Los expertos afirman que el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en Argelia tendría “consecuencias sociales y políticas dramáticas”

Por Ahmed Brahim
Foto: Un edificio en construcción en la ciudad argelina de Mascara.
Argelia es un país rico en hidrocarburos, pero pobre en materia social. El nivel de vida medio de la población es relativamente bajo y los problemas sociales son muchos y graves. La falta de viviendas a precios asequibles es un de ellos. Sin embargo, Argelia ha creado, sobre todo en grandes urbes como Argel, Orán y Constantina y en ciudades de tamaño medio, una burbuja inmobiliaria. La construcción, que en muchos casos va de la mano de la obra pública y la ingeniería, avanza a buen ritmo y el negocio resulta redondo para las empresas locales y extranjeras, entre las que hay varias españolas. Acciona, Grupo Ortiz, Assignia, OHL, ACS o FCC son algunas de estas empresas. Edificios, complejos urbanísticos, carreteras y autopistas, desaladoras, modernización ferroviaria e instalaciones gasísticas son algunos de los proyectos que llevan a cabo las compañías españolas del sector. Las excelentes relaciones diplomáticas entre Madrid y Argel generan confianza a los inversores españoles. Pero no todo es de color rosa en el sector de la construcción en Argelia. Algunos expertos temen que pinche la burbuja inmobiliaria, lo que tendría consecuencias económicas y sociales desastrosas para el país norteafricano. Es lo que piensa Abderrahmane Mebtoul, profesor universitario y experto internacional en managment estratégico. Mebtoul asegura que si cayera el precio de los hidrocarburos en Argelia, los bancos se verían en la obligación de subir los tipos de interés. “Esto provocaría una crisis social sin precedente”, advierte el experto argelino. El precio del barril Brent durante el cuarto trimestre, que hasta ahora se mantenían en los 107 dólares, se reducirá hasta los 96 dólares por barril. El economista recuerda que “el impacto de la crisis financiera de 2008 no ha acabado” y “esta crisis ha tenido un impacto en la economía argelina totalmente centrado en los hidrocarburos, que representan el 98% de los ingresos y las divisas y el 70% de las necesidades de las familias y de las empresas; y representan también el 80% de la deuda pública”. Por ello, según Mebtoul, la consecuencia de esta dependencia de los hidrocarburos, si caen los ingresos y aumentan el déficit público y los tipos de interés bancarios, sería el pinchazo de “una burbuja inmobiliaria con consecuencias sociales y políticas dramáticas”. Las previsiones de este experto y profesor universitario no parecen exageradas en un país donde las transferencias sociales del Estado –unos 60.000 millones de dólares- representan el 27% del PIB.
Recordando a España y Estados Unidos
El recuerdo del estallido de la burbuja inmobiliaria en países capitalistas desarrollados como España e Irlanda en Europa y en ciertas regiones de Estados Unidos asusta a muchos economistas y expertos argelinos, que saben perfectamente que un fenómeno similar tendría un efecto social, económico y político más grave en un país en desarrollo como Argelia. “Es grave que un país rico se endeude más de la cuenta, pero es mucho peor cuando el país que se endeuda no está plenamente desarrollado. Es el caso de Argelia, donde la clase media urbana es dependiente de los créditos bancarios que ha suscrito con las entidades financieras, tiene poco margen de maniobra y puede desaparecer de la noche a la mañana. Las crisis de Occidente, cuando llegan al Tercer Mundo, son más devastadora”, señala para Atalayar el economista argelino Ali Dib. Abderrahmane Mebtoul teme que el pinchazo de la burbuja inmobiliaria esté a la vuelta de la esquina en su país. “En caso de que caiga el precio de los hidrocarburos, se agoten los fondos de regulación de los ingresos y las reservas de cambio”, los bancos “tendrán que elevar sus tipos de interés, porque ya no podrán recapitalizarse a través de la renta de los hidrocarburos, y muchos ciudadanos que compraron un piso serán insolventes”, piensa este economista. Recuerda Mebtoul que Argelia ya vivió una grave crisis financiera y económica en la segunda mitad de los años 80 cuando los tipos de interés pasaron del 5 al 15%. Y lamenta que el modelo constructor argelino, “que consume mucho hormigón, cemento y energía”, haya copiado los errores cometidos en España. Mebtoul plantea la necesidad de impulsar profundas “reformas estructurales” en Argelia para que aumenten la productividad y la competitividad de la economía y ésta deje de depender casi exclusivamente de la producción y exportación de hidrocarburos.