Los satélites espía de Teherán también observan los combates entre las tropas de Netanyahu y las milicias terroristas de Hamás y Hezbolá

Irán apunta sus pupilas electrónicas sobre la Franja de Gaza, Siria, Líbano e Israel

PHOTO/President of the Islamic Republic of Irán - El presidente Ebrahim Raisi y su ministro de Defensa, general Amir Hatami, recorren una exposición repleta de los principales sistemas de misiles y lanzadores espaciales
photo_camera PHOTO/President of the Islamic Republic of Irán - El presidente Ebrahim Raisi y su ministro de Defensa, general Amir Hatami, recorren una exposición repleta de los principales sistemas de misiles y lanzadores espaciales

Situada en una región geográfica a caballo entre Oriente Medio y Asía Central, las autoridades de la República Islámica de Irán están entre aquellas que observan con mayor atención la evolución de la cruel y desgarradora guerra sin cuartel que se abate sobre la Franja de Gaza. 

La situación de desequilibrio estratégico que se ha generado en Oriente Medio a causa del ataque indiscriminado y sangriento de los terroristas de las Brigadas Ezzedin al-Qasam de Hamás sobre las colonias judías colindantes con Gaza ha provocado la evidente reacción de legítima defensa de Israel, a la vez que el posicionamiento sin ambages, tímido o dubitativo de una gran parte de los países en favor de una u otra parte.

El Gobierno de Irán que preside desde agosto de 2021 Ebrahim Raisi, de 62 años, es claramente un defensor de los planteamientos y acciones de Hamás y, muy en especial, de los terroristas de Hezbolá asentados en el Líbano y Siria. Es por ello que hace ímprobos esfuerzos por conocer de manera directa cuanto ocurre en Gaza, en las naciones de alrededor. Y para eso tiene a sus satélites espía.

PHOTO/Israel Defense Forces - Los escasos y limitados satélites de Irán intentan escudriñar día y noche la evolución de los combates del Ejército de Israel en la Franja de Gaza contra las milicias terroristas de Hamás
PHOTO/Israel Defense Forces - Los escasos y limitados satélites de Irán intentan escudriñar día y noche la evolución de los combates del Ejército de Israel en la Franja de Gaza contra las milicias terroristas de Hamás

El Ejecutivo de Teherán tiene desplegado su propio componente espacial y cuenta con plataformas para actividades de reconocimiento militar. Sus ingenios operativos ‒tres‒, no son tantos como los de Israel ‒un mínimo de siete‒, ni tampoco de tanta resolución, porque las férreas sanciones de todo tipo que Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas han aplicado sobre Irán a causa de sus supuestas actividades nucleares y desarrollo de misiles balísticos intercontinentales prohibidas lo han dificultado, cuando no impedido.

Entonces ¿cuenta la industria iraní con los conocimientos y recursos apropiados para desarrollar, fabricar y lanzar satélites? ¿Cuál es la procedencia de los componentes tecnológicos que utiliza? Si tenemos en cuenta que los principales sostenes de Irán para alimentar su maquinaria militar aeroterrestre y naval provienen de Rusia, Corea del Norte, China y en algunos casos de India, es evidente que los mismos países son los que hacen posible sus muy secretas y limitadas capacidades espaciales.

El más reciente satélite espía colocado en el espacio por Irán es el Noor-3, un CubeSat 6U de fabricación nacional del orden de los 20 kilos, que incorpora una mini cámara y un detector miniaturizado de alta resolución. Los datos anteriores se suponen, porque todo lo que envuelve el escenario ultraterrestre de Teherán está envuelto por el más estricto secreto.

