Omán celebra el 54 aniversario de su Día Nacional

El Sultanato de Omán celebra el 54º aniversario de su Día Nacional, una fecha muy especial para el país del Golfo y una gran oportunidad para resaltar los logros nacionales a lo largo de todos estos años de existencia.
Este 18 de noviembre se conmemora el renacimiento moderno de Omán tal y como se conoce el Sultanato actualmente, después del proceso modernizador que se inició gracias al difunto sultán Qaboos bin Said. Omán celebra su Día Nacional el 18 de noviembre, coincidiendo con la fecha del cumpleaños del difunto sultán Qaboos bin Said, quien inició una etapa de renacimiento y desarrollo que ha marcado el país.
El reinado de Qaboos bin Said comenzó cuando asumió el poder en 1970 tras haber acabado la etapa de protectorado británico y finalizó en enero de 2020 con su muerte.
El legado del sultán Qaboos bin Said es el que trata de continuar el actual sultán, Haitham bin Tariq, quien asumió el cargo en enero de 2020 tras la muerte de su predecesor.

Después de asumir las riendas del poder el 11 de enero de 2020, el sultán Haitham bin Tariq designó el 18 de noviembre como día nacional de renacimiento que el Sultanato celebra cada año, en un gesto reverencial que expresa lealtad, honestidad y sentimientos de reconocimiento hacia el difunto sultán.
Si bien el sultán Qaboos es considerado el fundador del renacimiento moderno de Omán, su sucesor, Haitham bin Tariq, después de asumir el poder, estableció otra fase renovada y fijó algunas de sus características en la denominada “Visión de Omán 2040”.
El país árabe mantiene una importante situación en Oriente Medio después de muchos años. Siempre ha sido considerado un país neutral y mediador dentro del escenario regional, un escenario siempre agitado por choques y enfrentamientos entre diversas naciones del entorno.
Omán, conocido en su día como “la Suiza de la península arábiga”, se caracteriza por su neutralidad y por ser una extraña muestra de estabilidad en una zona convulsa como es Oriente Medio.

En pleno proceso de guerras como la de Gaza o la de la frontera entre Israel y el Líbano, Omán sigue su camino con una importante estabilidad institucional y con un papel mediador y neutral que le permite tener unas relaciones pacíficas y constructivas con todas las naciones de su entorno.
Su filosofía de no injerencia en los asuntos internos de otros Estados (a diferencia de otros países intervencionistas y beligerantes como la República Islámica de Irán) tiene que ver con el ibadismo, una rama del islam predominante en el sur de la península arábiga que promueve el diálogo y la tolerancia. Omán fusiona elementos islámicos y una estructura estatal que promueve la igualdad entre los géneros, la tolerancia religiosa y la apertura comercial al exterior.
La hoja de ruta omaní queda marcada ahora por el programa Visión de Omán 2040, desarrollado bajo las instrucciones del sultán Haitham bin Tariq y que se centra en las personas como base de toda estrategia económica y de desarrollo, como se ha apuntado desde el Estado omaní.
El sultán de Omán se comprometió, dentro de este programa, a reorganizar la estructura administrativa estatal y establecer un sistema provincial encaminado a descentralizar la Administración, lo que busca simplificar y potenciar el proceso de desarrollo nacional.

Otra rama importante del programa Visión 2040 es fomentar las inversiones tanto nacionales como provenientes del exterior y diversificar la economía nacional para no depender de una única fuente de riqueza nacional, como puede ser la de los hidrocarburos. Omán ha tenido siempre una economía basada en la explotación de grandes reservas de petróleo y gas natural, aunque ahora se busca potenciar otros sectores para tener una economía más diversificada, más acorde a los tiempos actuales. Una estrategia seguida también por otros países del entorno como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos.
La política nacional está muy enfocada en el desarrollo social, política y económico nacional, dentro de los postulados de la Visión 2040, de aquí a los próximos 15 años.
Mientras, la política exterior está marcada por la política de neutralidad y no injerencia en asuntos nacionales de otros países, como ha quedado de manifiesto.
Omán busca ser neutral y no entrometerse en los asuntos de otras naciones y siempre trata de aportar una resolución positiva a las disputas tanto regionales como mundiales. Todo ello con la misión de reforzar también los intensos vínculos con los otros países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y de la esfera árabe, además de con todos los países del globo.
Una estrategia multinivel que busca afianzar la posición tanto interna como externa de Omán, como símbolo de progreso, estabilidad y respeto dentro del Golfo y el escenario geopolítico internacional.