Directamente después de anunciar la aprobación oficial de la candidatura para la organización del Mundial de fútbol 2030 del trío Marruecos-España-Portugal por parte del Comité Ejecutivo de la FIFA, se lanzaron los mensajes, los comentarios e incluso los análisis positivos que arrojan luz sobre esta decisión histórica de la Federación Internacional de Fútbol Asociación, no solamente en los tres países, sino en todos los rincones del planeta.
Como país honrado por ser admitido, primero, como anfitrión de la Copa de África y, segundo, por acoger la celebración del Mundial de 2030, los interesados en el tema sean periodistas, analistas, diplomáticos o especialistas en el fútbol no han cesado, desde la difusión de la noticia, de analizar y estudiar esta victoria desde los varios puntos de vista: político, económico, social y moral.
Se trata de un evento muy interesante que ha cosechado el interés de todos los medios de comunicación a nivel nacional e internacional, por ser una excepción muy particular en la historia del fútbol mundial; ya que reunirá a dos continentes vecinos por una parte y un tercero lejano juntando tres tierras del globo terrestre diferentes en sus culturas y semejantes en sus ambiciones.

Como consecuencia natural de esta sorpresa tan maravillosa y sin par para el pueblo marroquí, la prensa del país se armó de sus medios para, primero, celebrar este logro y, segundo, para analizar sus horizontes de aquí a 2030, previendo el futuro del Reino como nuevo líder mundial capaz de influir positivamente en la realidad geopolítica internacional.
En la escena nacional, reina un ambiente de alegría y orgullo que comparten todos los marroquíes, desde el momento en el que el rey Mohamed VI anunció a su pueblo el logro que había conseguido el Reino junto con dos países vecinos como España y Portugal siendo oficialmente país anfitrión de la Copa del Mundo 2030.
El hecho de que Marruecos albergará el Mundial de 2030 junto con dos países europeos y tres latinoamericanos es un evento cuyo eco ha llegado a todo el mundo pasando por los países árabes, precisamente los del Magreb árabe han comentado positivamente el logro de Marruecos.
Por su parte, analistas tunecinos han destacado cómo “Marruecos se ha convertido en un modelo a seguir, yendo paso a paso hacia el desarrollo”. “A pesar de los medios limitados, ha conseguido superar a algunos países y se ha vuelto un Estado cómodo capaz de organizar un campeonato de gran envergadura como es el Mundial”, según declaró un analista en un programa televisivo tunecino en directo.

En el mismo contexto, el opositor y periodista argelino Oualid Kabir felicitó, en su declaración, al pueblo marroquí afirmando que “tiene derecho a estar orgulloso de su Rey y su Patria”, agregando: “Los marroquíes trabajan y nosotros en Argelia hablamos”.
Muchos medios de comunicación tanto escritos como audiovisuales han comenzado el análisis de los frutos que cosechará este logro para la economía del país, de modo que será una oportunidad para consolidar la confianza de la que goza Marruecos a nivel internacional.
Así que la mayoría de los medios han focalizado su análisis en las consecuencias positivas de este evento; por un lado, en materia de desarrollo económico incluyendo las inversiones extranjeras y la mejora de infraestructuras, abriendo caminos para consolidar las asociaciones y la cooperación entre Rabat, Madrid y Lisboa.
Una colaboración que se estima que empiece hoy en día y continúe hasta conseguir el éxito deseado y seguirá de pie hasta después del Mundial.
Por otro lado, este evento contribuirá también a reforzar el poder blando que ejerce el Reino de Marruecos, a través de sus esfuerzos diplomáticos y estrategias eficientes en la gestión de crisis políticas, riegos sanitarios y desastres naturales en un área no solo nacional, sino continental e internacional.
Este evento será, cierto, una oportunidad para promocionar la imagen de Marruecos y el Made in Morocco a escala mundial y sostener su posición como actor principal en la escena internacional, siendo el líder africano que aprende de la experiencia europea.

El rey de Marruecos fue el primero en dar la noticia a su pueblo, compartiendo con todos los marroquíes del mundo la victoria de haber sido elegido por unanimidad Marruecos-España-Portugal como única candidatura para organizar la Copa del Mundo 2030. El monarca alauí felicitó en un comunicado especial del Gabinete Real al Reino de España y la República de Portugal, destacando “el compromiso de su país a trabajar en completa sinergia con los países anfitriones”.
La decisión del Consejo de la Federación Internacional de Fútbol ha sido tema de gran interés para los seis países pertenecientes a tres continentes, particularmente por incluir por primera vez a un país africano: Marruecos. Así que, ha generado reacciones muy positivas de los lideres de los países concernidos por el campeonato. De manera que, el primer ministro portugués ve en dicha decisión “un evento de enorme éxito y una ocasión para demostrar que son países capaces de organizar grandes eventos”.
Para España, organizar el Mundial junto con Marruecos y Portugal es “un gran orgullo, así como será una oportunidad para demostrar los verdaderos valores del deporte como la igualdad, solidaridad y la sana competición”. Según escribió Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, en su cuenta en la plataforma X.
Para Gianni Infantino, presidente de la FIFA, “celebrar el fútbol en dos continentes transmite un mensaje de paz, tolerancia e inclusión”, lo cual refleja la nueva misión del fútbol como arma suave que puede luchar por la paz y la tolerancia y la convivencia en un mundo repleto de conflictos, guerras y catástrofes naturales.
Tras haber obtenido el honor de organizar la Copa de África 2025, los estadios marroquíes estarán listos para acoger los partidos de la Copa de África y luego la Copa del Mundo que será un éxito incomparable, la prensa marroquí no sólo difundió este logro a lo largo y a lo ancho, sino que también agradecieron al rey alauí y a Fouzi Lekjaa, presidente de Real Federación Marroquí de Fútbol, por este triunfo histórico.