Guerra comercial entre Rusia y Estados Unidos por la venta de los Sukhoi-57 y los F-35

El interés de algunos países por modernizar su flora aérea choca con la guerra comercial en la industria armamentística entre Rusia y Estados Unidos, y su deseo de impedir el espionaje industrial respecto a sus cazas furtivos de quinta generación, los Sukhoi-57 y los F-35.
Uno de los casos más sonados ha sido el de Argelia. Pese a que no se ha confirmado la adquisición por parte de las Fuerzas Aéreas de Argelia de 14 cazas Su-57, los observadores afirman que Argel quiere ser prudente a la hora de vincularse en exclusiva a la tecnología rusa para evitar que le suceda como a Turquía que, tras la compra de misiles rusos S-400, recibió la negativa de Estados Unidos a venderles unidades del F-35.

En un momento en el que la competencia geopolítica entre Rusia y Estados Unidos recuerda a la vivida durante la Guerra Fría, los cazas Sukhoi-57 y F-35 se mostraron al mundo frente a frente por primera vez en el Salón Aero India 2025, como los cazas furtivos de quinta generación más avanzados del mundo.
Washington no está dispuesto a que aliados de Rusia como Argelia obtengan mucha información sobre el sistema de evasión de radar que posee el avanzado caza F-35 y más teniendo en cuenta que Argelia está adquiriendo el material ruso más avanzado. Y los argelinos, por su parte, quieren mejorar la cooperación en materia de defensa con Estados Unidos lo que, a su vez, podría empujar a Rusia a interrumpir el acuerdo de suministro de los Sukhoi-57, aunque éste suponga un gran negocio para Moscú.
A pesar de que el ministro delegado de Defensa Nacional y jefe del Estado Mayor del Ejército, Said Chengriha, haya confirmado la compra de los Su-57 en la televisión estatal, el acuerdo podría venirse abajo, dado que la colaboración norteamericana está siempre en el horizonte.

Chengriha afirmó que Argelia habría cerrado un acuerdo exclusivo con Rusia, por el cual recibirá 14 unidades de los S-57 en los próximos dos años, dos de ellos durante el año en curso. El acuerdo contempla también un curso de formación de los pilotos argelinos en Rusia, que ya se está impartiendo.
Pese a que Argelia es un país con tendencia a cooperar con Rusia, como demuestra esta operación para modernizar su arsenal aéreo, históricamente ha estado abierto a cooperar con casi cualquier país. Esto le ha llevado a ser considerado por parte de países como China, India, Rusia y Estados Unidos como un “socio estratégico”.
En un intento por no ceder toda su cooperación militar a Rusia, el embajador de Argelia en Estados Unidos, Sabri Boukadoum, dijo que las prioridades de su país en 2025 incluyen “mejorar la cooperación con el Departamento de Defensa de Estados Unidos y aumentar las inversiones estadounidenses en Argelia, y que se han llevado a cabo múltiples discusiones con la nueva administración en Washington sobre la cooperación actual y futura”.

Boukadoum destacó la intención de Argelia de establecer asociaciones militares para ampliar y diversificar su Ejército y sus capacidades de armamento, en un marco de cooperación en el que se evite la opción de que existan otras alternativas.
Unas palabras que ocultan el mensaje de que, si se colabora con Rusia, las posibilidades de acuerdos por los F-35 se anularían, de la misma forma que le sucedió a Turquía cuando vio cómo Estados Unidos vetaba la venta de los F-35. Ahora, Argelia no quiere correr la misma suerte.