El Alto Comisionado de Planificación de Marruecos describe, a través de sus estadísticas, el perfil sociodemográfico de las zonas siniestradas por el terremoto del 8 de septiembre en la región de Al-Haouz; desvelando las características demográficas, las condiciones de vivienda, el empleo, entre otros datos curiosos que distinguen a la población local.
La zona afectada por el terremoto en Marruecos se caracteriza por una topografía montañosa, en su mayoría, que se ubica en al Alto Atlas y se extiende sobre una superficie de 53.135 km2. La región se compone de cinco prefecturas: Al-Haouz, Taroudant, Azilal, Chichaoua, Ouarzazate y Marrakech.
Población
Con un incremento del 9% en comparación con el año 2014, la población del conjunto de las zonas siniestradas por el seísmo es de 2.608.115 personas repartida en un total de 578.280 familias con un promedio de miembros de 4,5 personas. Un número que supera la media nacional (4,1) con 0,1 personas.
Los datos de la densidad de las zonas siniestradas en 2023 analizan la preponderancia de la población en edad de trabajar. Según estos datos, la prefectura de Marrakech es la más poblada contando con 364 habitantes por kilómetro cuadrado, seguida por Al-Haouz que conoce una densidad de 111 personas por kilómetro cuadrado. En cuanto a Ouarzazate, es la zona que registra menos densidad de población con 22 habitantes por kilómetro cuadrado; mientras que las zonas de Taroudant y Chichaoua experimentan una densidad moderada de 52 y 58 hab./km² respectivamente.

Edad
De acuerdo con los resultados del último Censo General de Población y Vivienda , la población con edad entre 15 y 59 años representa una proporción importante en todas las zonas afectadas por el terremoto.
Un fenómeno demográfico y social que se ha detectado en algunas partes de las zonas afectadas por el terremoto es el envejecimiento de la población y que se nota más en unas zonas que en otras, debido al declive de la tasa de fecundidad entre otros factores. En este contexto, el desarrollo urbano y la migración de la población activa desde estas zonas hacia Marrakech provocan una caída del porcentaje de población joven con edad entre 0 y 14 años, de acuerdo con los datos del Alto Comisionado de Planificación.

Idiomas
El Tachelhit, es la primera lengua de más de 75% de los comunas siniestradas por el seísmo del 8 de septiembre. En la vida diaria de los lugareños, el 66,9% de la población utiliza la dariya como lengua de comunicación (90,9% para todo Marruecos), el 64,7% utiliza la Tachelhit (14,1% del total nacional), el 2,1 hablan Tamazight (7,9 en todo el país) y sólo el 0,1 % utilizan las dos otras lenguas: Tarifit y Hasania (4,8 en toto el territorio marroquí). Así que, la mayoría de la población en la provincia de Marrakech hablan Tachelhit como lengua materna.

Analfabetismo y escolarización
La tasa de analfabetismo en la zona afectada, según las estadísticas del El Censo General de Población y Vivienda de 2014, supera la media nacional (32,3%) alcanzando el 41,2%.
Los datos de CGPV de 2014 revelan que el 44,4% de la población de la zona no tienen ningún nivel de estudios, el 5% tienen un nivel preescolar, el 32,4% tienen un nivel primario, el 10,3% tienen un nivel colegial, el 5,2% tienen un nivel secundario y sólo el 2,7% tienen un nivel de estudios superior. Son datos alarmantes, aunque la tasa de escolarización en la zona siniestrada alcanza el 95%, casi en el mismo nivel del promedio nacional.

Discapacidad
La tasa de la prevalencia de la discapacidad a nivel de la zona afectada por el seísmo se ha alzado hasta el 5,2% con una ligera diferencia de 0,1% en comparación con el nivel nacional fijada en el 5,1%.
Según estadísticas del ACP, la discapacidad está presente en todas las zonas afectadas, pero se ha notado una disparidad entre ellas.

