Marruecos apuesta por su proyecto ferroviario desde Tánger a La Agüera
Marruecos quiere conectar norte y sur con una línea ferroviaria potente.
Se trata de seguir ampliando la red de trenes hacia el sur de cara a completar la línea entre Marrakech y La Agüera, pasando por Agadir.
Esta intención fue confirmada por Abdel Samad Kayouh, ministro de Transportes y Logística, en sede parlamentaria.
El plan que se desarrolla incluye la construcción de 1.300 nuevos kilómetros de Líneas de Alta Velocidad y 3.800 kilómetros de líneas ferroviarias estándar.
Este plan incluye el eje atlántico que conectará Tánger, desde Agadir vía Rabat, Casablanca y Marrakech, y el Corredor del Magreb, que unirá Casablanca con Oujda vía Rabat, Meknes y Fez.
La Línea de Alta Velocidad que une Tánger con Kenitra, que significa la primera fase de esta planificación, ha significado un éxito importante con un coste razonable para las arcas del Estado marroquí y una experiencia de viaje buena para los usuarios. Cabe destacar en este punto que hay un ahorro de tiempo importante utilizando esta vía de transporte entre Tánger y Casablanca.
El ministro de Transportes explicó que se firmó un acuerdo para financiar el estudio del proyecto Kenitra-Marrakech, de los cuales 857 millones de dírhams (unos 81 millones de euros) fueron asignados para unir Marrakech y Agadir.
Marruecos está a la vanguardia de red ferroviaria en África, sobre todo en materia de Líneas de Alta Velocidad, y busca seguir potenciando su entramado de transporte por tren.
Ya en 2024, el rey Mohamed VI explicó la importancia de vertebrar Marruecos de norte a sur con una red ferroviaria destacable que una el país desde Tánger a La Agüera. El año pasado, el soberano alauí dirigió a un discurso a la nación con motivo del cuadragésimo aniversario de la Marcha Verde en el que señaló: “También albergamos el sueño de construir una línea ferroviaria desde Tánger hasta La Agüera, para conectar Marruecos con el resto de África. Rezamos para que Dios nos ayude a encontrar los recursos financieros que hoy nos faltan para completar la línea Marrakech-La Agüera”.
El Plan Ferroviario Marruecos 2040 de la Oficina Nacional de Ferrocarriles (ONCF) busca conectar las principales ciudades del país norteafricano, modernizar los propios servicios de trenes y potenciar de esta manera la movilidad y el desarrollo económico y comercial en el país. Ya no solo para favorecer la evolución en la propia nación, sino también para promover las conexiones en un futuro con el resto del continente africano.
La ONCF planea extender la red hasta Marrakech principalmente en 2030 con motivo del próximo Mundial de fútbol que Marruecos coorganizará junto con España y Portugal. Una cita deportiva que va a exigir una importante red de infraestructuras de transportes a todos los niveles (por carretera, ferroviario y aéreo) para absorber todo el movimiento que habrá de delegaciones de países, visitantes y público en general.
El planeamiento de la ONCF para 2040 pretende ampliar la Línea de Alta Velocidad nacional de 322 kilómetros a 1.300 kilómetros de alcance. La línea Al-Boraq es el principal exponente de este entramado de Alta Velocidad y actualmente conecta Tánger con Casablanca desde 2018, con parada en Kenitra y Rabat.
Se planea extender una conexión hacia 43 ciudades en total frente a las poco más de 20 registradas en la red actual. Una extensión que abarcaría al 90 % de la población prácticamente en su totalidad, en lugar de algo más del 50 % que se cubre actualmente. Asimismo, 12 puertos y 15 aeropuertos internacionales estarán conectados, en comparación con los seis y uno de la actualidad.
Las autoridades estiman que este proyecto creará 300.000 empleos en todo el territorio nacional.
Un proyecto ferroviario hasta La Agüera que dará gran impulso también al Sáhara Occidental, región que reclama Marruecos como parte de sus provincias del sur y para la que plantea una fórmula de amplia autonomía bajo soberanía marroquí respetando las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que busca desarrollar al máximo el territorio propiciando un gran desarrollo social y económico y acabando con el conflicto saharaui que dura ya prácticamente cinco décadas desde el fin de la etapa colonial española.
