desempeñado Turquía en la zona fronteriza con Irak tiene como objetivo fundamental “eliminar los ataques terroristas contra nuestro pueblo y fuerzas de seguridad desde el norte de Irak y garantizar nuestra seguridad fronteriza”, como afirmó el ministro Akar. Sin embargo, no está resultando nada fácil para las fuerzas de Erdogan lidiar con la organización terrorista debido a que también el PKK lleva a cabo ataques de forma regular en territorio turco.
Irak no es la única zona de asentamiento del PKK. El norte de Siria también alberga algunos campamentos de la organización que no escapan de los ataques de las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) para evitar que se terminen de afianzar en territorio sirio. Desde 2016 han llevado a cabo tres ataques contra la región, Operación Escudo de Éufrates (2016), Operación Rama de Olivo (2018) y Operación Primavera de Paz (2019) que, de momento, han logrado mantener un camino libre de fuerzas del PKK a lo largo de toda la frontera con el país vecino.