PHOTO/Roscosmos - Perteneciente a la familia rusa Kanopus-V, el satélite Khayyam-1 fue puesto en órbita  el 9 de agosto de 2022. La imagen recoge las pruebas previas para verificar el funcionamiento de sus paneles solares
PHOTO/Roscosmos - Perteneciente a la familia rusa Kanopus-V, el satélite Khayyam-1 fue puesto en órbita el 9 de agosto de 2022. La imagen recoge las pruebas previas para verificar el funcionamiento de sus paneles solares

Observando desde hace un mes

Lo que sí se sabe con certeza es que el Noor-3 fue puesto en órbita el pasado 27 de septiembre a bordo de un lanzador domestico Qased y orbita a unos 450-500 kilómetros. Al igual que sus dos hermanos de serie ‒Noor-1, lanzado en abril de 2020 y ya fuera de servicio; y Noor-2, en marzo de 2022‒ el diminuto Noor-3 está bajo la esfera de control del general Amir-Ali Hajizadeh, jefe de la rama aeroespacial de la Guardia de la Revolución Islámica, una estructura militar paralela, pero integrada en las Fuerzas Armadas de Irán.

El comandante en jefe de la citada Guardia de la Revolución, el general Hossein Salami, ha confirmado el 28 de octubre que la finalidad del Noor-3 es “recopilar imágenes y datos para cubrir las necesidades de la inteligencia”. Y ha anticipado que antes del próximo abril se pondrán en órbita “otros dos nuevos satélites con idénticas capacidades”.

Y es que la Guardia de la Revolución Islámica es la privilegiada organización de naturaleza castrense que dirige las misiones ultraterrestres militares y goza de libertad para tener su propio programa espacial independiente ¿Independiente de quién? Pues de la Agencia Espacial Iraní, que obtuvo carácter oficial el 28 de febrero de 2004 durante la presidencia de Mohamed Jatami y está adscrita al ministerio de Comunicaciones y Tecnologías de la Información.

PHOTO/Islamic Revolutionary Guard Corps - Los micro satélites espía Noor están bajo el control del general Amir-Ali Hajizadeh, que posa ante un lanzador Qased, jefe de la rama aeroespacial de la Guardia de la Revolución Islámica
PHOTO/Islamic Revolutionary Guard Corps - Los micro satélites espía Noor están bajo el control del general Amir-Ali Hajizadeh, que posa ante un lanzador Qased, jefe de la rama aeroespacial de la Guardia de la Revolución Islámica

Los micro satélites Noor y otros más de pequeñas dimensiones y no más de 50 kilos son disparados al espacio desde instalaciones en territorio iraní por lanzadores de producción nacional. Pero la tasa de fracasos es muy alta. Es el caso del Safir-1: 7 lanzamientos, de los que 3 fallaron; Simorgh: 6 lanzamientos y 5 fallos; Qaem-100: 1 lanzamiento y fallido. La excepción es el cohete Qased, que lleva tres vuelos con éxito, precisamente los que pusieron en órbita a los Noor-1, 2 y 3.

Dejando de lado la serie Noor, el principal espía electro-óptico que posee Irán para observar los combates en la Franja de Gaza y en las fronteras de Israel con Líbano y Siria se llama Khayyam-1. De fabricación rusa, con una masa al despegue entre 470 y 650 kilos y perteneciente a la familia Kanopus-V, voló desde el cosmódromo de Baikonur el 9 de agosto de 2022 con un cohete Soyuz. 

La Agencia Espacial de Irán que dirige Hassan Salariyeh niega que el Khayyam-1 sea un satélite dedicado a funciones de reconocimiento militar. Aduce que su labor es facilitar imágenes para mejorar la producción agrícola, los recursos hídricos, observar las consecuencias de inundaciones y terremotos, supervisar el avance de la desertización, así como vigilar las explotaciones petrolíferas… y las zonas fronterizas.

