Los altos cargos de la Unión Europea esperan mientras arranca la nueva legislatura

Alex Erquicia 

Pie de foto: Los eurodiputados recién elegidos asisten a la sesión inaugural del Parlamento Europeo el 2 de julio de 2019 en Estrasburgo. AFP/FREDERICK FLORIN

Estos días en Bruselas se celebran unas intensas jornadas entre los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea para decidir el reparto de poder de la comunidad política para la próxima legislatura. Los líderes buscan en la cumbre del Consejo Europeo, la institución que define la orientación y las prioridades políticas generales de la Unión Europea, un equilibrio político, geográfico y de género en el nombramiento y elección de los cinco altos cargos de la Unión Europea. La renovación de la UE se está convirtiendo en una odisea que refleja la importancia y las repercusiones de estos nombramientos. 

Mientras tanto el martes 2 de julio, como estaba previsto, dio comienzo la nueva legislatura con la primera sesión de la Eurocámara, tras las elecciones al Parlamento Europeo de mayo. La novena legislatura del Parlamento echó a andar este martes en Estrasburgo pasadas las 10.00 horas, con una composición novedosa y caracterizada por la fragmentación (marcado por el ascenso de liberales y verdes), el fin de la gran coalición (populares y socialistas ya no suman mayoría), y la obligación de buscar mayorías alternativas por parte de los sus 751 representantes ante este órgano. Esta institución es la única elegida por sufragio directo y en la actualidad tiene competencias legislativas, presupuestarias y de control. 

Pie de foto: Número oficial de escaños por familia política en el nuevo Parlamento Europeo. AFP/AFP

El hasta ayer presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, dio la bienvenida a la nueva legislatura, en la que hasta un 61% de los eurodiputados asumen el escaño por primera vez y que contará con un 60% de hombres y un 40% de mujeres, más cerca de la paridad que con el 37 % de la legislatura anterior. La primera decisión del nuevo Parlamento será elegir a su presidente para los próximos dos años y medio. Tras la designación del nuevo presidente, la Cámara elegirá a sus catorce vicepresidentes y cinco cuestores y decidirá sobre la composición numérica y nominal de las comisiones parlamentarias.

En cuanto a la negociación por los altos cargos como el de la presidencia del Parlamento, un proceso que se autoimpusieron cerrar antes de la primera sesión del mismo (sin éxito), arrancó el domingo con la cumbre extraordinaria del Consejo Europeo, que entre sus funciones designa y nombra a los candidatos elegidos para determinados puestos destacados de la UE. La misma fue suspendida por el presidente del Consejo, Donald Tusk, 20 horas más tarde por la falta de acuerdo y reanudadas el martes. 

Entre los top jobs europeos están la presidencia de la Comisión, del Consejo y del Parlamento Europeo, así como el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y el del jefe del Banco Central Europeo (BCE). Este último es un puesto que responde más a criterios técnicos que políticos, pero que se ha incluido en el paquete. Las negociaciones deben aspirar a lograr un acuerdo de consenso, un pacto entre las familias políticas mayoritarias en el Parlamento Europeo salidos de las elecciones del pasado mes de mayo. Además, los líderes han apostado por mantener un equilibrio geográfico (países de este y oeste, norte y sur), de género y de partidos en el reparto de los cinco puestos en liza, lo que complica aún más la resolución del rompecabezas.

Pie de foto: Frans Timmermans, cabeza de lista de los socialdemócratas y aspirante a presidir la Comisión Europea, la joya de la corona, en una imagen de archivo. REUTERS/FRANCOIS LENOIR

La joya de la corona es la presidencia de la Comisión Europea. Pese a los avances el principal escollo por ahora ha sido las reticencias de los populares para que el socialdemócrata holandés Frans Timmermans, cabeza a de lista, ocupe la presidencia de la Comisión Europea, el cargo más relevante. Timmermans, vicepresidente de la anterior Comisión, es apoyado principalmente por Francia, Emmanuel Macron, y España, Pedro Sánchez, que buscan crear un nuevo eje de actuación. Junto a los populares se sitúan el Grupo de Visegrado - Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia- e Italia que se oponen a su nombramiento. Roma se opone al modelo de designación que representa el socialista --el de los cabeza de lista a las europeas.

Su principal rival en esa fórmula de "spitzenkandidaten", los candidatos propuestos por los partidos políticos europeos son el líder del Partido Popular Europeo, el alemán Manfred Weber, que ha sido propuesto por los países del Este y la de los liberales, la danesa Margrethe Vestager. Entre los nombres que se rumorean para presidir la Comisión están los de la alemana Ursula von der Leyen, ministra de Defensa de Merkel desde 2013, o el de la búlgara Kristalina Georgieva, exvicepresidenta de la Comisión. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, suena para el puesto del BCE. Pese a los nombres más o menos conocidos muchos opinan que no sería sorprendente que el consenso surja en torno a candidatos inesperados.

El candidato a ocupar la Comisión Europea necesita el respaldo de los jefes de Estado y de Gobierno por mayoría cualificada reforzada (al menos 21 países que representen como mínimo el 65 % de la población de la UE) y de la Eurocámara por mayoría absoluta. Una vez votada por el Parlamento, la Comisión es designada de manera oficial por el Consejo Europeo, por mayoría cualificada.

Pie de foto: El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, en el centro, habla con el primer ministro portugués Antonio Costa durante una mesa redonda en la cumbre del Consejo Europeo, en Bruselas, el domingo 30 de junio de 2019.

La votación del presidente de la Comisión en la Eurocámara no tendrá lugar al menos hasta la sesión plenaria que se celebrará entre el 15 y el 18 de julio, por lo que el próximo mes podrían celebrarse nuevas cumbres si los mandatarios no logran un acuerdo el martes. Si el Parlamento rechaza al aspirante propuesto por los países, los líderes deberán proponer a otro candidato en el plazo de un mes para que la Cámara vuelva a votar. En última instancia, si el proceso se eterniza, se podría prolongar el mandato de la actual Comisión Europea, que concluye el 31 de octubre de 2019.

Una vez elegido, llega el momento de las audiencias de los candidatos a comisarios que, previsiblemente, tendrán lugar en septiembre u octubre. El Consejo, con el acuerdo del presidente electo de la Comisión y basado en las sugerencias de los Estados miembros, adopta una lista de candidatos a comisarios. Estos deberán comparecer ante las comisiones parlamentarias competentes sobre las distintas áreas bajo su responsabilidad, donde los nuevos eurodiputados les someterán a detallados interrogatorios públicos para evaluar su cualificación e idoneidad para el puesto.

El reparto de los altos cargos de las instituciones comunitaria es fundamental dado que por un lado muestra los equilibrios y compromisos a los que las familias políticas, y sus líderes, están dispuestos a llegar. El tiempo apremia y hay cuestiones que la UE necesita priorizar en esta nueva legislatura como el asunto de las migraciones. Especialmente dado que la capitana del barco de la ONG alemana Sea Watch, Carola Rackete, continúa detenida, en arresto domiciliario, por llevar sin permiso a puerto italiano a un grupo de migrantes. 

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