Este domingo se puso fin al embargo de armas impuesto en 2007 por Naciones Unidas a la teocracia iraní, a pesar de la negativa norteamericana

Pompeo amenaza con sanciones a pesar del fin del embargo de armas a Irán

photo_camera Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo el domingo que Estados Unidos impondrá sanciones por vender armas a Irán incluso teniendo en cuenta la expiración del embargo de las Naciones Unidas contra las ventas a la nación.

“Estados Unidos está dispuesto a utilizar sus autoridades nacionales para sancionar a cualquier individuo o entidad que contribuya sustancialmente al suministro, venta o transferencia de armas convencionales hacia o desde Irán, así como a quienes brinden capacitación técnica, apoyo financiero y servicios, y otra asistencia relacionada con estas armas”, dijo Pompeo en un comunicado.

“Durante los últimos diez años, los países se han abstenido de vender armas a Irán en virtud de varias medidas de la ONU”, agregó Pompeo. "Cualquier país que ahora desafíe esta prohibición estará eligiendo claramente alimentar el conflicto y la tensión en lugar de promover la paz y la seguridad", aseveró.

“La normalización de hoy de la cooperación de defensa de Irán con el mundo es una victoria para la causa del multilateralismo y la paz y la seguridad en nuestra región", tuiteó, por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif.

En 2007, Naciones Unidas impuso un embargo de armas formal a la República Islámica en medio de las creciente tensiones por el programa nuclear del país persa.

La respuesta de Teherán fue suspender su cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y seguir hacia adelante con su programa nuclear a pesar de la “intimidación” de la ONU.

Entre las sanciones impuestas estaban: la compra o adquisición de dólares; el comercio de Irán de oro o metales preciosos; las transacciones relacionadas con petróleo; las vinculadas al sector energético; o el embargo sobre transferencias de armas.

Pero en 2015 llegó el trascendental acuerdo nuclear entre Irán y seis potencias mundiales: Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania. El acuerdo fue firmado tras más de dos años de negociaciones. Conocido como el Plan Conjunto de Acción Comprehensiva (JCPOA, por sus siglas en inglés) fue considerado como un hito en la política exterior del por entonces presidente de los Estados Unidos, Barak Obama.

El pacto contemplaba levantar las sanciones económicas contra Teherán a cambio de que este limitara su programa de energía atómico. Este programa había levantado ciertas preocupaciones entre las potencias internacionales por su posible uso en una hipotética carrera nuclear.

Sin embargo, en 2018 pareció que todo se venía abajo, o casi. La llegada a la Casa Blanca del ultraconservador Donald Trump, que durante la campaña presidencial en 2016 ya hablaba de la retirada del acuerdo de 2015, supuso la salida de la principal potencia global.

Con la salida de Washington del acuerdo de 2015, la Administración Trump desafió a sus aliados europeos, que advirtieron que la medida podría tener devastadores consecuencias humanitarias; mientras, la Administración Trump impuso nuevas sanciones al sector financiero de Irán.

Londres, París y Berlín continuaron sus diálogos con Teherán para salvar el JCPOA. "Juntos enfatizamos nuestro compromiso continuo con el JCPOA. Este acuerdo es muy importante para nuestra seguridad compartida", se puede leer en un comunicado conjunto de los Gobiernos de Francia, Reino Unido y Alemania.

El presidente iraní, Hasán Rohaní, felicitó esta semana a la población por el levantamiento el 18 de octubre del "opresivo embargo" de armas convencionales, impuesto en 2007 por el Consejo de Seguridad de la ONU, y "pese a cuatro años de esfuerzos de Estados Unidos" para evitarlo.

En declaraciones a la agencia Efe, el influyente mayor general Yahia Rahim Safaví, asesor militar del líder supremo y antiguo comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, subrayó que han conseguido contar con "la capacidad tecnológica y todas las armas y equipamientos para defender no solo en territorio iraní sino alcanzar el mar Mediterráneo, el mar Rojo, el océano Índico y el mar Caspio".

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