La tragedia de los migrantes en la ciudad de Nador pone de nuevo la polémica valla de Melilla en el foco mediático. El muro fronterizo que se extiende a lo largo de los 12 km que rodean la ciudad autónoma fue el escenario de una tragedia que hace replantear la política migratoria europea.
“Necesitamos más implicación de la Unión Europea en Melilla. Esto es la frontera sur de la UE”, se queja Yusef Mohamed, policía nacional representante del sindicato Unión Federal de Policía, con una larga trayectoria sobre los hombros. Pide lo que muchos de sus compañeros llevan exigiendo al Gobierno español desde hace años. Más implicación del Estado en su frontera con Marruecos. Más medios y más personal, para controlar los 922 asaltos a la valla que se han producido en lo que va de 2022. Ya casi tantos como los 950 contabilizados por el Ministerio del Interior en 2021.
La situación de Melilla es mucho peor en números que la de su hermana africana, Ceuta. Hasta el 19 de mayo de 2022 son 257 saltos en Ceuta contra los mencionados 922 en Melilla, más de tres veces en comparación. Unos datos que han aumentado desde la pandemia por covid.
De acuerdo con Yusef Mohamed, estos nuevos saltos que van en aumento también son cada más más violentos. “La policía marroquí no tiene los medios suficientes para enfrentarse a estas nuevas olas. Tienen formación y equipamiento limitado que no les permite trabajar con unas garantías óptimas para su seguridad y la de los migrantes”, sigue explicando Mohamed, que considera este asalto del viernes 24 como un “punto y aparte” en la historia de la valla de Melilla.

El papel de las redes de tráfico que ejercen de “comandantes” en los saltos y en la organización de los campamentos de migrantes en los alrededores de Nador es otro de los puntos que, de acuerdo con las autoridades marroquís y españolas, provoca asaltos cada vez más complejos para las fuerzas de seguridad. Mohamed coincide con la tesis marroquí y afirma que las redes de inmigración ilegal instruyen a los migrantes y utilizan técnicas de “guerrilla urbana”.
“Cuando van a realizar un salto saben la zona por dónde tiene que entrar. Previamente la preparan para debilitar los elementos de sujeción. Captan información del contingente antidisturbios. Como los horarios, los turnos…”, relata el representante del sindicato de policía nacional. En redes sociales han circulado vídeos filtrados por la Direction générale de Sûreté nationale (DGSN), el cuerpo de policía nacional marroquí, en los que se ve como las redes de inmigración ilegal aleccionan a los inmigrantes subsaharianos en los campamentos del monte Gurugú. Unos mismos campamentos que las fuerzas del orden del país magrebí desalojaron el jueves 23 por medio de una ofensiva campal en la que se encontraron con una férrea defensa por parte de los migrantes.
De acuerdo con fuentes locales esta ofensiva acorraló a los grupos de migrantes, que decidieron dar el asalto contra la valla el día 24. Fuentes del Ministerio del Interior afirman a Atalayar que desde los encuentros entre Gobiernos en el mes de abril y la normalización de las relaciones entre España y Marruecos, los grupos de la Direction de Sécurité Publique, equivalente marroquí de la UIP española, han llevado a cabo esta serie de operaciones.
Yussef Mohamed es sin embargo escéptico ante la utilidad real y a largo plazo de estos métodos. “Los policías destinados en la valla necesitamos más medios y más personal. Pero si hay todo eso, además de colaboración efectiva con el vecino, las redes de tráfico dejarán la vía del asalto a la valla para centrarse en la otra vía, la de los cayucos”, resume el policía nacional. “Para encontrar una solución hay que analizar los errores y corregirlos. El culpable de todo esto es el hambre y la oportunidad de vivir mejor que en su país”, añade Mohamed, que pide políticas de mayor trasfondo para frenar la inmigración ilegal.
Coincide con él Marta García Outón, coordinadora del Instituto de Seguridad y Cultura, que en junio de 2022 sometió un informe al Congreso de los Diputados junto con otros expertos valorando una reinvención del espacio autonómico de Ceuta y Melilla dentro de la Unión Europea. “De momento, existen acuerdos bilaterales, con medidas de control y seguridad fronteriza, pero no se aborda el fenómeno desde los problemas estructurales de base ni con un planteamiento transversal que implique, no sólo a las autoridades políticas, sino al conjunto de la sociedad y de forma especial, a las empresas y agentes económicos”, comenta la experta en Seguridad y Defensa. “Sin un estudio prospectivo sobre estos retos, no se puede determinar cuál es la mejor solución al largo plazo y seguiremos trabajando con recursos que nos valen solamente para reaccionar una vez tenemos el problema delante”.
García Outón sostiene que, tal y como piden los sindicatos de policía, a la espera de una solución de calado, es necesario reforzar los elementos físicos que impidan la entrada ilegal en Europa. “Responder de forma eficiente y oportuna una crisis en el corto plazo supone prevenir que evolucione hacia un problema mayor y más complejo. La inversión en la valla se está haciendo para establecer las capacidades necesarias para la vigilancia y el control de fronteras y se deben seguir orientando los recursos requeridos para evitar poner en peligro al personal de seguridad en la frontera. La protección de la frontera inmediata es una cuestión de supervivencia nacional, pero la protección de la frontera avanzada es sinónimo de prevención y anticipación y, por lo tanto, inversión para mantener la soberanía de nuestro país y la estabilidad en las relaciones de vecindad”, explica Outón.
Todo ello es teniendo en cuenta que la frontera infranqueable no existe, desde un punto de vista técnico para los analistas en Seguridad. La prioridad de la frontera debe ser, para los expertos consultados por Atalayar, la seguridad y la vida de los migrantes y de los policías en servicio en las fronteras.
La fecha del 24 de junio promete pasar tristemente a la historia en las relaciones entre España y Marruecos. Después de la Comisión de la Unión Africana, la ONU se ha sumado a las peticiones de investigación para esclarecer los motivos del fallecimiento de 24 personas en Nador. La Fiscalía General española también ha ordenado a la Fiscal de Sala Coordinadora de Extranjería llevar a cabo una investigación debido a la “transcendencia y gravedad de los hechos acaecidos”. A su vez, el Gobierno marroquí convocó el domingo 26 a los embajadores africanos de los países aliados para dar parte de lo ocurrido y hacer piña ante posibles turbulencias.