PHOTO/President of the Islamic Republic of Irán - Rouhollah Dehqani Firouzabadi es un ingeniero aeroespacial nombrado vicepresidente para Ciencia, Tecnología y Economía en noviembre de 2022. En imagen, junto al presidente Ebrahim Raisi
PHOTO/President of the Islamic Republic of Irán - Rouhollah Dehqani Firouzabadi es un ingeniero aeroespacial nombrado vicepresidente para Ciencia, Tecnología y Economía en noviembre de 2022. En imagen, junto al presidente Ebrahim Raisi

Conseguir transferencias de tecnologías espaciales de Rusia 

Así pues, es previsible que esa “vigilancia de las zonas fronterizas” sea mucho más. A bordo del Khayyam-1 viaja un telescopio tipo Korsch con tres potentes cámaras con un amplio campo de visión en los espectros visible e infrarrojo. Una de ellas es de alta resolución, que ahora se sabe que está comprendida entre 1 y 0,75 metros, lo que le hace ser un ingenio especialmente idóneo como satélite espía. Pero es posible que su labor secundaria tenga carácter civil y sea empleado como plataforma de doble uso. 

Sea como fuere, a la vista del rearme generalizado y del elevado interés existente a lo largo y ancho del mundo por posicionar en el espacio nuevos ingenios de observación y comunicaciones seguras, las autoridades de Teherán han querido relanzar su cooperación con Rusia, su principal proveedor externo de componentes y sistemas satelitales completos.

PHOTO/Islamic Revolutionary Guard Corps - Los pequeños satélites de Irán se envían al espacio desde territorio nacional con lanzadores de producción propia, con altas tasas de fracasos. Salvo el cohete Qased: tres éxitos de tres disparos
PHOTO/Islamic Revolutionary Guard Corps - Los pequeños satélites de Irán se envían al espacio desde territorio nacional con lanzadores de producción propia, con altas tasas de fracasos. Salvo el cohete Qased: tres éxitos de tres disparos

Una importante delegación iraní encabezada por el vicepresidente del Gobierno para Ciencia, Tecnología y Economía del Conocimiento, el profesor Rouhollah Dehqani Firouzabadi, ha visitado Moscú a finales de octubre pasado. El motivo del viaje era reforzar la cooperación entre los centros tecnológicos civiles y militares de ambas naciones, de manera especial en el ámbito de la inteligencia artificial, la microelectrónica y las comunicaciones. Pero, sobre todo, en el campo espacial.

De 42 años, Rouhollah Dehqani Firouzabadi es un ingeniero aeroespacial nombrado para el cargo en noviembre de 2022, precisamente para estrechar relaciones y suscribir  proyectos bilaterales de índole aeroespacial con el viceprimer ministro de Rusia y ministro de Industria y Comercio, Denis Manturov. 

PHOTO/President of the Islamic Republic of Irán - El presidente Raisi aspira a que Rusia autorice la transferencia de tecnologías que permitan a su industria fabricar satélites de mayores dimensiones y prestaciones que los obtenidos hasta el momento
PHOTO/President of the Islamic Republic of Irán - El presidente Raisi aspira a que Rusia autorice la transferencia de tecnologías que permitan a su industria fabricar satélites de mayores dimensiones y prestaciones que los obtenidos hasta el momento

El presidente Ebrahim Raisi considera que “ahora” es el momento para que Rusia autorice la transferencia de tecnologías para fabricar en Irán tres plataformas semejantes al Khayyam-1. También de contratar con la industria rusa un satélite de comunicaciones encriptadas y de asociarse al proyecto Sfera, una mega constelación mixta de satélites de observación y comunicaciones que Moscú pretende desplegar a partir del próximo año. 

Irán es un pionero en su interés por el espacio exterior. Es uno de los escasos 18 países que en diciembre de 1958 dieron vida al Comité de las Naciones Unidas sobre los Usos Pacíficos del Espacio Ultraterrestre, COPUOS, tan solo un año más tarde del vuelo del soviético Sputnik-1, el primer satélite artificial que comenzó a orbitar la Tierra el 4 de octubre de 1957. Hoy COPUOS, con sede en Viena, acoge a casi un centenar de Estados miembros.

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