Estambul es el nuevo escenario de la negociación entre Ucrania y Rusia. La capital turca ha acogido la quinta ronda de conversaciones desde que hace más de un mes Rusia decidiese atacar al país ucraniano a través de una invasión militar. Así, una delegación ucraniana y otra rusa han vuelto a reunirse con el fin de allanar el camino para un posible alto el fuego en un momento en el que los ataques rusos no han cesado sobre Ucrania, pero sí que han cambiado de estrategia después de declarar que solamente se dedicaran “a liberar la zona del Donbás”.
En esta línea, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha defendido que un acuerdo de alto el fuego allanaría el camino para un encuentro cara a cara entre el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski y su homólogo ruso, Vladimir Putin, algo que no se descarta pero que, en palabras del ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, debe “prepararse bien”.

Antes de iniciarse la reunión, el ministro de Exteriores ucraniano, Dymtro Kuleba, ha advertido y recomendado a sus compañeros que eviten beber y comer en el transcurso de estas negociaciones con el fin de evitar un posible envenenamiento. Y es que en estos últimos días hemos conocido como miembros de la delegación ucraniano han sufrido signos de envenenamiento, además del oligarca ruso Roman Abramovich, quien ha intentado mediar en el conflicto.
En el marco de la reunión, en el Palacio de Dolmabahce, Erdogan ha señalado que Turquía, “ha presenciado mucho sufrimiento en la región” y que han trabajado “para tratar de evitar un escenario similar en el norte del Mar Negro. Creemos que no habrá perdedores en una paz justa. Prolongar el conflicto no va en interés de nadie”, ha declarado en un discurso televisado.
Del mismo modo, el presidente turco se ha mostrado optimista señalando que “no habrá perdedores en una paz justa. Prolongar el conflicto no va en interés de nadie” por lo que Erdogan aboga por un alto el fuego. Tanto es así que él ha afirmado que “espera que estas reuniones sean beneficiosas para ambos países y para la región", con el fin de poner fin a un conflicto que “preocupa” al país turco. Para el líder turco ha llegado la hora de que el fuego cese “tan pronto como sea posible. Todo el mundo está esperando las buenas noticias de ustedes”, ha subrayado.

Esta es la segunda vez que Turquía acoge las negociaciones entre rusos y ucranianos. La ciudad de Antalya fua la primera ciudad turca que escenificó el cara a cara entre los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania, Serguei Lavrov y Dymtro Kuleba. Por el momento, estas reuniones se han caracterizado por adoptar un ritmo lento y conseguir escasos progresos, algo que Erdogan espera que cambie para “detener esta tragedia”.
Precisamente Turquía fue el país en el que Rusia rechazó un alto el fuego, además de la creación de un corredor humanitario en la ciudad de Mariupol, uno de los enclaves que más está sufriendo este conflicto y donde la población civil está viviendo una de las situaciones más limites debido a la escasez de alimentos, como consecuencia de encontrarse sitiada.
Junto a Turquía, Bielorrusia ha sido uno de los otros países que ha sido escenario de estas negociaciones de paz, un país en el que en un principio Ucrania se negaba a acudir por su ayuda directa a Moscú en su estrategia de invasión.

Sin embargo, a diferencia de Bielorrusia, Turquía ha declarado abiertamente que no estaría mediando directamente en las negociaciones, pero sí que facilita el entendimiento entre ambos, ofreciendo su país para el desarrollo de estas y el buen entendimiento.
Así lo ha evidenciado Erdogan tras señalar que Turquía no mediaría directamente tras anunciar que partía a un viaje a Uzbekistán, pero dejaba en el país al ministro de Exteriores, Mevlut Cavasoglu. “No tenemos la intención de mediar en las negociaciones, pero si haremos de intermediación”; concluía.
Estas negociaciones tendrán una duración de tres días, según ha informado uno de los miembros de delegación ucraniana, David Arahamiya. Después de que Zelenski conociese la duración de esta nueva cita, ha mostrado su disposición por hablar sobre el estatus de neutralidad del Estado turco en el conflicto ruso-ucraniano.

Sin embargo, el mandatario ucraniano ha aclarado que sólo será posible conseguir un acuerdo con Rusia siempre que esta se comprometa a la retirada total de sus tropas. Asimismo, se ha negado a que se pongan sobre la mesa los conceptos de “desnazificación” y la “desmilitarización” de las que Rusia les acusa.
Junto a esto, Zelenski ha recalcado su deseo de alcanzar un compromiso sobre la zona del Donbás. “Regresemos a antes de que empezara esto y tratemos de resolver el tema complejo del Donbás”, señalaba.
La cuestión del Donbás no es la única parte con la que Zelenski se ha mostrado más abierto a un posible diálogo. Así, el líder de Ucrania ha afirmado que “es imposible” forzar a Moscú a que salga por completo del país, ya que de hacerse podría conducir a una Tercera Guerra Mundial.
Todo esto se produce, además, en un momento en el que la inteligencia ucraniana ha asegurado que Rusia estaría intentando dividir el país ucraniano en dos para crear una suerte de “Corea del Norte” y después de que Rusia haya seguido atacando con misiles infraestructuras de la ciudad de Leópolis, ciudad ubicada a 80 kilómetros de la frontera con Polonia, mientras que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se encontraba en Varsovia.