El presidente iraní Raisi no acude a la cumbre anunciada por el líder turco Erdogan

El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, no acudió el martes a una cumbre en Ankara que Recep Tayyip Erdogan había anunciado previamente a los periodistas, pero que Teherán nunca confirmó oficialmente.
La confusión en torno a la visita de Raisi subraya las tensiones que persisten entre las dos potencias regionales a pesar de sus puntos de vista compartidos sobre la guerra entre Israel y Hamás.
La presidencia turca dijo a AFP que Erdogan no tenía ninguna reunión prevista para el martes y no explicó si la visita había sido cancelada o aplazada.
La agencia de noticias semioficial iraní Tasnim informó de que la visita de Raisi a Turquía “había sido aplazada”.
Tampoco facilitó el motivo ni otros detalles.
Erdogan había anunciado personalmente la primera visita oficial del presidente iraní a Turquía en su vuelo de regreso de una cumbre entre líderes regionales en Riad el 11 de noviembre a la que también asistió Raisi.
“El presidente iraní Ebrahim Raisi vendrá a nosotros el 28 de este mes”, declaró Erdogan a los periodistas a bordo del vuelo.
La visita también fue anunciada por los medios de comunicación estatales turcos y comentada ampliamente en televisión hasta el lunes.
Pero nunca fue confirmada oficialmente por la oficina de Raisi ni por los medios oficiales iraníes.
Los dos presidentes y los principales diplomáticos de ambos países mantuvieron conversaciones telefónicas durante el fin de semana centradas en la guerra de Gaza.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, expresó “su esperanza de que, con la continuación de la diplomacia de alto nivel entre los dos países, las dos (partes) puedan ver el fortalecimiento y la profundización de la cooperación mutua”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní tras la llamada.

Relaciones complejas
Erdogan se ha convertido en uno de los musulmanes más críticos con la ofensiva israelí contra Gaza en respuesta al ataque de los militantes de Hamás del 7 de octubre.
Ha calificado a Israel de “Estado terrorista” y a Hamás, apoyado por Irán, de “grupo de liberación”.
Pero los analistas creen que Irán quiere que Turquía deje atrás la retórica y rompa sus florecientes lazos comerciales y energéticos con Israel.
“Irán espera que Turquía ponga fin a su comercio directo e indirecto con Israel”, declaró a AFP el director del Centro de Estudios Iraníes de Estambul, Hakki Uygur.
“Turquía, en cambio, ha adoptado una actitud que se preocupa por separar las cuestiones políticas de las comerciales”.
El Gobierno de Gaza, dirigido por Hamás, afirma que casi 15.000 personas -en su mayoría civiles e incluidos miles de niños- han muerto desde que Israel comenzó a tomar represalias por los ataques transfronterizos sin precedentes de Hamás, en los que Israel afirma que murieron 1.200 personas.
Irán y Turquía comparten una frontera de 535 kilómetros y una compleja historia de estrechas relaciones económicas y puntos de vista opuestos sobre disputas regionales.

Turquía respaldó los esfuerzos de los rebeldes por derrocar al presidente Bashar al-Assad, apoyado por Irán y Rusia, durante la guerra civil siria.
El apoyo de Ankara a las dos victoriosas guerras de Azerbaiyán contra los separatistas armenios de Nagorno-Karabaj también generó un profundo malestar en Irán.
Teherán teme que el resurgimiento de Bakú en la región del Cáucaso pueda alimentar las ambiciones separatistas de la gran minoría étnica azerbaiyana de Irán.
Irán también está preocupado por una ruta comercial propuesta a lo largo de su frontera norte, entre Azerbaiyán y Turquía, que podría complicar su acceso a Armenia.
“El conflicto más importante entre Turquía e Irán fue el del Cáucaso y el Karabaj”, declaró Arif Keskin, experto en Irán con sede en Ankara.
“Con el conflicto de Gaza, esta cuestión pasó a un segundo plano, pero sigue ahí como un asunto importante”, declaró Keskin a AFP.