Vivienda
Casi la mitad de las familias de las zonas afectadas por el desastre natural de Al-Haouz residen en viviendas rurales. Los datos del CGPH 2014 subrayan que el 50,8% de las familias viven en un alojamiento de tipo rural; mientras que el 44,2% de las familias viven en una casa marroquí. Los demás tipos de viviendas casi no existen en esta zona.
La repartición de familias según la situación del bien inmueble aclara que el 84,9% de las familias son dueños de sus viviendas superando la media nacional qui se estima en el 71,9% y sólo el 8,9% de las familias son las que alquilan la vivienda donde residen.
Al ver la clasificación de las viviendas según su antigüedad en la zona afectada, se deduce que el 31,9% de los alojamientos tienen más de 50 años ;mientras que el 28,2% de viviendas tienen entre 20 y 49 años.

Materiales de construcción
Según el material usado en la construcción, el 42,5% de alojamientos de las zonas azotadas por el terremoto de Al-Haouz son hechos de hormigón armado, ladrillos de terracota y perpiaño. El 34,6% son hechos del adobe y ladrillos de tierra cruda; mientras que el 16,2% de las viviendas se hacen a partir de piedras selladas. El análisis realizado por el CGPV ha notado la disparidad entre las comunas y provincias de la zona en términos de material de construcción usado para las viviendas.
La madera recuperada, el bambú y los cubresuelos son otros materiales que se usan en la construcción del techo de las viviendas con un índice de 51,6%.
La losa es un elemento que se utiliza también en la construcción del 42,4% de las viviendas de la zona, sobre todo en la prefectura de Marrakech donde alcanza el 53,3%.

Equipamientos básicos
Debido al carácter montañoso de la región, la población residente en la zona siniestrada por el terremoto recorre, en promedio, 5,9 kilómetros para llegar a la carretera asfaltada más cercana de su vivienda principal. Una tasa que supera la media nacional de 3 kilómetros.
Los datos del CGPV de 2014 han mostrado que el 6,8% de las viviendas de la zona siniestrada no tienen una cocina. El 10,2% no disponen de un baño y el 50,4% no tienen una ducha.
Pese a que casi el 91,8% de los alojamientos de la zona son conectados a la red de electricidad, sólo el 24% de las familias de la zona viven en casas conectadas a la red pública de saneamiento frente al 58,9% a nivel nacional. Lo cual no sólo marca grandes diferencias a nivel provincial, sino que revela también una disparidad intraprovincial, según el análisis de la disposición de los equipamientos básicos realizado por el ACP.

Nivel de vida y empleo
En las zonas que fueron expuestas al seísmo, la tasa media de pobreza monetaria alcanza el 8%, siendo el doble de la tasa nacional, lo cual indica que la población de esta zona geográfica vive una situación económica más precaria que la de las demás zonas de Marruecos. Asimismo, la tasa media de pobreza multidimensional alcanza el 18,5 %, lo que supera el promedio nacional de Marruecos del 8,2%.
Es de señalar que la tasa de actividad de la zona ha aumentado al 45,6% que es levemente inferior a la media nacional de Marruecos del 47,6%. Según el lugar de residencia, la tasa de actividad de las provincias siniestradas es el 48,3% en el medio urbano frente al 49,1% a nivel nacional y el 43,7% en el medio rural frente al 45,1% a nivel nacional.
Entre las provincias y prefecturas afectadas, Marrakech goza de la tasa de actividad más alta, mientras que a Tarudant le toca la más baja actividad económica.

Enfoque de genero
A pesar del índice de escolarización relativamente alto, se ha registrado una diferencia considerable entre los chicos y las chicas en materia de escolaridad; ya que la mayoría de los alumnos son varones. Lo que supone una revisión de la situación y mayor integración de las niñas en la escuela, así como garantizar las condiciones que les permita terminar sus estudios y acceder al mercado laboral.
En esta misma línea, la tasa de actividad de los hombres es sustancialmente más alta que la de la mujeres, lo que refleja una desigualdad clara en el mercado laboral. Según indica el ACP, las mujeres ocupan una tasa de actividad del 16,5%; mientras que los hombres alcanzan el 76,2%. Las disparidades registradas en este ámbito traducen el desafío que asume el Estado en materia de la participación de las mujeres en la vida económica en estas zonas.
El ACP subraya que más de 4/5 personas activas son asalariados en el sector privado, lo que representa el 51,3% de la mano de obra; mientras que el 30% son independientes que ejercen profesiones liberales.