Los expertos pronostican una férrea resistencia de los entre 3.000 y 5.000 yihasitas atrincherados en el centro de Mosul, según estimaciones estadounidenses. El primer objetivo de las fuerzas iraquíes y sus aliados es sitiar completamente Mosul, dejando abiertos algunos corredores humanitarios para permitir la huida de los civiles.
Las tropas iraquíes entraron este martes en Mosul, norte de Irak, lanzando así la "verdadera" batalla para reconquistar la segunda ciudad del país, bastión del grupo yihadista Daaesh desde junio de 2014.
La vanguardia de las fuerzas iraquíes penetró en Mosul por el este, tomando posiciones en el barrio de Judaidat Al Mufti, indicó el centro de comando del ejército. "Es el comienzo de la verdadera liberación de la ciudad de Mosul", anunció el general Taleb Cheghati al Kenani, jefe del Comando Antiterrorista Iraquí (CTS), las tropas de élite del ejército.
"Nuestro objetivo final es la liberación" total de Mosul, agregó Taleb Sheghati al Kenani en la localidad de Gogjali, aledaña a Mosul, ocupada por el ejército antes de entrar en el bastión del Daesh. En la víspera, en un discurso televisivo, el primer ministro iraquí Haider al Abadi había anunciado la inminente entrada de sus tropas en Mosul, un momento simbólico de la ofensiva lanzada el 17 de octubre pasado. "Vamos a estrechar el cerco en torno al Daesh desde todos los frentes", dijo el primer ministro Haider al Abadi. Los yihadistas "no tienen escapatoria, pueden morir o rendirse", agregó.
Los expertos pronostican una férrea resistencia de los entre 3.000 y 5.000 yihadistas atrincherados en el centro de Mosul, según estimaciones estadounidenses. Antes de iniciar la fase más riesgosa de la ofensiva, las fuerzas de élite del Ejército deben esperar la llegada de refuerzos. Decenas de miles de tropas iraquíes, apoyadas por ataques aéreos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, avanzan en varios frentes hacia Mosul. Al este y al norte de la ciudad, los combatientes kurdos consolidaron sus posiciones en las localidades tomadas en los últimos días tras expulsar a los yihadistas. Al sur de Mosul, las fuerzas del gobierno federal continúan avanzando, pero todavía están a varios kilómetros de la periferia de la ciudad. Al oeste, las fuerzas paramilitares Hachd al Shaabi (Unidades de Movilización Popular), controladas por las milicias chiitas, intentan cortar las líneas de reabastecimiento del Daesh con Siria.
Esas fuerzas retomaron una serie de localidades en el camino hacia Tal Afar, una ciudad estratégica para el califato proclamado por Dáesh. Los jefes de Hashd al Shaabi afirman que no aspiran a entrar en Mosul, una ciudad mayoritariamente sunita, pero en el campo de batalla los comandantes no son tan categóricos. El primer objetivo de las fuerzas iraquíes y sus aliados es sitiar completamente Mosul, dejando abiertos algunos corredores humanitarios para permitir la huida de los civiles. Luego iniciarán el avance hacia el centro de la ciudad donde se prevén violentos combates callejeros con los combatientes yihadistas. Desde el inicio de la ofensiva, más de 17.900 personas huyeron de sus hogares, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La ONU considera que los futuros combates podrían causar la huida de un millón de personas de Mosul, donde se estima que actualmente hay 1,5 millones, y provocar una catástrofe humanitaria. Los habitantes de las localidades liberadas en los alrededores de Mosul regresan a ver sus viviendas, pero no podrán ocuparlas antes de muchos meses, el tiempo necesario para desactivar las minas y bombas diseminadas por los yihadistas.
El Daesh, que en 2014 conquistó vastos territorios en Irak y en Siria, se encuentra a la defensiva en ambos países, donde ha perdido el control de centenares de localidades.
El Daesh intenta trasladar a 25.000 civiles para usarlos como escudos humanos en Mosul
El grupo terrorista Daesh ha intentado trasladar a unos 25.000 civiles desde una localidad situada al sur de Mosul con el objetivo de usarlos como escudos humanos frente a la ofensiva lanzada para intentar arrebatarle el control de esta importante ciudad del norte de Irak, según ha informado la portavoz de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Ravina Shamdasani, citando informes recabados sobre el terreno.
