La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo congregó en su sede de Sevilla a autoridades, diplomáticos, expertos y estudiantes de la región euro mediterránea para celebrar su XX aniversario. Una celebración de una organización de carácter internacional que se basa en el respeto y el aprecio de la riqueza de la diferencia que unen a los pueblos del Mare Nostrum.
En estos veinte años, la Fundación Tres Culturas se ha establecido como instrumento de paz y diálogo y el mejor ejemplo de lo que representa la diplomacia pública. Es una organización que ejerce de puente cultural y que representa valores como el entendimiento, la concordia, la tolerancia, el respeto y la paz.
Durante la jornada, en la que se subrayó la identidad y ciudadanía mediterránea, se hizo un recorrido a modo de balance de la importancia y misión de la organización desde la Declaración de Barcelona de 1995, que celebrará el 25º aniversario el año que viene, y que supuso un nuevo horizonte para la cooperación a los dos lados del Mediterráneo hasta el momento actual con el objetivo de valorar los retos que presenta la región en la actualidad.
En esa línea, a modo de felicitación a la Fundación tras cumplir otro año, se ha mostrado el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, quién ha manifestado que la Fundación es un gran instrumento de concordia, "el principal instrumento de la cooperación entre las dos orillas y el mejor antídoto contra las intolerancias y los fanatismos", en un momento en el que la tolerancia, el respeto y la paz son valores "en peligro" por lo que "la mayoría social tiene que alzar la voz frente a la minoría".
Bonilla ha asegurado que en estos tiempos complejos en los que hay interés en polarizar, "reivindico el respeto al que piensa de manera distinta hacia ti; al que tiene cultura distinta a ti; credo distinto a ti; el respeto a lo diferente; algo fundamental en la sociedad en la que vivimos".
Las otras intervenciones han sido, por un lado, la del consejero del rey de Marruecos y presidente de Tres Culturas, André Azoulay. Él ha señalado cómo la reunión de hoy era una celebración de la Fundación, "símbolo de la modernidad, de la capacidad de sociedad civil de participar; de los valores que compartimos basados en el respeto y el entendimiento". Azoulay cree que desde la Declaración de Barcelona se ha retrocedido colectivamente, lo que se demuestra en que hoy se esté viviendo "un momento, un tiempo y un espacio de regresión", en el que se abre paso "la negación de la capacidad de vivir juntos sin tener que ser iguales".
Por su parte, Juan Espadas, alcalde de Sevilla, ha asegurado que "Oriente Medio y el norte de África representan la cooperación de ahora y del futuro". El alcalde se ha mostrado orgulloso de que la capital hispalense sea la sede la Fundación. La ciudad intercultural que conforma la realidad de la historia del mediterráneo". También ha participado el exministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Mohamed Benaissa, quien ha ahondado en el aspecto cultural como un medio importantísimo "para establecer mejor conocimiento, entendimiento y cooperación porque los gobiernos vienen de paso y se van, pero los pueblos se quedan". También ha valorado el rol de las ONG "que juegan un papel enorme hay que acercarse más a ellos".
La jornada de celebración en la sede de la Fundación, localizada en el pabellón de Marruecos del recinto en el que se celebró la Expo de Sevilla, un espacio diseñado por el arquitecto del rey Hassan II en 1989, ha puesto de relieve la construcción de puentes entre las dos orillas. Como muestra de ello es el papel, cada vez más destacado, de la Unión por el Mediterráneo (UPM), un organismo intergubernamental, formado por 43 países, los 28 Estados de la Unión Europea y 15 países de la zona sur y este del mediterráneo.
El secretario general de la UPM, Nasser Kamel, destacó las muchas áreas de interés de la región euro mediterránea, el cambio climático, los jóvenes, las mujeres, la seguridad, el desarrollo, un área "que representa la convivencia". Por eso el egipcio Kamel defendió la necesidad de entidades como la Fundación y de desarrollar proyectos entre las dos orillas, especialmente dada la exposición de la región euro mediterránea al cambio climático, el principal reto, "junto a unos flujos migratorios sin precedentes y un populismo galopante". "La situación de la mujer es otra prioridad, si la mujer juega el rol de manera igualitaria y justa en la sociedad, será determinante (game changer) ya que van a definir, la situación política, económica y social", añadió el secretario general de la UPM, quien fue entrevistado recientemente por Atalayar.
Kamel añadió que hay que continuar en el proceso de la creación de la identidad mediterránea, "basado en la tolerancia y que se construye con organizaciones como la Fundación Tres Culturas, "la casa del dialogo y un ejemplo de que la sociedad civil es el actor principal".
La jornada se remató con una mesa de debate en la que se abordaron cuestiones clave para el Mediterráneo, como el desarrollo humano y sostenible, la cooperación tanto regional como internacional, el impacto de los cambios tecnológicos y demográficos, las migraciones, los avances y los retrocesos en la gobernanza democrática, los desafíos medioambientales y también se volvió a ahondas en el empoderamiento y protagonismo de las mujeres.
En el foro, Haizam Amirah Fernández, investigador principal del Real Instituto Elcano, animó a releer la Declaración de Barcelona, "ha quedado muchísimo por hacer ya que en algunos ámbitos la brecha ha crecido, específicamente la brecha emocional". En ese sentido, añadió que "hay que preguntarse por qué hay sociedades que llevan una década protestando, ¿por qué salen a manifestarse?".
Javier Parrondo, director de Casa Asia dijo que "25 años después hay que mirar a mirar a otras zonas y la región de Asia-Pacífico puede traer aportar dinamismo". Por su parte, Josep Ferré, director general en funciones del IEMED, aseguró que en "25 años de la declaración hemos pasado de un cierto idealismo, de una aproximación regional a uno bilateral en un contexto regional".
Pedro Martínez-Avial, director de Casa Árabe, aseguró que "la mujer está siendo el gran revulsivo social. El papel que juegan hoy nos obliga a cambiar nuestra mentalidad, estilo de vida... el papel es clave y van a ser uno de los elementos de cambio en el norte y sur del mediterráneo".