Paula Pérez Cava/Estrelladigital.com
Pie de foto: El único encuentro bilateral entre Barack Obama y Mariano Rajoy se produjo en enero de 2014 en la Casa Blanca
El presidente estadounidense Barack Obama pasará, a partir del próximo sábado 9 de julio, por Sevilla, Rota y Madrid, donde se reunirá con el Rey y con Rajoy. El interés por la cooperación militar es uno de los aspectos centrales de la ansiada visita de Obama, que llega 15 años después de la de Bush. Ha costado 15 años que un presidente de Estados Unidos vuelva a España y lo hace casi por los pelos. Barack Obama ha dejado para el final de su mandato la visita a nuestro país. Mientras Estados Unidos celebra el 4 de julio, su Día de la Independencia y fiesta nacional, en España se cierran los últimos detalles de la ansiada visita del presidente estadounidense y premio Nobel de la Paz, que supondrá la “culminación de la normalización” de las relaciones diplomáticas entre los dos países y "certificará la relación bilateral privilegiada", según el Ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy.
Obama llegará el próximo sábado 9 de julio a Sevilla, donde será recibido por el rey y comenzará su recorrido que le llevará a la Base de Rota, en Cádiz, y a Madrid, donde volverá a verse con Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela y con Rajoy en el Complejo de la Moncloa, en una muestra de la buena sintonía de las relaciones entre los dos países, apuntan desde el Gobierno.
El equipo de Rajoy daba por hecho que Obama visitaría España pero no consiguió que viniera antes de que acabara su mandato de Rajoy -pese a los intentos diplomáticos y las numerosas ocasiones en las que Obama ha pasado por Europa, algunas de ellas cumbres antiterroristas con los principales países europeos de las que España fue excluida.
Ahora, desde La Moncloa, valoran la trascendencia de la visita y presumen de los logros diplomáticos que han conseguido traer a un presidente estadounidense a España tras el enfriamiento de las relaciones bilaterales por la política exterior del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
La decisión de retirar las tropas que apoyaban a Washington en Irak congeló esas relaciones, al menos “en el plano de los símbolos políticos –en particular con la ausencia de visitas de relieve- que en el plano práctico de las relaciones económicas, comerciales o de defensa”, según recoge el Ministerio de Exteriores en la información que publica sobre este país. De hecho, el último presidente que visitó España fue George W. Bush en 2001, durante el mandato de José María Aznar.
Desde que llegó al poder, Rajoy ha tratado de resintonizar esas relaciones diplomáticas con la firma de varios acuerdos y encuentros de bajo y alto nivel, como el del presidente español a la Casa Blanca en enero de 2014. Un esfuerzo también impulsado por la visita del rey Felipe VI a Washington en septiembre del año pasado, uno de los primeros destinos desde que accedió a la jefatura del Estado.
La importancia de la cooperación en seguridad
El momento elegido por Obama, tras años de aplazamientos, parece elegido en fondo y forma. El presidente de EEUU visitará finalmente España tras acudir a la cumbre de la OTAN en Varsovia los próximos 8 y 9 de julio. En la cita, a la que acudirán los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica, posiblemente se decidirá aumentar la presencia militar tanto en el este de Europa como en el llamado flanco sur, para hacer frente al yihadismo. Y es ahí donde España –con las bases estadounidenses de Rota y Morón- tiene mucho interés para Estados Unidos.
De hecho, la visita de Obama, aunque sea en el tiempo de descuento de su mandato, se puede leer como una forma de compensar los esfuerzos que ha hecho el Gobierno de Rajoy por satisfacer las demandas de la administración de Obama a nivel militar. Porque al Ejecutivo no se le ha escapado en ningún momento la importancia estratégica que otorgan los americanos a nuestras bases, muestra de ello es que, mientras en otros países la presencia militar estadounidense ha ido disminuyendo, en España ha ido aumentando.
La ampliación del despliegue de marines de la Base de Morón, en Sevilla, es uno de los acuerdos que muestra ese interés de Obama por España. Con la firma el año pasado de ese convenio, EEUU podrá tener 3.000 marines en la base sevillana, 2.200 de ellos de forma permanente, y otros 800 más en caso de despliegues temporales de la Fuerza de Respuesta de Crisis del Cuerpo de Marines, preparada para intervenir en África y el Mediterráneo.
Sin embargo, Obama sólo pisará la base de Morón cuando baje del avión que le trae de Varsovia el próximo día 9, ya que no hay ninguna visita prevista a las instalaciones –aunque sí a la ciudad de Sevilla. El presidente de EEUU ha elegido la base de Rota para hacer su visita “militar” a España.
En esta base, de uso compartido entre Estados Unidos y España desde hace más de 60 años, están desplegados cuatro destructores de EEUU que forman parte del escudo antimisiles de la OTAN. En total hay unos 3.500 estadounidenses, entre militares, trabajadores civiles y sus familias.
Aunque este despliegue fue pactado por la OTAN en Lisboa en 2010, durante el mandato de Zapatero, se ha materializado durante el Gobierno de Rajoy, lo que le ha servido para dinamizar las relaciones bilaterales, que ya se vieron animadas con la visita del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en octubre del año pasado.
En ese encuentro con el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, se pactó la retirada de la tierra contaminada por el accidente nuclear de Palomares, en 1966, aunque aún no se ha firmado el acuerdo. Otro de los ministros de Obama, el de Defensa, precisamente, Ashton Carter, también visitó España el año pasado, en ambos casos apurando los días del mandato de Rajoy.
Aunque las relaciones al más alto nivel han tenido que esperar hasta casi el final del mandato de Obama, no ha dejado de haber muestras en otros ámbitos. Un ejemplo cercano es la celebración de este sábado –coincidediendo con el Orgullo Gay– en Madrid del Día de la Independencia de EEUU. El embajador estadounidense en Madrid, James Costos, dio una fiesta para celebrar el 4 de julio, en la que transformó el Conde Duque madrileño en un pedacito de Los Ángeles. Y aquí tampoco se olvidaron de Rota y Morón.
Pie de foto: Agradecemos a España su acogida de fuerzas estadounidenses en las bases españolas de Rota y Morón #Fiesta4dejulioUSA
La diplomacia de Michelle
La expectación por la visita del presidente de los Estados Unidos se ha animado con el paso por Madrid de su esposa, Michelle Obama. Hace apenas unos días la mujer del presidente de EEUU le tomaba la delantera y ha tirado de otro tipo de diplomacia para mostrar su interés por España.
Michelle, que ya pasó unos días de vacaciones con sus hijas en 2010 en Andalucía, ha venido hace unos días a España por “trabajo”, donde ha defendido el derecho a la educación de todas las niñas del mundo con la reina Letizia.
Las esposas de los dos jefes de Estado de EEUU y España han puesto de manifiesto las buenas relaciones entre ambas, un prolegómeno agradable y vistoso que aumenta, más si cabe, la expectación por la llegada de Barack Obama.
La hija mayor de Obama, Malia, precisamente efectuará su periodo de prácticas en la Emabajda norteamericana de la calle Serrano, bajo la supervisión del embajador Costos. Un hecho que no solo muestra simpatía hacia nuestro país, sino trato casi familiar con el responsable de la diplomacia, un gran aportador de financiación a las campañas de Barack Obama.