El pasado domingo, Fathi Bashagha se dirigió a los ciudadanos a través de un discurso con el que se compromete a llevar a cabo un proceso de cambio de Gobierno lo más pacífico posible. Además, asegura que se realizará siguiendo los mecanismos institucionales y legales oportunos.
El Parlamento de Libia recientemente confió en su figura para ocupar el cargo de primer ministro, hasta entonces ostentado por Abdul Hamid Dbeibé. El jefe de Gobierno agradece a la Cámara de Representantes y al Consejo Supremo de Estado su decisión y asegura que, con ella, se contribuye a conseguir la unión de todos los libios.
La celebración de las elecciones en las fechas previstas es uno de sus principales objetivos. “Mis compatriotas en el sur, este y oeste, se me ha confiado la formación del próximo Gobierno libio, esta confianza es pesada y no podré llevarla a cabo excepto con su apoyo y asistencia”. Para ello, ya ha comenzado las rondas diarias de consultas con el Parlamento, el Consejo de Estado y las instituciones de la sociedad civil.

También se está reuniendo con líderes militares y de seguridad para que contribuyan en la creación de una nueva era libre de levantamientos y divisiones. La opinión de intelectuales, académicos y jóvenes es un elemento fundamental en la formación del próximo Ejecutivo.
El primer ministro ha recurrido en su discurso al recuerdo de los tiempos difíciles del pasado y a la promesa de un futuro mejor. “Los años de escasez se han ido sin retorno y han llegado los presagios del bien y la paz […], cerraremos nuestras heridas para siempre […]. Viviremos en paz y caminaremos hacia un mañana próspero”.
Bashagha confía, además, en que la transferencia de poderes se va a realizar de forma pacífica por el bien de la democracia. Considera a Dbeibé como una persona civilizada que está en contra de la guerra. Sin embargo, el ex primer ministro sigue firme en su idea de no abandonar el poder hasta que no haya elecciones.

Por su parte, la Cámara de Representantes ha votado por adoptar una hoja de ruta que contempla la celebración de dichas elecciones en un plazo de 14 meses. Esta decisión no ha sido muy bien acogida por Dbeibé, quien ha instado a los ciudadanos a manifestarse para exigir la pronta celebración de elecciones.
El plan de Dbeibé de no abandonar su cargo se vertebra en la posibilidad de organizar un referéndum en los próximos meses. Su proyecto político “Retorno del Secretariado al Pueblo” defiende que las elecciones legislativas y el referéndum constitucional pueden ser celebrados en la misma fecha.
Esta iniciativa es la respuesta del antiguo líder al proceso político liderado por el Parlamento y el Consejo de Estado para cambiar el Gobierno libio. Algunos expertos defienden que la idea de Dbeibé está condenada al fracaso y esperan que muestre al mundo un panorama irreal en el que los ciudadanos están de su lado.
Horas antes de que Bashagha fuera elegido, se reunió con varios miembros del Consejo de Estado e intentó convencerles de que debían oponerse al nombramiento del nuevo primer ministro. Khaled al-Mishri, jefe del Consejo, recordó que el mandato del Gobierno de Unidad Nacional debía durar, como máximo, hasta el 24 de diciembre de 2021.

Una parte de Libia ve a Dbeibé como una piedra en el camino que dificulta la oportunidad de dejar atrás las diferencias entre el este y el oeste. El optimismo que rodeó su llegada al poder pronto se disipó debido a los numerosos intentos de enfrentamiento con Jalifa Haftar, antiguo líder del Ejército Nacional Libio. Sin embargo, el primer ministro partía como favorito en las elecciones previstas para el pasado 24 de diciembre, que no llegaron a celebrarse.
Asimismo, se esperaba que Dbeibé acabara con la división entre zonas y estableciera una unidad real en el país norteafricano. Ahora el temor estriba en la posibilidad de declararle la guerra a los grupos armados afiliados a Bashagha. Esto supondría la lapidación de su papel de hombre de paz promovido en los últimos meses.
Stephanie Williams, asesora especial de las Naciones Unidas en Libia, ha profesado la necesidad de celebrar elecciones justas lo antes posible y mantener la estabilidad en todo el país. Williams, a través de su cuenta de Twitter, dijo que había tenido una reunión con el primer ministro libio destituido para hablar sobre los últimos acontecimientos, especialmente sobre la votación realizada por la Cámara de Representantes libia.