Por Javier Fernández Arribas
Compromiso frente a la defensa y seguridad de España, homenaje a su padre el rey Juan Carlos y reconocimiento al trabajo profesional de las Fuerzas Armadas en territorio nacional y en misiones internacionales, con esfuerzo y sacrificio por los recortes presupuestarios, son los asuntos principales de la intervención del Rey en len su primera celebración de la Pascua Militar como jefe supremo de los Ejércitos.
Felipe VI ha recordado a los miembros de las Fuerzas Armadas que "mandar es servir", y se ha comprometido ante todos ellos a cumplir esta máxima: "No habrá día en el que deje de recordar este principio".
Acompañado de la Reina Letizia, y en presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y de los ministros de Defensa, Pedro Morenés, e Interior, Jorge Fernández Díaz, el Monarca ha animado a los militares españoles "a seguir trabajando con la misma abnegación, disciplina y lealtad, por nuestra gran nación, comprometidos con el presente y optimistas sobre nuestro futuro".
Texto íntegro del rey Felipe VI en la Pascua Militar 2015
“Ante vuestra presencia, como representación de la Institución Militar —de sus diversos empleos, cuerpos, especialidades y destinos—, me dirijo al conjunto de hombres y mujeres que conforman nuestras Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, dedicados a la Defensa y Seguridad de España.
Os hablo por segunda vez de manera formal y colectiva desde que en junio del pasado año —con mi juramento al ser proclamado como Rey ante las Cortes Generales— asumí la Jefatura del Estado y también el empleo militar de capitán general del Ejército de Tierra, de la Armada y del Ejército del Aire como Mando Supremo de nuestras Fuerzas Armadas. Y lo hago en una ocasión muy arraigada en la vida y tradición castrense, y muy querida para todos nosotros: la celebración de la Pascua Militar, instituida por el Rey Carlos III en 1782.
También me presento ante vosotros con el orgullo de vestir el uniforme que os —y que nos— identifica; no importa el color. Así lo he sentido siempre desde que hace casi 30 años lo comencé a hacer de manera efectiva cuando tuve el privilegio de comenzar mi formación castrense, junto a muchos de vosotros, tanto en la AGM de Zaragoza, como después en la ENM de Marín y en la AGA de San Javier.
De manera que, al hablaros a todos los militares que estáis dentro y fuera de nuestro territorio, en diversos destinos y misiones, siento el honor y la responsabilidad enormes que suponen ser vuestro Mando Supremo. Pero como muchos bien me enseñaron —algunos aquí presentes—, mandar es servir; y no habrá día en el que deje de recordar este principio, ni deje de sentir una inmensa gratitud y admiración hacia los hombres y mujeres que eligen —o eligieron— servir a su Patria, a sus conciudadanos; con la exigencia, dureza y austeridad de la vida militar; con la entrega, hasta de la vida si hiciera falta, en la defensa de España y de nuestros intereses, compromisos y alianzas internacionales.
Por ello, en esta primera Pascua Militar de mi reinado, quiero sobre todo agradeceros a todos los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil vuestro compromiso de lealtad y servicio a España y a la Corona. Un compromiso que algunos de nuestros compañeros, haciendo honor a su vocación, han sellado incluso perdiendo la vida en acto de servicio. Su sacrificio, y el de quienes resultaron heridos en el cumplimiento del deber, deben perdurar en nuestras memorias como ejemplo de entrega y abnegación. Hoy quiero hacerles llegar a ellos y a sus familias nuestra gratitud, permanente apoyo, cercanía y cariño.
Este acto tan lleno de tradición y solemnidad, me da también la oportunidad de recordar algunos de los momentos más destacados del pasado año, mirar juntos los desafíos que nos plantea el futuro e identificar los objetivos que queremos alcanzar. Y me alegra especialmente hacerlo junto a la Reina, que se une a mí para haceros llegar nuestros mejores deseos para el año 2015.
Agradezco al Señor Ministro de Defensa sus amables palabras de felicitación en nombre propio y de toda la Institución Militar, así como su detallada exposición sobre la situación, logros y retos a los que se enfrentan nuestras Fuerzas Armadas.
