El pasado 25 de octubre los planes para una transición pacífica y democrática en Sudán se vieron truncados por un golpe de Estado orquestado por el militar Abdel Fattah Al-Burhan. Desde entonces, el país africano ha vivido momentos críticos. La cifra de fallecidos en las protestas contra el golpe ha aumentado, mientras que se han reportado cientos de heridos. Por otra parte, el destituido primer ministro sudanés, Abdalla Hamdok, se encuentra bajo arresto domiciliario desde que los militares disolvieron el Gobierno de Transición.
En el plano internacional, varios países han condenado el golpe militar, apoyando la vuelta del Ejecutivo de Hamdok. Asimismo, han pedido la libertad del primer ministro y la de todos los arrestados. Por otro lado, la Unión Africana (UA) ha decidido suspender a Sudán, expresando su “total rechazo al cambio institucional de gobierno”.

No obstante, a pesar del caótico panorama, la reciente decisión del Al-Burhan de liberar a cuatro ministros detenidos durante el golpe de Estado supone un gran avance en la situación del país. De acuerdo con la cadena nacional Sudan TV, los ministros liberados son Hamza Balul, encargado de Cultura e Información; Hashem Hasab al Rasul, de Comunicación y Digitalización; Ali Yeddo, de Comercio; y Yusuf Adam, titular de Juventud y Deporte. Además de ordenar la liberación de los políticos, un consejero de Al-Burhan, Taher Abu Haga, anunció a través de la cadena de televisión estatal la “inminente” formación de un Gobierno.
No es la primera vez que Al-Burhan tiende una mano al Ejecutivo de transición. Pocos días después del golpe, el militar afirmó que Hamdok es “bienvenido” en esta nueva etapa política y sigue siendo un candidato para “encabezar el próximo Gobierno”.

El líder militar tomó esta decisión después de mantener una conversación telefónica con el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres. Durante la llamada, Guterres instó a Al-Burhan a liberar a “Hamdok y a otros civiles detenidos arbitrariamente en Sudán”, según informó un portavoz de la ONU. El secretario general también subrayó que la ONU “seguirá apoyando al pueblo sudanés en su lucha por cumplir sus aspiraciones de un futuro pacífico, próspero y democrático”.
Durante la conversación, Burhan se comprometió a “mantener la paz y la inevitabilidad de la transición democrática y completar el proceso de transición de una manera que preserve la seguridad del país, los logros de la revolución y llegar a un gobierno civil electo”, tal y como señala la agencia estatal de noticias de Sudán.

Además de hablar por teléfono con Al-Burhan, la ONU mantiene a un enviado especial en el país, el alemán Volker Perthes. El politólogo trabaja para llegar a un acuerdo que aborde la actual crisis que atraviesa el país. “Las líneas generales del posible acuerdo incluyen el regreso de Hamdok, la liberación de los detenidos, el Gobierno de tecnócratas, la introducción de enmiendas a la Constitución y el levantamiento del estado de emergencia”, explicó Perthers a Reuters. “Cuanto más espere, más difícil será implementar tal acuerdo y obtener la participación necesaria de la población y de las fuerzas políticas”, añadió.
Para Estados Unidos la reciente decisión del líder militar sudanés no es suficiente. Así lo ha comunicado el secretario de Estado, Antony Blinken, durante una conversación telefónica con Al-Burhan. Blinken ha insistido en la liberación “inmediata de todas las figuras políticas detenidas”. Asimismo, ha pedido “retomar un diálogo que devuelva al primer ministro Hamdok a su cargo”, tal y como indicó un portavoz en un comunicado.

“El secretario expresó su esperanza de que el Ejército sudanés tome las medidas necesarias para permitir la reanudación de una asociación entre Estados Unidos y Sudán que abarque políticas, diplomáticas y de seguridad”, añade el texto del portavoz.
Al-Burhan, al igual que hizo durante su conversación con Guterres, reafirmó “su compromiso a mantener la transición democrática y completar el proceso de transición”. Igualmente ha reiterado “preservar la seguridad del país”.

Dentro de los detenidos todavía hay figuras importantes, como el miembro del Consejo Soberano, Mohammed al Fekki; el consejero del primer ministro, Yasser Arman; o el ministro de Asuntos del Gabinete, Khaled Omar Youssef, según indica AFP.
El líder militar también ha conversado con Olusegun Obasanjo, emisario de la Unión Africana, para informarle que “un gobierno de tecnócratas estaba a punto de ponerse en marcha”, según la agencia sudanesa SUNA.

Un portavoz del primer ministro ha asegurado en un comunicado que Hamdok no iniciará ningún diálogo con el Ejército hasta que las autoridades cumplan una serie de condiciones. Dentro de estas se encuentran la liberación de detenidos y la vuelta al orden constitucional.
El Gobierno de transición de Sudán se formó después del golpe de Estado de 2019 que derrocó al dictador Omar Al-Bashir tras 30 años en el poder. Este Ejecutivo nació tras un acuerdo entre la junta militar, las diversas organizaciones civiles y partidos políticos. Esta Administración, además de dirigir a Sudán hacia la democracia, había iniciado una serie de reformas sociales y económicas claves para impulsar el desarrollo del país. Asimismo, había alcanzado acuerdos de paz con varios grupos rebeldes de Darfur, buscando cicatrizar las heridas del sangriento conflicto de la región.