En la madrugada del pasado lunes se ha registrado una explosión en la planta de energía nuclear en Bushehr, en la región al sur de Irán. Según han informado fuentes oficiales de la República islamista, la explosión estaría relacionada con unas maniobras aéreas. Así lo ha afirmado el vicegobernador de política y seguridad ciudadana, Mohamad Taqí, reconociendo que en Bushehr se ha producido un ejercicio aéreo que tiene como objetivo aumentar “la capacidad de defensa de las Fuerzas Armadas”. “Este ejercicio se llevó a cabo con total preparación y coordinación con las fuerzas aéreas”, ha reconocido el vicegobernador.
No obstante, Teherán ha prometido que dará “una respuesta aplastante” contra cualquier ataque israelí. “Si Israel lleva a cabo ataques contra Irán, nuestras Fuerzas Armadas atacarán inmediatamente todos los centros, bases, rutas y espacios utilizados para llevar a cabo la agresión”, ha afirmado Gholamali Rashid, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.

Estas declaraciones se producen en plena escalada de tensión entre Irán e Israel. Es por ello por lo que Teherán ha iniciado este mismo lunes un ejercicio de defensa antiaérea en las provincias del sur del país, entre las que se encuentra Bushehr, para preparase ante unos posibles enfrentamientos con Israel.
Israel, por su parte, ha llevado a cabo varios ataques contra instalaciones vinculadas al programa nuclear de Irán, el último de ellos, otra explosión, producido el pasado mes de noviembre en Natanz, la ciudad que alberga la principal instalación de investigación nuclear iraní, que dejó varias víctimas en la instalación.

Estos ataques israelíes contra Irán se deben a la total oposición de Tel Aviv sobre la reanudación del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA son sus siglas en inglés), el programa nuclear iraní de 2015 con varias potencias mundiales.
A pesar de ello, las conversaciones en Viena entre Irán y Estados Unidos para restablecer este pacto nuclear han registrado pocos progresos desde que se reanudaron el mes pasado. Se espera que se reanuden el próximo 27 de diciembre, y según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, “en los próximos días, coordinador de las conversaciones nucleares anunciará la fecha exacta”, anunció, refiriéndose a Enrique Mora, jefe de gabinete de Josep Borrell, Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE.No obstante, y hasta llegada la fecha, Irán acelera sus avances nucleares, amenazando así los planes Israel.
Las advertencias de Tel Aviv sobre un enfrentamiento que ponga fin al programa nuclear iraní ha sido una constante para evitar que Teherán adquiera una bomba nuclear, algo que solo tiene, por ahora, Israel. Este país ha amenazado repetidamente con tomar medidas unilaterales y aprobando medidas para ello, como la aprobada el pasado mes de octubre sobre un presupuesto de más de 1,3 millones de euros para preparar su ejército ante un posible ataque contra Irán.

Estados Unidos, por su parte, ha planteado preparar opciones por si “fracasa la diplomacia” en las conversaciones nucleares con Irán. El portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha anunciado que el país “está comprometido a garantizar que Irán nunca se haga con armas nucleares”. Esta coyuntura ha sido aprovechada por Israel, haciendo que su ministro de Defensa, Benjamin Gantz, recordara a Estados Unidos la posibilidad de un ataque militar contra Irán.
La respuesta de Teherán ha sido clara: “Cualquier amenaza a los sitios nucleares y las bases militares de Irán por parte del régimen sionista no es posible sin la luz verde de Estados Unidos”, ha afirmado Ghomali Rashid.