Unas Fuerzas Armadas cuya evolución he podido seguir muy de cerca desde mi incorporación a filas —como decía— hace 30 años. Pues en todo este tiempo he sido testigo directo del permanente proceso de adaptación de los Ejércitos, la Armada y la Guardia Civil a las demandas de seguridad que nuestra sociedad exigía. Retos tan importantes como la incorporación plena a la OTAN, la modernización y profesionalización de las Fuerzas Armadas, la incorporación de la mujer o nuestra participación en diversas misiones de paz y seguridad en el marco de NNUU o la UE, han sido superados con brillantez.
He tenido el honor de compartir también con muchos de vosotros momentos muy emotivos y entrañables, en España y en los diversos teatros de operaciones donde habéis cumplido vuestra misión de manera ejemplar, algo que guardo en la memoria de manera imborrable. Como os dije en el acto de salutación celebrado el pasado mes de junio en la Plaza de la Armería de este Palacio Real, hoy podemos sentirnos orgullosos de disponer de unas Fuerzas Armadas modernas y equilibradas, adecuadas a la importancia de nuestro país en el ámbito internacional.
Ha sido el 2014 un año cargado de acontecimientos destacados. En primer lugar, la abdicación de mi padre el Rey Juan Carlos tras casi cuatro décadas de reinado en las que, como Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, ha vivido con intensidad la extraordinaria transformación de la Institución Militar, siempre con el objetivo de prestar el mejor servicio a España. A él también dedico en este día el homenaje de gratitud y respeto que merece de todos nosotros.
También hemos celebrado el 75 aniversario de la creación del Ejército del Aire, el 250 aniversario del Real Colegio de Artillería y España ha asumido, por primera vez, la presidencia del Comité Director de la Iniciativa 5+5 de Defensa, un marco de cooperación multilateral de gran relevancia para la seguridad de los países que compartimos el Mediterráneo Occidental ─espacio estratégico que es de importancia creciente para la paz y estabilidad mundiales.
en esta primera Pascua Militar de mi reinado, quiero sobre todo agradeceros a todos los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil vuestro compromiso de lealtad y servicio a España y a la Corona. Un compromiso que algunos de nuestros compañeros, haciendo honor a su vocación, han sellado incluso perdiendo la vida en acto de servicio. Su sacrificio, y el de quienes resultaron heridos en el cumplimiento del deber, deben perdurar en nuestras memorias como ejemplo de entrega y abnegación. Hoy quiero hacerles llegar a ellos y a sus familias nuestra gratitud, permanente apoyo, cercanía y cariño
La nueva organización de las Fuerzas Armadas, aprobada el pasado mes de octubre, es un paso más que nos permite seguir avanzando en el proceso de modernización en el que estamos involucrados. La racionalización de las estructuras y la simplificación de la organización nos ayudará, sin duda, a alcanzar el objetivo deseado: cumplir la misión con seguridad para nuestras tropas y ser cada vez más capaces y eficientes.
Debemos favorecer y propiciar la acción conjunta, de acuerdo al nuevo concepto de empleo de las Fuerzas Armadas, para acercarnos al objetivo de dotarnos de una auténtica Fuerza Conjunta, proyectable, sostenible y disponible y con una capacidad de combate superior a la suma de las capacidades aportadas.
Administrar los recursos de la forma más eficaz y eficiente posible es un deber ineludible. Soy muy consciente de vuestra constante preocupación y empeño por alcanzar el equilibrio entre necesidades y posibilidades, de tal forma que nuestras Fuerzas Armadas y la Guardia Civil estén dotadas de los medios necesarios.
Conozco bien vuestro esfuerzo por mantener las capacidades operativas con el nivel requerido para responder eficientemente a las amenazas, a su rápida evolución, y para afrontar con las máximas garantías de seguridad las exigentes misiones en las que estamos involucrados, atendiendo de este modo los compromisos adquiridos con nuestros socios y aliados.
Debemos continuar por esa senda que permita adaptar y preparar nuestras Unidades a los nuevos escenarios en los que las amenazas, no siempre predecibles, pueden trascender del tradicional escenario físico a otros más complejos, como el ciberespacio. En ellos se ven también afectados intereses que atañen a nuestra seguridad y, por ello, al bienestar, el progreso y la prosperidad de nuestra sociedad.
