Marruecos se enfrenta a una escasez de carne roja debido a una grave sequía que ha afectado a su sector ganadero nacional. El país norteafricano ha solicitado recientemente importar ganado de Australia, uno de los mayores exportadores mundiales de ganado vacuno y ovino.
Según el medio de comunicación australiano ABC, el Departamento de Agricultura de Marruecos ha enviado una solicitud para iniciar negociaciones para la importación de ganado de Australia, incluyendo las condiciones propuestas para el comercio. La solicitud se produce en un momento en que los proveedores tradicionales de ganado de Marruecos, procedentes de Oriente Medio y África, también están luchando contra la escasez de agua y el cambio climático.

El país norteafricano ha estado importando carne roja de diferentes países, entre ellos Brasil y Uruguay, para satisfacer su demanda nacional y estabilizar los precios. En 2022 las importaciones brasileñas aumentaron un 88,82%. Sin embargo, estas importaciones no bastan para satisfacer el creciente apetito de carne de los consumidores marroquíes, que han visto aumentar su renta disponible en los últimos años.
La respuesta de Australia ha sido tímida. Aunque el Gobierno australiano se ha mostrado interesado en la exportación de este recurso, las condiciones para que esto se dé no son las más idílicas. El Sistema de Aseguramiento de la Cadena de Suministro del Exportador (ESCAS) australiano requiere a los países a los que exportan una acreditación bajo su sistema en el que se asegure unas instalaciones y procesos adecuados para el movimiento de ganado vivo. Junto con estas estrictas condiciones, Marruecos también posee un arancel a la importación de ganado del 200%, haciéndola desfavorecedora para el mercado australiano. El país oceánico mantiene también los planes de prohibición de exportación marítima de ovejas vivas impuestos por el ministro federal de Agricultura, Murray Watt.

De acuerdo con ABC News, el director gerente de Rural Export and Trading WA, Murray Frangs, tampoco apoya la posibilidad de una exportación a corto plazo de este producto, ya que las condiciones actuales de mercado australiano no la apoyan. “Esbozamos que hay una serie de factores que tendríamos que superar para llegar allí y no vimos que habría ninguna oportunidad en el corto o mediano plazo para abordar eso (…), en la improbable situación de que esto tuviera una oportunidad a más largo plazo, podría valer la pena considerarlo, pero en esta etapa no parece ser eso”, declaró Frangs.
Mientras que los proveedores africanos y árabes de Marruecos tampoco son capaces de poder suplir con el consumo de carnes rojas marroquíes, instituciones como el Banco Mundial o la Unión Europea han cubierto con ayudas al reino alauí para poder combatir la sequía que acecha al país, y desarrollar nuevos métodos de agricultura y ganadería para poder sobrellevar esta situación que parece que se mantendrá en los años venideros.