El HCP prevé un crecimiento económico del 3,8 % para Marruecos en 2025

Marruecos puede experimentar un importante crecimiento económico en 2025.
El Alto Comisionado del Plan (HCP) prevé un crecimiento económico del 3,8% para el país norteafricano en 2025, después de la estimación hecha el año anterior que hacía referencia a un auge del 3 %.
El crecimiento tiene que ver con el sector agrícola y el trabajo realizado en otras actividades no agrícolas, según lo presupuestado para 2025.
En 2024/2025, se espera que la campaña agrícola esté influenciada por mejores condiciones climáticas, mucho más favorables que las del periodo anterior, ya que esta generó una producción de cereales limitada a 31,2 MQx debido a un grave déficit pluviométrico.

Las precipitaciones marcaron el buen inicio a la campaña y la reanudación de estas a principio de año debería mejorar la producción vegetal. Por el contrario, se cree que las actividades ganaderas se seguirán enfrentando al impacto de la sequía y al desafío de la reconstitución del ganado nacional.
En relación con la pesca marítima, esta tuvo un aumento del 6,5 % en 2025, tras el 3,8 % estimado en 2024. Se espera que el sector primario tenga una mejora del 4,2 % este año. De esta manera, se prevé que esto contribuya a 0,4 puntos al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), tras la contribución negativa en el último año de 0,5 puntos.
De esta manera, se espera que el valor añadido agrícola aumente a un 4,1 % este año, bajo la premisa de una baja producción de cereales, inferior a la media, tras la disminución del 5 % en 2024.

Actividades no agrícolas
En 2024, las actividades no agrícolas registraron un aumento del 3,8 % en 2024 y para 2025 se espera que aumente un 3,6 %. Estas actividades son apoyadas por el sector de la construcción, las actividades mineras, las actividades industriales y su dinámica continua. Además, las actividades del comercio, turismo y transporte también influyen en este aumento.
En relación con la actividad industrial, que representa el 59 % del valor añadido secundario de media entre 2019 y 2023, se espera que aumente un 3,7 % en 2025 después de una mejora prevista del 4 % en 2024.
Las industrias químicas han tenido un impulso en su actividad debido al aumento de la demanda externa. En 2024 experimentó un repunte del 12,9 %, en comparación a solo el 1,2 % en 2023. Esto se debe al fortalecimiento de la industria de fertilizantes químicos de exportación, ya que se benefició de la limitación de las exportaciones chinas y rusas de fertilizantes fosfatados, mientras que India y Brasil aumentaban su demanda. Se espera que en 2025 estas industrias mantengan su aumento, pero con más lentitud, debido a la continuación de la demanda externa de estos productos.

Además, las industrias de equipos de transporte habrían registrado un crecimiento del 14,4 % en 2024 por la implantación de nuevos fabricantes de equipos y a la expansión de las fábricas de equipos y las de automóviles que habrían permitido aumentar la capacidad de producción. Asimismo, la subida de las ventas en el ensamblaje y los sistemas de interconexión de cableado eléctrico habrían apoyado a la industria aeronáutica.
Se espera que estas industrias, en 2025, continúen su dinamismo con un crecimiento del 9,6 % de manera de aprovechar las inversiones extranjeras directas en el sector automotriz. Estas inversiones deberían permitir la introducción de nuevas tecnologías y fortalecer la producción nacional.
La industria textil se estima que seguirá sufriendo la baja competitividad en el mercado mundial, debido al predominio de las actividades informales, la dependencia de los mercados europeos, así como los elevados costes energéticos y la debilidad de su sector textil nacional. De esta manera, su valor añadido habría experimentado un crecimiento negativo del 3 % en 2024, antes de mejorar ligeramente en un 1,7 % este año.

Por otro lado, se espera que la industria textil siga sufriendo la baja competitividad en el mercado mundial, la fuerte dependencia de los mercados europeos y el predominio de las actividades informales, en un contexto de elevados costes energéticos y la debilidad del sector textil local ascendente. Como resultado, su valor añadido habría experimentado un crecimiento negativo del 3 % en 2024 antes de mejorar ligeramente en un 1,7 % en 2025.
Por otro lado, respecto a la actividad de la industria agroalimentaria, que representa el 27,5 % del valor añadido industrial de media entre 2019 y 2023, se estima que registrará un aumento moderado de casi el 1,3 % en 2025, en lugar del 0,9 % que se estimaba en 2024 y una disminución en 2023, debido a las repercusiones de la agricultura.

Se espera que en 2025 sigan creciendo las actividades en el sector de la construcción, con un crecimiento del 3,8 %, en vez del 4,2 % estimado en 2024. Este aumento debería estar influenciado por la disminución de los precios en los materiales de construcción y por el alivio de las condiciones de financiación, lo que fomentaría la inversión de los promotores inmobiliarios. Además, esto también podría beneficiarse de la organización de grandes eventos deportivos.
Además, la actividad minera, que está muy relacionada con la industria química, habría recuperado un 17,9 % en 2024, generando un cambio positivo después de dos años seguidos de caídas: 23 y 2,7 % en 2022 y 2023, respectivamente. Esta recuperación representa la consolidación de la producción de fosfato crudo, impulsada por una mayor demanda nacional de las industrias de transformación de fertilizantes químicos.

En relación con lo anterior, se espera que para 2025 el sector continúe su fortalecimiento con un aumento del 5,9 %, respaldado por el aumento continuo de la producción comercial del fosfato.
En estas condiciones, el sector secundario debería alcanzar un valor añadido del 3,8 % más en 2025, después del 5,1 % estimado en 2024, contribuyendo así unos 0,9 puntos al crecimiento económico nacional en lugar de 1,2 puntos en 2024.
En cuanto al sector terciario, que está principalmente orientado al mercado interno, se espera que siga apoyando al crecimiento económico en 2025, con un aumento del 3,5 %. Esta mejora se podría atribuir a la mejora de los servicios no comerciales del 3,2 % en 2025 y la actividad comercial, que cuenta con un valor añadido del 19 % en el sector terciario en el período 2019-2023.
En relación con los servicios prestados a empresas, se espera que la evolución de estos sea del 3,8 % este año, debido a la recuperación de la actividad del sector secundario.

En relación con esto, se espera que las actividades inmobiliarias mejoren un 2,2 % en 2025, debido a la recuperación de la construcción.
El sector turístico se espera que tenga una mejora en su valor añadido del 7,4 % tras un impulso del 23,5 % registrado en 2023 debido a los ingresos turísticos. En cuanto al valor añadido de este sector, se espera que mejore un 7,4 % en 2025, en lugar del 7,7 % esperado en 2024, tras un repunte del 23,5 % registrado en 2023. Esto se debe a la organización de eventos internacionales y a los esfuerzos de promover Marruecos como destino turístico.

En este contexto, y considerando el aumento previsto de los impuestos y tasas sobre los ingresos netos de las subvenciones, que será del 5 % en 2025, tras haber sido del 5,7 % en 2024, se proyecta que el PIB registre un crecimiento del 3,8 % en 2025, tras un aumento estimado del 3 % en 2024. Se prevé que el crecimiento del PIB pase del 4,5 % en 2024 al 5,9 % en 2025 lo que implicaría una inflación, medida a través del índice implícito del PIB, del 2,1 % en 2025, frente al 1,5 % esperado para 2024.