La participación en misiones fortalece el vínculo de unión de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil con la sociedad a la que pertenecemos y servimos. Así, además de nuestra vigilancia permanente en los espacios de soberanía nacional, los despliegues en las misiones en el exterior —como en el Líbano, Afganistán, República Centroafricana, Somalia, océano Índico, Mali, Bosnia-Herzegovina o, las recientemente aprobadas en Irak, Repúblicas Bálticas y Turquía— hacen que la sociedad española aprecie profundamente a la Institución Militar.
La preparación y la disponibilidad permanentes que habéis demostrado a lo largo de los años en vuestra actuación como instrumento de la política exterior de España, os han hecho acreedores del respeto y reconocimiento, no solo de los españoles, sino también de nuestros socios y aliados.
La Unión Europea, la OTAN y las NNUU —de cuyo Consejo de Seguridad formamos parte desde el pasado día 1—, conocen bien vuestra dedicación y compromiso. Y, sobre todo, valoran vuestra actuación: eficaz y enérgica en el cumplimiento de las misiones, cuando así es reclamada; codo con codo junto a ellos y en los diversos teatros de operaciones, donde os habéis ganado ese prestigio día a día, con profesionalidad, rigor y disciplina; y llevando a gala la combinación de valentía, humanidad y empatía, que tanto caracterizan al soldado español.
Queridos compañeros,
Termino ya mis palabras y os reitero, junto a la Reina, mis mejores deseos de paz y de éxito personal en este año. También extiendo ese deseo, junto a nuestro saludo lleno de afecto, a vuestras familias que, con su apoyo y estímulo, os alientan permanentemente y comparten con vosotros los sacrificios y renuncias que nuestra vocación exige.
Son fechas muy especiales y por ello quiero enviar mi más cariñosa felicitación y la de toda la Familia Real, a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil que se encuentran cumpliendo su misión, alejados de sus familias y de nuestra Patria. Es un motivo de orgullo para todos, su esfuerzo y entrega en defensa de los intereses de España, dando buena prueba de su profesionalidad y determinación en beneficio de la paz, la seguridad y la estabilidad internacional.
Os animo a todos a seguir trabajando con la misma abnegación, disciplina y lealtad, por nuestra Gran Nación, comprometidos con el presente y optimistas sobre nuestro futuro.
Y ahora os pido que gritéis conmigo: ¡VIVA ESPAÑA!”
Su Majestad el Rey Felipe VI, acompañado por S.M. la Reina Doña Letizia, presidió en el Palacio Real de Madrid el tradicional acto de la Pascua Militar, en la que el Monarca felicita y es felicitado por los Ejércitos.
La Familia Real fue recibida en la Puerta de la Almudena de Palacio por el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y los ministros de Defensa, Pedro Morenés, y de Interior, Jorge Fernández Díaz, así como por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez y el jefe del cuarto militar de la Casa del Rey, vicealmirante Juan Ruiz Casas.
Tras escuchar el Himno Nacional y pasar revista a la Guardia Real que realizó los honores y salvas de ordenanza, los Reyes accedieron desde la Plaza de la Armeria al interior del Palacio, donde, en la Saleta de Gasparini y en el tradicional “besamanos”, recibieron el saludo de las comisiones e invitados representantes de las Fuerzas Armadas, la Guardia Civil, y las asociaciones de veteranos y reservistas.
Ya en el Salón del Trono, donde formaban las diversas comisiones, el Rey Don Felipte procedió a imponer diversas condecoraciones a 19 generales, oficiales, suboficiales y clases de los tres Ejércitos y la Guardia Civil.
Discurso íntegro del Ministro de Defensa, Pedro Morenés
Acto seguido el Ministro de Defensa, Pedro Morenés, pronunció el siguiente discurso ante la S.M. el Rey:
“Señor, las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil se presentan hoy ante Vuestra Majestad, como lo han hecho desde hace dos siglos largos cada seis de enero ante vuestros predecesores, para expresar su lealtad al Rey y su profundo amor y vocación de servicio a España.
La celebración de la Pascua Militar junto a Vuestra Majestad quiere significar la capacidad de la Institución Militar de evolucionar y adaptarse a un entorno en permanente cambio, mientras se mantienen vivas sus tradiciones.
Tradiciones que reflejan, como lo hace este acto, los valores inmanentes de la milicia: la jerarquía, la unidad, la disciplina y el amor a la Patria.
