Los malienses acuden este domingo a las urnas para elegir al nuevo jefe de Estado. Será el encargado de devolver el país al órden constitucional, interrumpido tras el golpe de Estado de marzo de 2012.
Con motivo del sufragio se ha habilitado un fuerte dispositivo policial que controlará las principales zonas para evirar que se repitan los episodios violentos que dejaban muertos, este mes, en la ciudad de Kidal, ocupada desde el pasado febrero por los separatistas tuareg del Movimiento Nacional del Liberación de Azawad (MNLA) y en donde persiste la incertidumbre sobre si se podrá verificar la votación.
Las elecciones estarán supervisadas por misiones de observadores de la Unión Europea, la Unión Africana y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO).