Arabia Saudí cerrará ocho centros educativos turcos en el Reino
Arabia Saudí cerrará ocho escuelas turcas en el Reino este mismo año, según ha adelantado la agencia Anadolu. La decisión de Riad viene precedida de la clausura de otros ocho centros de educación turcos durante el curso pasado, y se explica por las continuas fricciones que arrastran ambos Estados desde el asesinato del periodista disidente, Jamal Khashoggi, en la Embajada saudí en Estambul.
“Las actividades en las escuelas turcas terminarán al final de este año académico”, anunció el Ministerio de Educación saudí. Las autoridades han subrayado, además, que “se facilitará a los estudiantes la inscripción en las escuelas de su elección y las administraciones escolares deberán informar a los padres sobre la decisión”.
El Ministerio de Educación del Reino comunicó la decisión por escrito a las escuelas ubicadas en las provincias de Tabuk, Riad, Taif y Yeda. Mientras que los centros situados en las ciudades de Dammam y Abha recibieron una visita presencial de los funcionarios del Ministerio. Las escuelas turcas de las provincias de La Meca y Medina serán también clausuradas.
El número total de alumnos que se verán obligados a inscribirse en otros centros educativos asciende hasta los 2.256. Desde Turquía alegan que esta medida conllevará una serie de dificultades para todos aquellos estudiantes que no dominen el árabe y que, por lo tanto, tendrán dificultades para continuar su formación académica si siguen vinculados a la educación vehicular de las autoridades saudíes.
La resolución de las autoridades saudíes no ha sido, sin embargo, la única en materia académica que ha levantado ampollas en Ankara. En agosto de 2019, el Ministerio de Educación del Reino modificó los libros de texto para denominar como “ocupación” la presencia del Imperio Otomano de la península Arábiga. Además, el curso pasado se saldó con el cierre definitivo de otros ocho centros educativos turcos que reducen el número de escuelas turcas en Arabia Saudí a 22.
El director general de Educación en el extranjero del Gobierno de Turquía, Ahmed Bilgili, expuso hace dos meses en sede parlamentaria que, desde el Ministerio, estaban intentando poner en marcha “todos los medios posibles” para la reapertura de los centros educativos en Arabia Saudí. Fuentes del Ministerio aseguraron entonces que las tensiones en torno a las escuelas “se han aliviado ligeramente desde una llamada telefónica entre el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el rey Salman de Arabia Saudí el pasado noviembre”.
No obstante, los últimos acontecimientos al respecto apuntan en la dirección contraria. Las posturas de Riad y Ankara a nivel regional e internacional divergían en algunos puntos, sin embargo, las relaciones diplomáticas eran estables hasta el asesinato el atroz asesinato en octubre de 2018 de Jamal Khashoggi a manos de un escuadrón enviado por el propio Mohamed bin Salman a la Embajada saudí, según la última investigación de la CIA.
A raíz de la desaparición del periodista saudí, la Justicia otomana inició una investigación judicial para esclarecer el caso. El procedimiento incoado por los tribunales turcos finalizó con la condena a penas de prisión para ocho personas involucradas en el asesinato de Khashoggi. Tan solo unos meses antes, Arabia Saudí celebró su propio juicio al respecto.
La intencionalidad de Turquía para continuar con la causa irritó a Riad, que decidió ejercer presión sobre las compañías saudíes para boicotear el sector comercial de Turquía. Desde entonces, las relaciones entre Arabia Saudí y Turquía arrastran desde entonces una dinámica negativa, reflejada en la disparidad de posicionamientos sobre Qatar o el Mediterráneo oriental.
Este último punto ha sido objeto de polémica entre ambos países tras la firma de un acuerdo de colaboración entre Arabia Saudí y Grecia en materia de Defensa. Este incluía, entre otros puntos, la entrega a Riad de una de las baterías de defensa aérea Patriot que Atenas compró a Washington. El ministro de Defensa griego, Nikolaos Panagiotopoulos, afirmó que “Grecia y Arabia Saudí están vinculadas por fuertes amistades, tienen preocupaciones comunes sobre los desafíos geoestratégicos actuales y una visión común para el futuro”.
Inmersa en una situación geopolítica compleja y con un rol inferior al de sus rivales, el Gobierno de Erdogan pretende incidir en una línea de recuperación y estabilización de sus relaciones bilaterales con los diferentes actores regionales. Por este motivo, Ankara trata de mostrar una imagen favorable en Oriente Medio y especialmente con Arabia Saudí, EAU y Egipto.