El espíritu de servicio a España, lleva a los hombres y mujeres que conforman hoy nuestras Fuerzas Armadas y la Guardia Civil a estar siempre preparados, a actuar de forma coordinada con prontitud y eficacia en las situaciones más críticas y variadas, y a poner sus medios y capacidades al servicio de los españoles para llegar allí donde el resto de los instrumentos del Estado no puede llegar.
Medios y capacidades que evolucionan con la realidad que nos circunda a un ritmo relevante a pesar, a veces, de las circunstancias de otra índole que inciden en esta necesaria adaptación permanente.
Majestad, permitidme dedicar un recuerdo de gratitud y emoción a todos los militares que el pasado año fallecieron en acto de servicio cumpliendo con su deber. Reciban siempre honor y homenaje de la Nación por su entrega y sacrificio.
Y a sus familias, nuestra atención permanente, cercanía y certeza de que su dolor es compartido por todos.
También deseo recordar a todos los militares que tras muchos años de entrega a su vocación de servicio a España en los ejércitos, la Armada y la Guardia Civil, han terminado su carrera militar.
Su ejemplo nos acompaña y nos acompañará en todo momento, y con él, nuestro compromiso de velar, engrandeciéndolos, si cabe, por los valores que nos supieron transmitir.
Con Vuestro permiso, Señor, quiero mencionar a S.M. el Rey Don Juan Carlos, bajo cuyo reinado España alcanzó la democracia, la libertad y la prosperidad y que, como mando supremo de las Fuerzas Armadas, y por su cercanía con esta Institución fue siempre y será, un referente para todos sus componentes.
Un recuerdo especial merecen todos los que cumpliendo con su deber se encuentran estos días tan entrañables lejos de sus familias, ya sea como parte de los contingentes militares desplegados en operaciones en el exterior o prestando su servicio cotidiano en territorio nacional. A todos ellos quiero expresarles mi gratitud y reconocimiento.
Majestad, entre los representantes de las Fuerzas Armadas, hoy nos acompañan en este acto por primera vez un grupo de reservistas voluntarios.
Ellos son una muestra visible, especialmente notable, de la integración, el aprecio y respeto de la sociedad española hacia sus militares.
Señor, durante el año 2014 hemos seguido manteniendo los criterios con los que abordamos la tarea desde el inicio de la Legislatura: austeridad para reducir gastos, eficiencia para optimizar recursos, previsibilidad para dotar al marco normativo de la estabilidad necesaria, y adaptabilidad y evolución constante y valiente, para permitir la necesaria respuesta al escenario en el que desarrollan su actividad las Fuerzas Armadas.
El Ministerio de Defensa se ha situado de forma permanente en línea con el proceso de reformas que ha venido desarrollando el Gobierno.
La Política de Defensa establecida por el Presidente del Gobierno ha llevado a las Fuerzas Armadas a intensificar las relaciones con nuestros países amigos, vecinos y aliados, así como también con los diferentes órganos de la Administración, buscando siempre una colaboración cada vez más estrecha.
Para ello, hemos diseñado una estructura más sencilla y una cadena de mando operativa más directa, en línea con nuestros países aliados y con la doctrina militar más avanzada. Y no ha sido fácil, Señor.
Permitidme que agradezca y felicite, ante Vuestra presencia, a los Jefes de Estado Mayor por su liderazgo, valentía y generosidad a la hora de abordar esta tarea.
Para proporcionar a España una defensa efectiva, las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil han diversificado su presencia en las diferentes áreas de inestabilidad que azotan un entorno cada vez menos alejado de nuestras fronteras. A la vez, han mantenido un esfuerzo continuado en las misiones de vigilancia y seguridad del territorio nacional.
Majestad, como bien sabéis, los militares mantienen su atención permanente a la inmediatez de la misión diaria, sin que ello impida -más bien lo lleva aparejado- el análisis continuado de un futuro que avanza a una extraordinaria velocidad, con grandes dosis de imprevisibilidad.
En un tiempo breve, hemos sido testigos de cambios trascendentales en la forma de concebir el mundo: la regionalización dio paso a la globalización, los ámbitos tangibles conviven hoy con los virtuales, y frente a los tradicionales actores estatales han surgido otros nuevos, de carácter trasnacional y muchos conectados entre sí, no siempre para hacer el bien.
