La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de México señaló la falta de combustible en la frontera norte con Estados Unidos. Las razones de este problema de abastecimiento de gasolina se deben a los precios altos de combustible en Estados Unidos, que han incentivado a sus ciudadanos a cruzar la frontera con México para adquirir la gasolina a un menor precio.
“La escasez de gasolinas que se ha reportado en algunos lugares de la zona fronteriza de México con Estados Unidos, deriva de un incremento de estos combustibles en la región”, explicó la SHCP.
Los precios más bajos en la gasolina mexicana han generado también un problema de abastecimiento de productos de primera necesidad en el país, debido a que la alta demanda de combustible ha dificultado que los importadores puedan movilizar sus vehículos.

“La situación prevaleciente en la región fronteriza se debe a un desbalance entre oferta y demanda, derivado de los altos costos de los combustibles en el mundo y los precios más bajos de México respecto a los de Estados Unidos”, afirmó el organismo.
Ante esta situación, las estaciones de servicio desabastecidas, junto con el Gobierno mexicano, han eliminado en la frontera los estímulos fiscales sobre los combustibles que permiten los precios más baratos, afectando con esta medida a 40 municipios mexicanos de la región. Una medida que estará vigente del 2 al 8 de abril, según afirma el comunicado de Hacienda.

La secretaria mexicana ha matizado que la propuesta de eliminar los estímulos fiscales pondrá freno a los desplazamientos de vehículos estadounidenses, aunque también lo sufrirán miles de ciudadanos mexicanos que deberán asumir de golpe el alza del combustible.
La inflación mundial, incentivada por el conflicto armamentístico entre Rusia y Ucrania, ha elevado el precio global del petróleo, afectando a los combustibles y todos sus derivados.

El panorama mundial obligó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a ordenar la liberación de un millón de barriles de petróleo al día durante los próximos seis meses con el fin de evitar problemas de abastecimiento, una gran cantidad de barriles que tiene como finalidad controlar la subida de precio de los combustibles. Un galón de combustible actualmente supone 4,2 dólares, mientras que en 2019 se situaba en torno a los 2,24 dólares, una subida de prácticamente el 100%.

La medida adoptada por México en la frontera es temporal, y pretende controlar la escasez de combustible por la llegada de ciudadanos estadounidenses. En el resto del país, los estímulos fiscales continuarán normalmente, situando el precio a unos 24,5 pesos por litro (3,7 dólares por galón). Con esta solución el Gobierno mexicano espera compensar la pérdida de ingresos por los estímulos al IEPS con los excedentes que el aumento del precio del barril le dejará a su empresa productora estatal, Pemex, gracias a la exportación.
Coordinador de América: José Antonio Sierra.