Una delincuente hace campaña a favor de Tebboune
- Anissa El-Mansali deshonra la memoria del difunto presidente Houari Boumediene
- La increíble traición de la hermana de Matoub Lounes, “El Rebelde”
- Chitana Mkalcha apoya a Tebboune
Se trata de la participación más baja desde la independencia del país en 1962. Los organizadores del escrutinio no han podido hacerse a la idea. Lo arrastran como un ovillo. El boicot total de Cabilia no se olvidará fácilmente.
En los dos departamentos más grandes de esta región, Tizi-Ouzou y Bejaïa, no se abrió ni un solo colegio electoral y no cayó ni una sola papeleta en la urna. Un cero histórico. Una auténtica afrenta al régimen, que este año multiplicó sus subterfugios para romper el boicot cabila.
Una de las formas que utilizó la dirección de campaña de Tebboune para ganarse a un gran número de votantes fue conseguir la ayuda de las mujeres. Se reclutó a dos mujeres políticas y a una no política... La viuda del difunto presidente Houari Boumediene, Anissa Agnès Al-Mansali, la hermana del famoso cantante cabila Matoub Lounes, asesinado el 25 de junio de 1998, Malika Boukettouche, y una chica que trabaja en la profesión más antigua del mundo y que ha cometido varios delitos, como ella misma reconoce en el vídeo (número 2) que mostramos al final de este artículo.
Anissa El-Mansali deshonra la memoria del difunto presidente Houari Boumediene
La participación electoral es una auténtica obsesión para los que toman las decisiones entre bastidores. Se recurre a todo lo que pueda ayudar a influir en el electorado para que acuda en masa a las urnas. Por ejemplo, se pidió a Anissa Agnès El-Mansali, viuda del difunto presidente Houari Boumediene, que participara en un mitin en París en apoyo del candidato Abdelmadjid Tebboune.
Anissa Boumediene, que nunca se había pronunciado políticamente, sorprendió a todo el mundo. Ella, que siempre ha albergado una hostilidad visceral hacia todos los que sucedieron a su difunto marido al frente del Estado argelino, se encontró, quién sabe por qué secreto, con una de las declaraciones juradas del candidato a la presidencia Tebboune. Sin embargo, no hace mucho, durante un mitin de la oposición iraní en París, al que fue invitada, le confió en tono irónico a un periodista argelino: “¡Mira quién dirige ahora Argelia, que en su día estuvo presidida por Boumediene!”
Anissa El-Mansali, procedente de una familia argelina de clase media cuyo padre poseía la mitad del barrio de Diar El-Mahçoul, en las alturas de Argel, había conocido a Boumediene cuando era una joven abogada, e iba a defender la causa de su padre, productor y distribuidor de películas cinematográficas, víctima de las nacionalizaciones decididas entonces por Houari Boumediene.
Aunque no tuvo éxito, logró ganarse el corazón del hombre más poderoso del país. Se casó con él a finales de 1973, tras una larga espera. El matrimonio no duró mucho. Cuatro años más tarde, Houari Boumediene murió de una enfermedad inexplicable en diciembre de 1978.
Viuda, vivió alejada de los focos políticos. Se dedica a la investigación histórica y a escribir obras literarias, entre ellas una colección de poemas dedicados a su difunto marido, “Le jour et la nuit” (1980, publicado por Saint-Germain-des-Prés) y la traducción de “Khansâ': Moi, poète et femme d'Arabie”. Sin haber heredado ningún bien material, ni siquiera un coche de su difunto marido, Anissa El-Mansali iba de compras por Argel como cualquier otra mujer.
Fue entonces cuando fue atacada por un joven delincuente cuando salía de una panadería del centro de Argel. Le arrebató el collar, pero los transeúntes la atraparon rápidamente. Esto ocurría en 1994. Al enterarse de la noticia, el presidente Zeroual la invitó a su despacho y le proporcionó un coche con chófer. Vivía de su pensión como viuda del presidente. Una pensión exigua que aumentó considerablemente tras la muerte de Chadli Benjedid.
Gozando del respeto de los argelinos, Anissa El-Mansali sorprendió a todos declarando su apoyo a la candidatura de Tebboune el pasado fin de semana.
La increíble traición de la hermana de Matoub Lounes, “El Rebelde”
Otra aparición que ofendió a toda la Cabilia y especialmente a los fans acérrimos del cantante de la libertad y la democracia, Matoub Lounès, apodado “El Rebelde”, fue la aparición de su hermana Malika en la recepción del coordinador de la campaña electoral de Tebboune en Tizi-Ouzou. Le saludó en la sede de la fundación que lleva el nombre de su hermano, cuyas paredes estaban forradas de retratos gigantes de Tebboune.
Sin embargo, se decía que Malika estaba templada en el mismo acero que su hermano. Se la consideraba la digna heredera de este rebelde que se negaba a transigir con el régimen actual y a hacer concesiones en materia de libertad y democracia. Y aquí está ella, Malika Matoub, apoyando al hombre que ha incendiado Cabilia durante tres años consecutivos, encarcelado a más de 500 inocentes y condenado a muerte a 48 jóvenes cabilas sin motivo alguno. Se les acusa de haber asesinado al joven Djamel Bensmaïl, cuyo asesinato por los servicios de seguridad ha sido probado documentalmente.
Chitana Mkalcha apoya a Tebboune
Recorre las calles de Argel en un vehículo de lujo cubierto de carteles del candidato a presidente Abdelmadjid Tebboune. Se la conoce con el sobrenombre de Chitana Mkalcha (la diabla mimada). Descubrir su perfil hace temer por el entorno del presidente de la República.
En un vídeo (nº 1), se declara admiradora de Tebboune y dice estar “dispuesta a morir por Tebboune”. Explica su compromiso con él “porque ha servido al país”.
Por lo que dice, no es una política. “Pero es mucho mejor que Bengrina, el payaso que marcó la campaña electoral con sus arrebatos burlescos. Al menos no es un payaso. Es cierto que es una chica que pasea por las calles de Argel y no entiende nada de política. Pero no es una payasa como Bengrina”, comenta un observador.
- “¿Es una prostituta?”
- “Sí, respondió nuestro entrevistador. Es una prostituta muy conocida en Argel”, añade. La prueba es este vídeo (nº 2) en el que Chitana Lemkalcha confiesa que, además de prostituta, es una delincuente. Agrede a los clientes que encuentra en los cabarets y los despoja de sus seres queridos. “Son decenas”, se jacta.
Sorprendente reclutamiento por parte de la dirección de la campaña electoral de Tebboune, presidida por el ministro del Interior, Brahim Merad. “No han encontrado a nadie para hacer campaña por Tebboune que no sea una prostituta con pinta de matón. Los que calificaban al régimen argelino de matón no se equivocaban”, concluye nuestro observador, buen conocedor de los entresijos del poder argelino.