Si los cinco continentes y los mares que los rodean han sido y son lugar de actuación de nuestros militares, hoy más que nunca su presencia en ellos adquiere una relevancia singular y son la muestra más patente del compromiso de España con su propia seguridad, la de sus aliados y con la estabilidad mundial.
Los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas se encuentran hoy en Afganistán, Somalia, Malí, Senegal e Irak combatiendo una amenaza que no se puede conjurar mirando hacia otro lado, sino haciéndola frente con nuestros aliados.
Ignorar a ese enemigo sería renunciar a nuestra seguridad y, además, a nuestros principios.
Para ganar esa paz y esa estabilidad es absolutamente necesario ayudar a los países que sufren directamente la barbarie terrorista a ser capaces de consolidar sus Estados y los instrumentos esenciales de estos, que garanticen el derecho de sus ciudadanos a la seguridad física.
Esa contribución militar, no exenta de riesgos consustanciales con la profesión, ese compromiso lo desarrollamos en el Sahel, en el centro de África, en Irak o en Afganistán.
Y no nos distrae de otras obligaciones como la lucha contra la piratería en aguas del Indico, la búsqueda de la paz en la frontera de Israel y Líbano o la ayuda a Bosnia-Herzegovina, operación esta última que en este 2015 daremos por finalizada.
Al mismo tiempo Señor, nuestros soldados se desplegarán protegiendo a los aliados de la OTAN, en Turquía y en las repúblicas bálticas.
Hoy podemos decir con orgullo que España, a pesar de las dificultades del momento, mantiene el mayor número de misiones jamás desplegadas simultáneamente.
Estas responsabilidades son cada vez más requeridas, consecuencia de nuestra ganada credibilidad en este ámbito, fundamental para las relaciones internacionales.
Credibilidad acreditada tanto ante nuestros aliados como ante las naciones a las que ayudamos a salir adelante.
Además esta presencia de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil en operaciones militares en el exterior es ya un fenómeno perfectamente asumido por la sociedad española, que lo observa con sentido de la responsabilidad y apoya su actuación, ya sea como parte de una operación multinacional o fruto de una relación bilateral con otro país aliado.
Y así ha resultado patente en la aprobación extraordinariamente mayoritaria que han obtenido en el Congreso las dos últimas operaciones que el Gobierno ha decidido proponer: el apoyo al Gobierno de Irak en su lucha contra DAESH y la continuidad de nuestro esfuerzo de consolidación de la capacidad de las instituciones afganas de hacer frente al futuro de su nación por sí mismas.
Señor, las Fuerzas Armadas reafirman su compromiso con la defensa de España y de sus espacios de soberanía.
En este sentido, las misiones permanentes, cuya finalidad es preservar la seguridad de los españoles y sus intereses legítimos mediante la vigilancia de los espacios terrestre, marítimo, aéreo, espacial y cibernético de interés nacional, han sido reforzados con la adopción de una nueva estructura operativa que concentra la responsabilidad del planeamiento, conducción y ejecución de todas las operaciones.
Y sin descuidar todo lo anterior, los militares españoles colaboran de una forma cada vez más interactiva con la Administración del Estado, realizando misiones o proporcionando medios y apoyos para que la propia administración pueda llevar a cabo sus competencias allá donde éstas no sean alcanzables con sus medios propios.
El rango de este tipo de actuaciones no puede ser más amplio. Desde la extinción de incendios forestales o la asistencia frente a inundaciones y otras catástrofes, al apoyo en la detección y seguimiento de embarcaciones sospechosas de delito de narcotráfico, hasta la repatriación de españoles en circunstancias críticas.
Las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil siempre velarán por la defensa de los intereses de España y de sus ciudadanos.
Señor, las Fuerzas Armadas que hoy se presentan ante Vuestra Majestad, se encuentran renovadas y dispuestas para llevar a cabo la defensa de los intereses que España les demande bajo este nuevo reinado.
Debemos, no obstante, ser capaces de transmitir a la sociedad a la que servimos cuáles son nuestras necesidades prioritarias:
La primera necesidad es, naturalmente, un personal motivado con el trabajo que realiza, por lo que se hacen importantes reformas en este ámbito, mediante una renovación de la Carrera Militar, que incrementa su flexibilidad y permite satisfacer de un modo más amplio las expectativas profesionales y personales de cada uno de los miembros de las Fuerzas Armadas.
