Discurso del Trono: un llamado a la paz, al fin del conflicto y al respeto del derecho internacional

Este discurso representa un verdadero llamado a la paz, la seguridad, el desarrollo, la alianza entre los pueblos y la resolución pacífica de los conflictos.
La Alianza afirma que el llamado del Reino de Marruecos a la apertura al entorno regional y a la vecindad inmediata contribuirá a la comprensión de los vínculos entre los pueblos marroquí y argelino, eliminará los obstáculos a la apertura de las fronteras, cerradas desde 1994, y revitalizará los proyectos de desarrollo en el Magreb y la integración entre ambos países vecinos, así como entre ellos y los países del norte y del sur del Mediterráneo.
La claridad y firmeza de la posición real sobre las profundas relaciones humanas e históricas que unen a los pueblos marroquí y argelino, y su conexión a través del idioma, la religión y la geografía, sólo puede ser igualada por un compromiso serio y responsable por parte de la vecina Argelia para abordar las deficiencias que han agobiado a los pueblos de la región, rechazar la discordia y rectificar sus posturas hacia su vecino del norte con el fin de consolidar la unidad basada en una comprensión profunda de un destino compartido y de los afluentes civilizatorios, culturales e identitarios que abrazan los puntos de convergencia entre los pueblos argelino y marroquí.
Si bien elogiamos el compromiso real de tender una mano a Argelia y la disposición de Marruecos a llevar a cabo un diálogo franco y responsable, y lo consideramos un paso avanzado para poner fin a las diferencias pendientes entre los dos países, buscamos la apertura de los responsables argelinos, los partidos políticos y la sociedad civil a esta sincera invitación para iniciar un diálogo serio sobre las razones de las relaciones tambaleantes entre los dos países, y para discutir la cuestión de interactuar con la voluntad real expresada en el discurso real e involucrar a todos los matices del espectro político y civil argelino, basados en nuestra convicción en la alianza de las ONG saharauis de la necesidad de trabajar en asociación dentro de un marco inclusivo, donde la diversidad se considera una riqueza y no una amenaza, y que requiere la participación, la inversión y el pleno compromiso de los gobiernos, los organismos políticos y los componentes del espacio civil, para alcanzar un entendimiento fortalecido y rechazar todas las causas de división y defender la unidad y las relaciones de buena vecindad para celebrar esta diversidad fusionada con los valores comunes de los pueblos de la región.
Como organizaciones no gubernamentales que trabajamos en el ámbito de los derechos humanos en la región del Sáhara y el Norte de África en general, queremos expresar nuestra preocupación por el sufrimiento de nuestros hermanos saharauis en los campamentos de Tinduf, como consecuencia de la negación de su estatus jurídico que les da derecho a la protección de la Convención Internacional sobre el Estatuto de los Refugiados y su Protocolo Adicional, y por la continua comisión de graves violaciones contra civiles saharauis en los campamentos y sus alrededores sin que se realicen investigaciones sobre las causas y los contextos de la comisión de estos crímenes ni se atribuyan responsabilidades y sanciones a los infractores.
Dado el creciente reconocimiento internacional de la credibilidad y validez de la propuesta de autonomía presentada por el Reino de Marruecos en 2007 como una solución avanzada para poner fin al sufrimiento de los saharauis en los campamentos de Tinduf, y el elogio de muchos países y gobiernos por los logros del Reino de Marruecos en la protección y promoción de los derechos humanos a nivel local, nacional e internacional, y el fortalecimiento de la cooperación internacional, y la mayoría de los saharauis expresando su aceptación del plan presentado como un bálsamo para las heridas de los saharauis y una solución que contribuirá a los esfuerzos de reunificación, siguiendo el llamamiento real “La patria es indulgente y misericordiosa”, que pudo asegurar el retorno de más de 15.000 saharauis a su patria y permitirles vivir con dignidad en su tierra en un clima caracterizado por el Estado de derecho y el acceso seguro a los derechos y libertades.
Ha llegado el momento de diseñar nuevos mecanismos para apoyar y fortalecer este impulso diplomático, activando las instituciones nacionales implicadas en la dinámica de la defensa del Sáhara marroquí, fortaleciendo el dinamismo de los componentes de la sociedad civil capaces de llegar a un público más amplio, y demostrando la voluntad del Reino de Marruecos de poner fin al conflicto artificial y reforzar la convicción internacional sobre la validez, credibilidad y seriedad del plan de autonomía como solución innovadora a los conflictos más complejos, debido a la interrelación de factores internos, externos y geoestratégicos que han obstaculizado su solución durante cinco décadas.
Sobre esta base, la Alianza de ONG saharauis insta a:
- La necesidad de que las autoridades argelinas se muestren receptivas al llamamiento real para iniciar un diálogo franco y responsable que supere los obstáculos que impiden resolver las cuestiones pendientes entre ambos países, garantice la comunicación entre los dos pueblos hermanos y revitalice los lazos de vecindad y hermandad que los unen.
- Instar a las autoridades marroquíes a que adopten medidas y acciones concretas para implementar mecanismos de regionalización ampliados sobre el terreno, apoyando los componentes y competencias de las provincias del sur e implicándolas en la implementación de políticas destinadas a sentar las bases de la propuesta de autonomía, en consonancia con el rápido desarrollo y el progreso real de la región.
- Fomentar la apertura al diálogo y al debate público sobre cuestiones jurídicas internacionales relacionadas con la integridad territorial y su protección frente a los proyectos de partición, y explorar experiencias de autonomía, tanto en instituciones académicas y de investigación universitaria como en el ámbito civil, para garantizar la amplia difusión del conocimiento.
- Apoyar iniciativas para destacar los vínculos históricos, religiosos y culturales entre las regiones del Sáhara y el resto de Marruecos, y contribuir a los programas de cooperación y a la construcción de puentes de comunicación civil entre el Reino de Marruecos y Argelia, con el fin de corregir los estereotipos sobre la marroquinidad del Sáhara generados a raíz de errores del pasado.
- Combatir el discurso de odio generalizado relacionado con el conflicto y contribuir a la construcción de sociedades más pacíficas y justas, creando condiciones para una convivencia armoniosa en la región del Magreb, sin discriminación, persecución ni ataques virulentos contra quienes apoyan el Sáhara marroquí, y trabajando para construir un espacio inclusivo que promueva la reconciliación nacional y regional.
- Intensificar los esfuerzos nacionales y regionales para combatir el aumento de la desinformación, las mentiras peligrosas y el discurso de odio en las redes sociales, en relación con los intentos de presentar el conflicto del Sáhara marroquí como una cuestión de descolonización en lugar de como una vía para completar la integridad territorial de Marruecos.
- Trabajar para alentar a los países del Magreb a que ajusten sus políticas nacionales a las exigencias del derecho internacional en materia de integridad territorial y su protección frente a amenazas o injerencias externas, guiándose por lo dispuesto en el artículo 2, párrafo 4, de la Carta de las Naciones Unidas, que prohíbe el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado.