Con el país egipcio sumido en una crisis económica, el reino saudí está intensificando sus inversiones, sobre todo en el sector tecnológico, redefiniendo así las apuestas económicas de la región

Arabia Saudí aprovecha la crisis de Egipto para invertir en empresas tecnológicas locales

PHOTO/BANDAR ALGALOUD/Cortesía de la Corte Real de Arabia Saudí - El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman
photo_camera PHOTO/BANDAR ALGALOUD/Cortesía de la Corte Real de Arabia Saudí - El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman

Desde hace una década, Egipto se enfrenta a una profunda crisis económica que, según el International Crisis Group, “amenaza con perturbar su política interior, económica y exterior, [al tiempo que] agrava el desencanto de la población y puede alimentar el descontento social”. En este contexto, el Gobierno egipcio ha recurrido a sus vecinos del Golfo en busca de financiación exterior. Aunque Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Kuwait y Qatar han respondido favorablemente a este llamamiento invirtiendo en las empresas nacionales del país, no han dejado de exigir reformas económicas y una mayor transparencia a sus socios egipcios. 

PHOTO/FILE - Bandera de Egipto sobre El Cairo
PHOTO/FILE - Bandera de Egipto sobre El Cairo

En Egipto, una crisis económica agravada por las consecuencias de la guerra ruso-ucraniana 

Aunque Egipto ya ha pasado antes por momentos económicos bajos, International Crisis Group afirma que “los males de hoy son diferentes”. Aunque la economía egipcia pudo resistir la pandemia de COVID-19, se vio profundamente afectada por las consecuencias de la guerra en Ucrania a principios de 2022 (petróleo y trigo en particular). A principios de 2023, la crisis económica se intensificó. La economía egipcia vio caer su tipo de cambio hasta un mínimo de 32 libras egipcias por dólar estadounidense, antes de estabilizarse en torno a 30. 

Esta devaluación provocó un aumento de la inflación, que alcanzó el 31,9 % en febrero. Los precios de los alimentos han subido considerablemente, sobre todo los de la carne de ave, la pasta, los productos lácteos y la carne roja. Esto ha tenido un impacto considerable en la población egipcia, sobre todo en las clases medias y trabajadoras, que han tenido que tomar medidas como trabajar en varios empleos y cambiar su dieta para hacer frente a la crisis económica. 

Además, las reservas en dólares han caído un 20%, según Jeune Afrique, hasta 34.200 millones de dólares, de los cuales 28.000 millones proceden del Golfo. Según los expertos de Moody's Analytics, El Cairo podría no ser capaz de reembolsar su deuda exterior, que se ha más que triplicado en diez años (hasta unos 155.000 millones de dólares). 

AFP/KHALED DESOUKI - El Banco Central Egipcio en el centro de El Cairo
AFP/KHALED DESOUKI - El Banco Central Egipcio en el centro de El Cairo

Escasa intervención del Fondo Monetario Internacional 

“En El Cairo, todas las luces están encendidas y, sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) sólo ha concedido a Egipto un préstamo de 3.000 millones de dólares”, afirma el mensual Jeune Afrique. En 2022, el Gobierno egipcio había solicitado inicialmente un préstamo de doce mil millones de dólares, petición que fue rechazada por el Fondo y sustituida por un ayuda menos ambicioso de 3.000 millones de dólares en 46 meses. 

En este plan, el FMI enumera un número inusual de medidas que Egipto debe adoptar para cumplir los requisitos. Entre ellas, el Fondo exige que El Cairo inicie un proceso de devaluación de su moneda, un requisito difícil para un Gobierno egipcio que ve en una libra fuerte un signo de prestigio internacional y un medio de gestionar las fluctuaciones del mercado mundial. 

Otras medidas, como la supresión gradual de las subvenciones al precio de los combustibles y la ralentización de los proyectos de infraestructuras, suponen un gran reto para el Gobierno del presidente egipcio Al-Sissi. 

Sin embargo, la medida propuesta por los acreedores que probablemente sea la más controvertida entre Sissi y sus principales partidarios se refiere a la desinversión en empresas estatales y militares. El objetivo de esta iniciativa es reducir la huella gubernamental y militar en la economía y atraer la tan necesaria inversión extranjera. 

Ante una ayuda del FMI considerada insuficiente, Egipto buscó dinero en otros lugares, sobre todo entre sus vecinos del Golfo. 