Comenzando por la formación, está en marcha un nuevo modelo centrado en la excelencia, en el que se apuesta por una mayor exigencia, que debe ir más allá de la transmisión de experiencias y conocimientos, para poner en valor la esencia permanente de esta vocación: sus cualidades morales.
Los primeros suboficiales formados con estos programas ya han comenzado a servir en sus unidades y destinos. Los oficiales comenzarán a hacerlo este año 2015.
Además, estamos inmersos en una profunda revisión del marco normativo fundamental en el que los militares desarrollan sus actividades, mediante la actualización de la Ley de la Carrera Militar, del Régimen Disciplinario de los militares y del futuro Código Penal Militar.
Otra de las líneas de acción básicas que en materia de personal toma especial relevancia es la de avanzar en la protección social de los militares, y en el apoyo al entorno familiar y a las familias de los fallecidos y heridos en acto de servicio.
Fundamental también es la necesidad de la renovación tecnológica, que contribuye decisivamente a proporcionar una superioridad, disuasoria - primero- y operativa -si fuese necesario- sobre los posibles adversarios.
Esta renovación permanente es, qué duda cabe, primero fruto de las inversiones que realicemos en investigación y desarrollo en un sector crítico para nuestros intereses. No debemos buscar esa excelencia siempre en el exterior.
Las Fuerzas Armadas tienen hoy un material moderno y tecnológicamente avanzado. Como nunca lo han tenido en términos comparativos con nuestros socios y aliados y también con quienes puedan suponer riesgos o amenazas contra la Nación.
Pero dormirse en el estado actual de este material sería tan arriesgado como no haberlo tenido. Es por ello que necesitamos una renovación permanente de nuestras capacidades.
Somos conscientes del enorme esfuerzo realizado por los españoles para dotar a las Fuerzas Armadas del material del que disponen. Sin embargo, debemos de ser capaces de transmitirles que la Seguridad y la Defensa son bienes irrenunciables y preciados que requieren una inversión permanente acorde a su evidente, cada día más, necesidad.
Además, debemos señalar en este punto que la inversión e Investigación, Desarrollo tecnológico e Innovación en Defensa y los consecuentes procesos industriales tienen una extraordinaria rentabilidad en términos económicos y de empleo.
Y si es verdad que las Fuerzas Armadas y también la Guardia Civil han sido capaces de mantener su operatividad, incluso en los periodos más virulentos de la crisis económica, esta situación no podía prorrogarse en el tiempo sin arriesgar nuestra capacidad operativa, que es nuestra razón de ser.
La actual política industrial de Defensa atiende a las necesidades señaladas por el Estado Mayor de la Defensa, como objetivo prioritario.
Pero para ello, es fundamental impulsar el desarrollo tecnológico de la industria española del sector, y avanzar así en la consolidación de capacidades propias.
Ello nos permitirá competir con la dimensión necesaria en los mercados, en condiciones equilibradas con los sectores afines de otros países, única vía de garantizar la excelencia de productos y servicios requerida por la Defensa Nacional y la viabilidad de estas empresas.
La mejora en la evolución de la economía nacional y la reestructuración acometida en el sistema de adquisiciones, dotándolo de una nueva estructura unificada, han permitido no sólo mantener los programas de interés para las Fuerzas Armadas, sino iniciar otros nuevos.
Señor, estas son las Fuerzas Armadas que España tendrá bajo vuestro reinado. Unas fuerzas modernas, flexibles y eficaces.
Comprometidas con su misión constitucional de llevar a cabo, junto al resto de instrumentos del Estado, la defensa de la Nación y de sus intereses, cuando y donde sea necesario. Unas Fuerzas Armadas y Guardia Civil renovadas, capaces de garantizar su eficacia de cara al futuro; y que, sin embargo, mantienen inamovibles los principios de jerarquía, unidad y disciplina que han constituido su esencia a lo largo de los tiempos.
Para finalizar, Majestad, en este importante día de la Pascua Militar os deseo que tengáis un fructífero y largo reinado, que será sin duda fuente de estabilidad y prosperidad para todos los españoles.
Y quisiera trasladaros de nuevo en este día de Reyes, día de la Pascua Militar, en nombre de todos los hombres y mujeres que forman el Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire y la Guardia Civil, su cálida felicitación, y muestra de respeto y subordinación”.