Shamdasani ha asegurado que los milicianos del grupo terrorista que lidera Abú Bakr al Baghdadi han matado a unos 40 exmiembros de las fuerzas de seguridad iraquíes y han arrojado sus cadáveres al río Tigris.
Los milicianos comenzaron a trasladar en camiones y autobuses a unos 25.000 civiles desde la localidad de Hammam al-Alil, al sur de Mosul, aprovechando la oscuridad en la noche del lunes, probablemente para usarlos como escudos humanos, según la portavoz de Naciones Unidas.
La mayoría de los camiones se vieron obligados a dar la vuelta por la presión de la aviación aunque algunos autobuses sí que llegaron a alcanzar la localidad de Abusaif, situada a unos quince kilómetros al norte de Hammam al-Alil.
Ejecuta a 50 de sus miliacianos
El grupo yihadista Daesh habría ejecutado a 50 de sus milicianos en la provincia de Nínive por huir del campo de batalla durante los enfrentamientos en los alrededores de la ciudad de Mosul.
Los milicianos han sido ejecutados en el campamento Al Ghazlani, en el oeste de la provincia, tal y como ha recogido la cadena de televisión Al Sumaria, que ha agregado que todos ellos "habían sido forzados a alistarse en el grupo".
El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, anunció el 17 de octubre el inicio de la operación en Mosul. El grupo yihadista controla la ciudad desde verano de 2014 y la ha convertido en la capital iraquíde su proclamado califato. Con cerca de dos millones de personas antes de que comenzaran los enfrentamientos, la ciudad constituye una zona de vital importancia para los milicianos en Irak. No obstante, el Gobierno teme que el asalto a la urbe provoque un éxodo masivo de civiles.
La entrada en Mosul de las tropas iraquíes abre una nueva fase de la ofensiva
Las fuerzas iraquíes entraron el martes en los barrios del este de Mosul, norte de Irak, al cumplirse el decimosexto día de la ofensiva para reconquistar la segunda ciudad del país, bastión del Daesh desde junio del 2014.
A continuación, los principales elementos de esta ofensiva iniciada el 17 de octubre pasado.
El Comando Antiterrorista Iraquí (CTS), fuerzas de élite del ejército, y las fuerzas de intervención rápida, tropas de élite del Ministerio del Interior, combaten junto a las Fuerzas Armadas y la Policía iraquíes y los Peshmergas, fuerzas de seguridad de la región autónoma del Kurdistán iraquí. Las Unidades de Movilización Popular (UMP, Hashd al Shaabi en árabe), milicias en su mayoría chiitas apoyadas por Irán, entraron en acción al oeste de Mosul. Todas esas fuerzas reciben el apoyo de la aviación y de la artillería de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
La ofensiva contra Mosul comenzó en tres frentes, norte, este y sur, para cercar la ciudad. En los últimos días las UMP entraron en acción en el frente oeste, situándose entre Mosul y la frontera siria con el objetivo de cortar las líneas de reabastecimiento. En las dos primeras semanas, las tropas iraquíes y aliadas retomaron el control de decenas de localidades en los tres principales frentes. El lunes, las CTS llegaron a los suburbios de Mosul y el martes, por primera vez desde 2014, entraron en el este de la ciudad, en el barrio de Judaidat Al-Mufti, en la orilla izquierda del Tigris, el río que corta la ciudad en dos.
La entrada en Mosul señala "el comienzo de la verdadera liberación de Mosul", afirmó un comandante iraquí. Los yihadistas respondieron al avance gubernamental con decenas de atentados suicidas con coches bomba y disparos de artillería. Las informaciones sobre los movimientos de los combatientes del Daesh son contradictorias. Algunas fuentes señalan una retirada hacia Siria, otras en cambio la llegada de refuerzos desde el territorio sirio.
Según un general estadounidense, 900 combatientes murieron en la primera fase de la ofensiva. Por otra parte, la ONU señala que el EI ejecutó a más de 250 exmilitares iraquíes y desplaza población civil para utilizarla como escudo humano. Miles de civiles huyen de las zonas controladas por el Daesh a medida que avanza la ofensiva. Hasta el martes, más de 17.900 personas había abandonado sus hogares desde el inicio de la ofensiva, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La ONU, que estima que 1,5 millones de personas viven en Mosul, considera que a medida que se intensifiquen los combates el flujo de desplazados va a aumentar, pudiendo llegar a un millón de personas y provocar una catástrofe humanitaria.