Estados Unidos, España y el Reino Unido previenen a sus nacionales que deseen visitar Tinduf

La alerta emitida por la representación diplomática norteamericana en Argel ha causado mucho dolor al régimen argelino, que no cesa de hacer buenos gestos a Washington con el único objetivo de ganarse su simpatía. Nunca se ha protestado contra la conducta de la Sra. Elizabeth Moore Aubin, que se comporta como una auténtica dueña del lugar en Argelia.

Se reúne con el presidente de la República siempre que quiere. El presidente Tebboune le ha concedido dos audiencias en menos de un año en Argel. Fue recibida por el general Saïd Chengriha en el cuartel general del Estado Mayor del Ejército. Visitó más de treinta wilayas (prefecturas), invitada por los prefectos y los ejecutivos de las distintas instituciones del país. Pocos días después de su instalación al frente de la policía nacional, Ali Badaoui recibió la visita de la embajadora de Estados Unidos. Acudió a su antojo a las redacciones de los periódicos y canales de televisión que se distinguían por temas que ocupaban los titulares, pero que eran dictados por los servicios de inteligencia del Ejército.
Un comportamiento sin precedentes
Nunca antes un embajador en el mundo se había comportado en un país anfitrión como lo hizo Elizabeth Moore Aubin en Argelia. Nadie se ha atrevido a llamarla al orden de ninguna manera. ¿Qué sería de la diplomacia si un grupo de embajadores se permitiera semejante comportamiento?
El silencio de las autoridades argelinas sobre su conducta no impidió que la embajadora estadounidense las pusiera en la picota en una declaración que les causó gran dolor. La declaración advertía a los occidentales de posibles secuestros por parte de grupos terroristas que operan en la zona de Tinduf, bastión del Frente Polisario. Para celebrar el 48º aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática, el Polisario está organizando un maratón internacional el 28 de febrero. Y aquí está, recibiendo el mayor regalo de los estadounidenses. Los estadounidenses no sólo le aguaron la fiesta, sino que le lanzaron una franca acusación de terrorismo.

Los británicos se apresuraron a seguir el ejemplo de Washington. Pocas horas después, su Embajada en Argel emitió una declaración en el mismo sentido.
Cabe señalar que las advertencias de Washington y Londres se produjeron poco después de las del Ministerio de Asuntos Exteriores español, que también desaconsejó a los españoles viajar al suroeste de Argelia.
En el momento de redactar este informe, ni el Ministerio argelino de Asuntos Exteriores ni los medios de comunicación gubernamentales habían reaccionado. Sin embargo, muchos observadores creen que esta alerta es el preludio de la clasificación del Polisario como organización terrorista. Esto supondría un golpe mortal para el régimen argelino, que sobrevive gracias a la explotación de este movimiento separatista, que cada vez pierde más terreno tanto interna como externamente.