Eva Cifuentes
Pie de foto: Ruinas de la antigua ciudad de Lixus, al norte del puerto marítimo de Larache en Marruecos. AFP PHOTO/FADEL SENNA
Las ruinas de Lixus se encuentran en la conocida ciudad de Larache, al norte de Marruecos. Un complejo arqueológico del que todavía queda mucho por descubrir, pues como ha explicado el arqueólogo del lugar Mohamed Kabiri Alaoui, “tan solo se ha excavado un 15%”. Tras años de abandono, este lugar vuelve a estar en la agenda de los sitios que visitar y reabre al público con mucha historia que contar y observar.
Lixus fue el puerto pesquero más relevante de Occidente en los tiempos del Imperio Romano, y alcanzó su máximo esplendor bajo el reinado del emperador Claudio (41-54 d.C). Su ubicación se encuentra sobre una colina junto al estuario del río Lukos, y cerca de la ciudad de Larache. En su época dorada, Lixus se alzó como una factoría de salazones de pescado y de una especie de caviar denominado “garum”. Sus creaciones gastronómicas eran conocidas y muy demandadas, de hecho se tiene constancia de que estas delicias del mar se exportaban hasta lugares remotos (para aquellos tiempos) como Chipre, Alemania e incluso Líbano.
El pescado era el motor de esta polis hasta tal punto que, en el complejo, se encontraron monedas con grabados o dibujos de peces. Hallazgo que demuestra lo crucial que era esta materia prima en la zona, pues en las caras de las monedas se grababan las figuras de las personas más relevantes como en aquel entonces eran los emperadores, por ejemplo. En la visita a este complejo arqueológico todavía se pueden observar las cisternas donde se salaba el pescado así como un anfiteatro romano único en el continente africano.
Un lugar de leyenda
Además de un antiguo barrio comercial, lleno de vida y con mucha actividad portuaria y comercial; Lixus tiene un componente mitológico. Tal y como refleja la leyenda, en este lugar Hércules realizó uno de sus conocidos como ’12 trabajos’. La mitología sitúa en Lixus el jardín de las Hespérides, donde las hijas de Atlas cultivaban las manzanas de oro que proporcionaban la inmortalidad y que se encontraban bajo la custodia de un dragón de 100 cabezas.
Con el paso de los años el esplendor de Lixus se fue apagando poco a poco hasta convertirse en un complejo en ruinas abandonado en su totalidad. Tras muchos años, Marruecos ha vuelto a abrir a las visitas los vestigios de lo que un día fue el puerto marítimo de occidente. En las ciudades de alrededor el pescado todavía continúa siendo el motor comercial y el principal sustento de la población, aunque ya no se comercia con el antiguo “garum”, pero sí se obtiene otra delicatesen marítima como son las angulas.