REUTERS/Presidencia egipcia - Fotografía de archivo, el Presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi (D), se sienta con el Jeque Tamim bin Hamad al Thani de Qatar a su llegada antes de la Cumbre Árabe en Sharm el-Sheikh, en la gobernación del Sinaí meridional, al sur de El Cairo, el 28 de marzo de 2015
REUTERS/Presidencia egipcia - Fotografía de archivo, el Presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi (D), se sienta con el Jeque Tamim bin Hamad al Thani de Qatar a su llegada antes de la Cumbre Árabe en Sharm el-Sheikh, en la gobernación del Sinaí meridional, al sur de El Cairo, el 28 de marzo de 2015

Los Estados del Golfo adoptan una línea dura con Egipto, a pesar de que son los principales proveedores de inversiones

Según Jeune Afrique, “los grandes aliados del Golfo” estaban dispuestos a invertir mucho más en la economía egipcia, en particular a través de sus fondos soberanos y sus inversores. James Swanston, de Capital Economics, explica también que los países del Golfo ya habían empezado a invertir en la economía egipcia en 2022, antes de que llegara el préstamo del FMI. Sólo en 2022, cuando Egipto iniciaba su proceso de privatización, la publicación económica Enterprise contabilizó 66 inversiones de capital, más del doble que en 2021. 

El Fondo Soberano egipcio consiguió atraer 3.300 millones de dólares en inversiones, más que el importe de la ayuda concedida por el FMI. No obstante, los socios del Golfo trabajan en consonancia con el Fondo, en particular animándoles a presionar a El Cairo para que emprenda las reformas estructurales antes mencionadas. 

REUTERS/JOHANNES P.CHRISTO - Logotipo del FMI en la Reunión Anual del Fondo Monetario Internacional
REUTERS/JOHANNES P. CHRISTO - Logotipo del FMI en la Reunión Anual del Fondo Monetario Internacional

Según Jeune Afrique, citando a Enterprise, los principales protagonistas de esta tendencia son el fondo soberano del holding ADQ de Abu Dabi y el fondo de inversión pública de Arabia Saudí. A través de 40 transacciones, estos actores han adquirido participaciones minoritarias significativas, por valor de más de 3.100 millones de dólares, en importantes empresas egipcias cotizadas en bolsa y propiedad del Estado. Así, ahora poseen conjuntamente el 41,5 % de Abu Qir Fertilizer Company y el 45 % de Mopco, los dos principales productores de fertilizantes de Egipto, cuyo valor ha aumentado considerablemente en los últimos tiempos. 

ADQ también se ha convertido en el mayor accionista privado del mayor banco privado de Egipto, Commercial International Bank (CIB), tras adquirir una participación del 17,5 % por 911,5 millones de dólares. El fondo saudí, por su parte, posee el 25 % de la empresa estatal egipcia de financiación electrónica y está en negociaciones para adquirir el United Bank of Egypt al Banco Central de Egipto. 

AFP/KARIM SAHIB - Emiratos Árabes Unidos
AFP/KARIM SAHIB - Emiratos Árabes Unidos

Los Estados del Golfo, acreedores más exigentes 

“Lo más importante es el apoyo de nuestros amigos, Emiratos, Arabia y Kuwait”, declaró al- Sissi en una cumbre celebrada en Dubái. Sin embargo, la realidad demuestra que los Estados del Golfo han adoptado un nuevo enfoque para ayudar a los países en dificultades. Por ejemplo, el ministro saudí de Finanzas, Mohammed al-Yadaan, declaró que Riad “ha cambiado su forma de ayudar”. “Antes concedíamos los presupuestos sin condiciones; ahora queremos ver cuál es nuestro interés en todo esto”, dijo en enero en Davos. 

Según Hafsa Halawa, investigadora del Carnegie Middle East Center, “los aliados del Golfo pretenden ahora obtener una participación mayoritaria en determinados activos estatales egipcios a cambio de ayuda adicional”. La investigadora añade que, aunque los Estados del Golfo continúen ayudando a su socio egipcio, éste tendrá ahora que “tener en cuenta sus prioridades económicas y consideraciones comerciales, que parece que determinarán tanto la forma como el volumen de los flujos de inversión en los próximos años”. 

PHOTO/FILE - Bolsa de El Cairo
PHOTO/FILE - Bolsa de El Cairo

Arabia Saudí, centro neurálgico del progreso tecnológico 

Recientemente, las empresas saudíes han mostrado un interés creciente por adquirir nuevas empresas egipcias especializadas en diversas tecnologías. Esto ha ido acompañado de una importante expansión de la inversión saudí en el sector tecnológico egipcio. La estrategia de Arabia Saudí para adquirir entidades tecnológicas egipcias consiste en buscar instituciones locales que operen con menos capacidad en Egipto, mientras que operan con una capacidad más intensiva en otros mercados y países. 

Por ejemplo, la agencia de noticias Al-Arab informa de que Mazid Financial Technology ha revelado que está explorando una alianza saudí-egipcia para adquirir una participación de entre el 40 y el 49 %. Se espera que la operación concluya a finales de año, y los fondos obtenidos se utilizarán para financiar la expansión de la empresa a otros países. 

Una vez más, la empresa egipcia de tecnología profunda Intella ha conseguido 3,4 millones de dólares en una ronda de financiación previa a la serie A. La ronda de financiación fue liderada por HALA Ventures, con sede en Arabia Saudí, y Wa'ed Ventures, la rama de capital riesgo de Aramco. Según Arab News, la inyección de capital acelerará la incursión de Intella en el mercado saudí y apoyará el desarrollo de modelos de inteligencia artificial adaptados al público de Oriente Próximo y el Norte de África. 

PHOTO/REUTERS - La petrolera Saudi Aramco
PHOTO/REUTERS - La petrolera Saudi Aramco

En otro acontecimiento significativo, el director general y fundador de la empresa, Nour Taher, declaró a Arab News que Intella había empezado a trasladar su sede al Reino tras ganar popularidad en el país. El traslado es una prueba del progreso de Arabia Saudí en el campo de la inteligencia artificial, que se ha convertido en un centro neurálgico del avance tecnológico en Oriente Próximo. 

Para Walid Gad, antiguo presidente de la Cámara de la Industria de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, invertir en Egipto permite a Arabia Saudí ahorrar en costes de mano de obra, más bajos que en el Golfo. Añade que en el próximo periodo se producirán nuevas transacciones en el sector, a medida que las empresas busquen financiación. 

La competencia del Golfo dificulta el desarrollo de las empresas egipcias locales 

Sin embargo, las empresas de tecnología financiera que operan en Egipto se enfrentan a crisis debido al agotamiento de la financiación y a la creciente competencia por hacerse con una parte del pastel del sector. 

Para Mohamed Saeed, jefe de la división de software de la Asociación Etisal de Tecnología de la Información de El Cairo, aunque la competencia entre los países del Golfo por invertir en Egipto ha tenido muchas consecuencias positivas, también está perjudicando a las empresas locales. Al comerciar con divisas fuertes, las grandes empresas saudíes y del Golfo impiden indirectamente el crecimiento de las empresas egipcias locales, que no pueden competir con sus homólogas del Golfo por los trabajadores. 

Por último, el factor más importante de la tecnología de la información es el elemento humano profesional, afirma Arab News. Por consiguiente, las sucesivas crisis en Egipto y la adquisición de empresas locales por inversores del Golfo podrían provocar un agotamiento del talento egipcio. 

AP/AMR NABIL - Vista general que muestra la ciudad de Riad tomada desde la torre Mamlaka, un rascacielos de 99 pisos, en Riad, Arabia Saudí
AP/AMR NABIL - Vista general que muestra la ciudad de Riad tomada desde la torre Mamlaka, un rascacielos de 99 pisos, en Riad, Arabia Saudí

Egipto se enfrenta a una compleja y profunda crisis económica, agravada por las repercusiones de la guerra de Ucrania. En respuesta, las inversiones masivas de Arabia Saudí en la economía egipcia, especialmente en el sector tecnológico, han supuesto un apoyo sustancial. Sin embargo, la feroz competencia entre los inversores del Golfo por hacerse un hueco en el mercado egipcio amenaza a las empresas egipcias locales, poniendo en peligro su crecimiento y su talento. Las decisiones que tome Egipto en los próximos meses, en respuesta a las demandas de sus cada vez más exigentes socios del Golfo y a las oportunidades de desarrollo tecnológico, tendrán importantes implicaciones para su futuro económico y político. 

Arabia Saudí, como centro neurálgico del progreso tecnológico en Oriente Medio, sigue ejerciendo una influencia creciente en la economía egipcia. La relación entre ambos países, marcada por importantes inversiones y ambiciones compartidas en el sector tecnológico, está llamada a desempeñar un papel clave en la futura trayectoria de Egipto en el escenario económico regional. 

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