Por Nacer Hadbi
Foto: Ricardo García Vilanova durante la presentación de su libro en Madrid/ Javier Barbancho.
Ricardo García Vilanova, un reportero de guerra español que estuvo secuestrado durante 194 días por un grupo terrorista en Siria junto al también periodista Javier Espinosa, presentó esta semana en el Centro Internacional de Prensa de Madrid 'Libya Close up', una mirada personal sobre el drama de la guerra civil y la violencia en el país magrebí. El libro cuenta con un total de 84 fotografías que muestran la crudeza de la guerra civil libia. Este magnífico trabajo fotográfico que realizó García Vilanova en Libia conmueve al lector, pero también le invita a reflexionar sobre el drama de la guerra. Los que ven los conflictos armados desde lejos, a través de la televisión y mientras están cenando en familia, o en tertulias periodísticas, no se pueden figurar lo que es una guerra. Da igual la naturaleza de esa guerra: imperialista, civil, de liberación nacional, mundial, regional… Todas las guerras son crueles e injustas y huelen a mierda y a sangre. Políticos profesionales, periodistas que cubren conflictos desde su cómoda redacción o desde un hotel de cinco estrellas, generales que nunca van a los campos de batalla, investigadores que no se acercan al peligro, demagogos y cantamañanas siempre buscarán mil argumentos para justificar la guerra. El ojo crítico de García Vilanova, el ojo de alguien que sí que puede hablar de lo que es una guerra porque ha estado en ella, capta el sufrimiento y el dolor de las personas sencillas y anónimas, de los que nunca suelen salir en un telediario o en la portada de un periódico. ‘Libya Close up’ es un testimonio sobre el sufrimiento, un grito de dolor y también de amor y respeto a los de abajo, a los que sufren en silencio en una guerra. La de Libia es un conflicto civil violento que ha hundido al país en el caos. La muerte y la desolación están en todas partes. Las 84 fotografías de García Vilanova reflejan esta triste y patética realidad: un civil se gira asustado y otro le va detrás alzando los brazos con gesto de victoria. En la misma foto se puede ver un tanque de combustible que acaba de explotar… Hay dolor por todas partes, mucho dolor. Ese dolor lo ha sabido captar el fotoperiodista García Vilanova. El trabajo del reportero de guerra de origen catalán recuerda a las instantáneas de Robert Capa.
Buen profesional y gran persona
García Vilanova es un profesional como la copa de un pino, una buena persona y un hombre discreto. Se le nota en la mirada y en la manera de comportarse. “Yo no soy relevante, los que aparecen en las fotografías lo son”, dijo en la presentación de su libro este hombre tímido y de pocas palabras. “El angular me permite penetrar en la escena mientras mantengo la distancia”, destacó el fotoperiodista. García Vilanova estuvo arropado por personalidades como el reportero Gervasio Sánchez, que fue su portavoz mientras estuvo secuestrado; el periodista Félix Flores; y Leopoldo Blume, director editorial de Blume. García Vilanova ideó este libro antes de ser secuestrado, según reveló Félix Flores. El reportero pensó hacer una exposición con las fotos de su experiencia libia, pero la editorial Blume se interesó por su trabajo y decidió publicar un libro. El proyecto fue tomando forma mientras García Vilanova y Espinosa estaban en manos de unos terroristas en Siria. Después, los dos reporteros fueron liberados… Y el esfuerzo profesional, la seriedad y la sensibilidad del fotoperiodista se concretaron en ‘Libya Close up’. El libro ha sido editado en español e inglés, porque en Nueva York y en Londres hubo gente que mostró un gran interés por el trabajo de García Vilanova, que, en palabras de Gervasio Sánchez, es “una lección de dignidad periodística”. Desde que García Vilanova fue liberado, mucha gente le ha preguntado si vale la pena arriesgarse para hacer su trabajo. García Vilanova siempre contesta lo mismo: “Lo importante es contar la historia. No me planteo el riesgo. Ser ‘freelance’ te da la capacidad de decir cómo, cuándo y dónde vas a desempeñar tu profesión. Te da libertad de elección”. Una libertad de elección que hace de García Vilanova un gran profesional y aún mejor persona.