El rey de Marruecos, Mohamed VI ha ordenado el establecimiento de un Comité Central de Seguimiento destinado a comprobar la integridad de las elecciones de Marruecos. La Comisión está compuesta por el ministro de Interior y el fiscal general y serán los encargados de revisar que se mantenga y se respete la fiabilidad de las elecciones, comenzando desde la inscripción en las listas electorales hasta el resultado de las votaciones.
Según un comunicado del Ministerio de Interior, el Comité Central y los comités regionales “llevaran a cabo sus tareas en pleno cumplimiento de las leyes y reglamentos vigentes y sin perjuicio de los poderes y autoridades que la ley otorga a los órganos legislativos, administrativos y judiciales”. En esta línea, el Ministerio ha señalado que el objetivo es crear “el próximo proceso electoral e inmunizarlo de todo lo que pueda afectar la voluntad de las votantes y su libre elección”.
El secretario general del opositor Partido Autenticidad y Modernidad explicó que “la importancia de las próximas elecciones es principalmente una traducción política que conduce a la renovación de las instituciones constitucionales y refuerza sus funciones”. Así, el Comité Central mantendrá reuniones con los líderes de los partidos para informales sobre los procesos electorales y su seguimiento.
El profesor de ciencias políticas y derecho constitucional, Rachid Lazraq, ha declarado para Al-Arab, que esta nueva medida “tiene como objetivo fortalecer el estado de derecho y las instituciones y presentar una nueva imagen de Marruecos, que avanza en el fortalecimiento de la opción democrática”. En este sentido, la reforma contribuiría a “generar reconocimiento internacional y social y a depositar la confianza en el Reino como una incubadora para atraer inversiones”.
Lazraq declaró, en un comunicado a Al-Arab, que la “credibilidad de las elecciones y las instituciones resultantes están vinculadas a avanzar en la lucha contra la corrupción política en su sentido más amplio”. Además, según el profesor, las próximas votaciones trataran de “derrocar a los líderes populistas, como condiciones para establecer el cambio y darle credibilidad que es la base para lograr el desarrollo económico que necesitamos”.
Sin embargo, esta medida no ha sido la única que se ha adoptado con este fin. Meses atrás Marruecos llevó a cabo una reforma en la Ley Orgánica de la Cámara de Representantes adoptando un cambio que modificaría el método de cálculo del denominador electoral en base a los inscritos en las mesas electorales en vez de ser por número de votantes.
Además, el órgano de control ha anunciado la puesta en marcha de lo que serían nuevas comisiones provinciales que se encargarían del seguimiento a un nivel local. Estas comisiones están integradas por el gobernador de cada provincia y de cada distrito junto con el fiscal. En este sentido, la comisión central junto con las comisiones provinciales y regionales, desarrollarán sus tareas bajo un estricto cumplimiento de las leyes y reglamentos legislativos vigentes.
Para lograr y garantizar la validez del proceso electoral en los próximos comicios, las comisiones locales llevaran a cabo medidas para detectar de inmediato cualquier resultado que contenga indicios sospechosos de violación en la integridad de los comicios.
Junto a esto, para preservar la participación, la Comisión acogerá las propuestas de las medidas que deberán llevarse a cabo para optimizar el proceso democrático en Marruecos.
El país alauí celebrará las próximas elecciones legislativas y municipales el próximo 8 de septiembre, de acuerdo con los decretos aprobados por el Consejo del Gobierno en Rabat. Del mismo modo, el Gobierno anunció para el próximo 5 de octubre la elección de los miembros de la Cámara de consejeros del Parlamento y para el 6 de agosto la elección de los miembros de los ministerios de Agricultura, Comercio, Industria, Artesanía, Servicios y Pesca.
Es la primera vez que Marruecos acudirá a las urnas en un día laboral, en lugar de viernes, día en el que tradicionalmente se celebraban los comicios. Esta modificación fue fruto de la propuesta emitida por varios partidos políticos que argumentaron que la participación social en las urnas sería más alta si se celebra en un día plenamente laboral.