Secretaria de Estado de Defensa de España: “Hay que gastar más, gastar mejor y gastar europeo”

La secretaria de Estado de Defensa de España, Amparo Valcarce, reivindica que el Gobierno está dispuesto a “gastar más, gastar mejor y gastar europeo”, en consonancia con una de las cinco grandes prioridades acordadas por los ministros de Defensa de la Unión Europea en su reunión de Bruselas del 28 de mayo.
Las declaraciones de Valcarce, la política de máxima confianza de la ministra de Defensa, la magistrada Margarita Robles, las ha formulado en el foro “Velando por la seguridad y defensa: el esfuerzo de la industria de defensa española”, organizado por el Club Diálogos para la Democracia.
En su opinión, el compromiso adquirido por el Gobierno Sánchez de gastar más, mejor y hacerlo de manera preferente en el entorno europeo “está alineado” con el tantas veces reiterado anunció de cara a la OTAN de que España, en el año 2029, alcanzará el 2 por ciento del PIB en inversión en Defensa.

Valcarce ha destacado que su departamento tiene “15.000 millones de euros presupuestados para 2024”, con los que ha iniciado un “patrón de crecimiento que ya nos ha permitido abrir un nuevo ciclo inversor, que estamos desarrollando en colaboración y de la mano de la industria de defensa española”.
Se posicionó en que España “debe reforzar su autonomía estratégica y tomar un papel protagonista en los programas europeos”. “La industria ‒recalcó‒ forma parte del sistema de seguridad y defensa en España” y para que pueda “reforzar su papel, le pedimos ambición, agilidad, flexibilidad y compromiso” con el que potenciar un “músculo, que no falta, pero que hay que seguir trabajando”.

Muchos miles de millones que la industria debe poder absorber
Para remachar sus palabras, dio a conocer que la inversión “total” en programas de obtención de armamento y material y especiales de modernización “asciende a 43.000 millones de euros, lo que supone la generación de 73.000 puestos de trabajo”. Aunque no precisó el horizonte temporal de tantos millones ni de creación de tantos empleos, reclama que el esfuerzo presupuestario y de inversión del Gobierno “tiene que ir acompañado de la capacidad de las empresas para absorber inversiones tan importantes”.
La mujer que dirige la política de armamento, investigación e innovación militar hizo especial hincapié en los programas de carácter estratégico que están en marcha, a los que concede “la máxima prioridad” por tratarse de “vitales para el desarrollo y potenciación de la defensa española y europea”. En la esfera terrestre citó varios en marcha, pero destacó el Vehículo de Combate de Ruedas 8x8 Dragón y el sistema de lanzacohetes de alta movilidad SILAM, “una capacidad imprescindible para el Ejército”.
En el plano naval, resaltó el submarino S-81, “que marca un antes y un después en la Armada”; en la vertiente aérea, el futuro avión de combate europeo FCAS “que tiene que ser el gran tractor de la industria en España”. Y en el espacial, hizo alusión al programa Spainsat NG, el satélite de observación Paz y el sistema español de comunicaciones militares por satélite, Secomsat.

Pero pasó por alto los programas clave que están en cartera, pendientes de ser autorizados por el Consejo de Ministros. No anticipó ninguno, ni siquiera de forma velada. Ni una palabra, por ejemplo, del segundo satélite de observación radar Paz 2, ni de activar un extenso programa de defensa contra drones. Tan solo citó evidentes áreas temáticas de importancia, de las que dijo que “marcarán la diferencia y facilitarán la presencia de la industria de defensa española en el contexto global”. “Queremos avanzar ‒señaló‒ en tecnologías de inteligencia artificial, fabricación aditiva, robótica, conexiones 5G y fotónica”.
La intervención de la responsable de la política de adquisición de sistemas de armas tuvo lugar ante una expectante audiencia integrada por una nutrida representación de agregados militares y personal diplomático de terceros países, profesionales de la industria de defensa nacional y altos cargos de Defensa y las Fuerzas Armadas. Estaba presente la directora del CNI, Esperanza Casteleiro; el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Amador Enseñat; el director general del INTA, general del Aire Julio Ayuso; y el jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército, general Fernando García y García de las Hijas.

Pocas respuestas a muchas preguntas
En el coloquio, desde el auditorio plantearon por escrito a Amparo Valcarce alrededor de una veintena de preguntas, que le fueron formuladas una tras otra sin solución de continuidad por la presidenta de la Asociación de Diplomados Españoles de Defensa y Seguridad (ADESyD), Marian Caracuel. Pero la inmensa mayoría de las cuestiones quedaron sin respuesta, salvo tres.
En relación con las preguntas sobre el programa S-80, la secretaria de Estado calificó al primer ejemplar de su clase, el S-81 Isaac Peral, de ser “el mejor submarino convencional”, una iniciativa de la que “desde el punto de vista industrial, nos sentimos orgullosísimos” y que es “ejemplo de la apuesta tecnológica del Gobierno por la Armada”.

Donde más se explayó Valcarce fue en llamar la atención sobre el programa del Vehículo 8x8, el futuro caballo de batalla del Ejército. Recordó a los altos directivos del consorcio industrial TESS ‒contratista principal formado por GDELS/Santa Bárbara, Indra, SAPA y Escribano‒ que “tienen que hacer más, mucho más (…) para tener una gobernanza fuerte y robusta” y poder entregar “en tiempo” los 92 blindados comprometidos de la primera fase. “Así se lo hemos señalado, y estoy convencida de que estarán a la altura de lo que se les ha pedido”.
Valcarce añadió que “también queremos un centro tecnológico en Asturias, el refuerzo de Alcalá de Guadaira ‒la factoría de Sevilla donde se integran los 8x8‒, más empleo de calidad y una apuesta decidida por la formación y la retención del talento”. Afirmó que Defensa ha hecho una apuesta muy importante por TESS y cifró la inversión efectuada por su ministerio en los programas Dragón, Pizarro y Vehículo de Apoyo de Cadenas (VAC) en “5.000 millones de euros”, con el objetivo de “reforzar” las capacidades de la industria española del sector terrestre.

Sobre las relaciones con Israel y la continuidad de los programas de armamento ‒misiles Spike y lanzacohetes SILAM‒ en los que participan industrias del citado país, Valcarce respondió que “vamos a mantener todos y cada uno de nuestros compromisos”. Fue rotunda al precisar que “España va a desarrollar el programa SILAM, y lo va a hacer con las compañías con las que hemos firmado el programa”, en referencia tanto a las empresas israelíes como españolas.