El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado nuevas operaciones militares en el sur de la frontera con el objetivo de crear zonas seguras de 30 kilómetros de profundidad para “combatir las amenazas terroristas de estas regiones”. Estas incursiones -que comenzarán en el momento en el que las fuerzas militares, de inteligencia y seguridad completen los preparativos- probablemente se desarrollen en el norte de Siria, donde Ankara interviene desde 2016 para combatir a las Unidades de Protección Popular kurdas (YPG), brazo armado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización considerada terrorista en Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea.
Erdogan says a new Turkish military operation will soon begin to establish a safe zone 30km deep in Northern Syria where Turkey has no control.
— Ragıp Soylu (@ragipsoylu) May 23, 2022
He means remaining YPG / SDF controlled areas pic.twitter.com/1Pr8trrldf
“El objetivo principal de estas operaciones serán las áreas que son centros de ataques a nuestro país y establecer zonas seguras”, declaró Erdogan. El líder turco también ha asegurado que los movimientos se enfocarán en áreas donde Turquía recibe la mayoría de los ataques y donde se planean.
En este sentido, el periodista Ragip Soylu de Middle East Eye subraya Tal Rifaat, una localidad al norte de Alepo donde el Ejército turco ha intensificado sus ataques recientemente. De acuerdo con el Centro de Información de Rojava (RIC), el noroeste de Siria ha sufrido 36 ataques con drones en menos de 5 meses.

Soylu también destaca la presión interna contra Ankara por el alto número de refugiados sirios en el país, 3,76 millones. “Hay mucha presión interna para enviar a los sirios de regreso a su patria. Más áreas controladas por Turquía podrían lograrlo”, explica, aunque también reconoce que podría ser complicado. A principios de mayo Ankara anunció un plan para repatriar a un millón de desplazados a zonas del norte de Siria controladas por el Ejército turco y por las milicias sirias aliadas.

Estas nuevas operaciones seguirán a otras realizadas en años anteriores: Escudo del Éufrates (2016), Rama de Olivo (2018) y Escudo de Primavera (2020), consideradas las tres grandes incursiones turcas en territorio sirio con el fin de blindar la frontera ante las amenazas del Daesh, así como de luchar contra las fuerzas kurdas.
La última operación de Ankara al sur de sus fronteras -Claw-Lock- comenzó el 18 de abril y tuvo como objetivo milicias del PKK del norte de Irak. Durante la misión, las tropas turcas eliminaron a 63 terroristas y lograron destruir 82 escondites y más de 400 explosivos improvisados, según informó el ministro de Defensa, Hulusi Akar.

Irak es otro país donde Turquía ha incrementado su actividad militar en los últimos años a pesar del rechazo de las autoridades políticas iraquíes. En 2020 y 2021 Ankara lanzó las operaciones Garra de Tigre y Garra de Águila con los mismos objetivos por los que realiza los asaltos a la frontera siria.
A principios de esta semana, las autoridades turcas han confirmado la muerte de un líder del PKK responsable de las actividades de la organización en las regiones de Majrmur, Kirkuk y Suleimaniya, en el norte de Irak. Tal y como recoge el medio turco Hurriyet Daily News, la justicia turca buscaba al miliciano, identificado como Mehmet Erdogan -alias 'Ahmet Rubar'-, por “intento de derrocar el orden constitucional" y "perturbación de la unidad e integridad territorial del Estado”.

El anuncio de estas nuevas operaciones podría tensar las relaciones entre Ankara y sus socios de la OTAN. Además de una nueva intervención turca contra zonas controladas por las YPG, milicia respaldada militarmente por Estados Unidos, el Gobierno de Erdogan ha asegurado en varias ocasiones que no aceptará la entrada de Suecia y Finlandia a la Alianza, contrariando a la mayoría de los miembros.
Además, Erdogan ha elevado el tono contra su homólogo griego, Kyriakos Mitsotakis, a quien ha asegurado “no reconocer”. “Nosotros trabajamos con los políticos honrados que cumplen con su palabra. Para mí ya no existe un tal Mitsotakis”, indicó el líder turco.

Esta nueva controversia entre Ankara y Atenas responde a unas declaraciones del mandatario griego durante su visita al Congreso de Estados Unidos. Erdogan ha acusado a su vecino de tratar de bloquear la venta de aviones de combate estadounidenses F-16 a Turquía durante su estancia en Washington. La Administración Biden ha estado barajando retirar esta prohibición sobre Ankara, impuesta después de que el Gobierno turco adquiriese el sistema de defensa ruso S-400.
No obstante, Mitsotakis habría pedido a los legisladores estadounidenses mantener el veto contra Turquía. A finales de abril, las autoridades griegas acusaron a cazas turcos de violar su espacio aéreo, algo que, de acuerdo con Atenas “socava la seguridad europea”.

“Lo último que necesita la OTAN en un momento en que nuestro objetivo es ayudar a Ucrania a derrotar la agresión de Rusia es otra fuente de inestabilidad en el flanco sureste de la OTAN”, afirmó el líder griego, según informa DW. “Y les pido que tengan esto en cuenta cuando tomen decisiones de adquisición de defensa en relación con el Mediterráneo oriental”, añadió.
Las palabras de Mitsokatis han enfurecido a Erdogan ya que, de acuerdo con el mandatario turco, ambos habían acordado “no incluir a terceros países en su disputa”. A pesar de ser miembros de la OTAN, Turquía y Grecia mantienen una larga rivalidad. Los dos países chocan respecto la cuestión chipriota así como en asuntos relacionados con la soberanía marítima, territorial y aérea.
Turkish President Recep Tayyip Erdogan calls off all future talks with Greece following Prime Minister Kyriakos Mitsotakis' comments in the US pic.twitter.com/7ANTza7Mgw
— TRT World Now (@TRTWorldNow) May 24, 2022
El año pasado Ankara y Atenas acordaron iniciar conversaciones para tratar de normalizar y mejorar las relaciones, aunque todavía no se han alcanzado importantes resultados. Además, esta nueva brecha promete obstaculizar el diálogo greco-turco. “Se suponía que este año íbamos a tener una reunión del consejo estratégico. Ya no hay nadie llamado Mitsotakis en mi agenda”, recalcó Erdogan. Igualmente, el presidente turco ha acusado al Ejecutivo heleno de acoger a la organización liderada por Fethullah Gülen, el religioso a quien Ankara atribuye el fallido golpe de Estado de 2016.

Todos estos nuevos frentes en la política exterior turca están afectando a la ya maltrecha economía nacional. “A los mercados turcos no les gusta la crisis que se avecina con Occidente después de las declaraciones de Erdogan sobre Grecia, Siria, Suecia y Finlandia. La lira turca cae al nivel más bajo en 6 meses, 16 liras por dólar ahora”, escribe el periodista Ragip Solyu en Twitter.