Durante este fin de semana, seis aviones Y-20 de la fuerza aérea china con misiles tierra-aire HQ-22 aterrizaron en el aeropuerto de Belgrado, según informa a la agencia de noticias Associated Press. De esta manera, Serbia se convierte en el primer país europeo en recibir misiles chinos y refuerza su alianza con China. Este sistema de misiles chinos ha sido comparado con los misiles estadounidenses Patriot y los rusos S-300, aunque tienen un alcance más corto que estos últimos.
Belgrado, principal aliado de China en Europa desde hace años, se aproximó notablemente al gigante asiático durante la pandemia del coronavirus. Pekín envió al país equipo sanitario y posteriormente dosis de la vacuna china Shinopham.
El envío secreto de misiles chinos se realizó poco después de una llamada telefónica entre el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Li, y su homólogo serbio, Nikola Selakovic. Según informa el diario chino Global Times, Wang expresó a su socio su firme apoyo a Serbia “en la búsqueda de una política exterior independiente”.

Selakovic, por su parte, señaló que Belgrado estaba dispuesta “a fortalecer la amistad con China y trabajar frente a los desafíos”. La agencia de noticias china, Xinhua, también apunta que el jefe de la diplomacia serbia transmitió su firme apoyo a la soberanía e integridad territorial de China rechazando “cualquier intento de dividir China”.
Asimismo, un día antes de la llegada de los misiles chinos, el presidente Aleksandar Vucic anunció que pronto se presentaría “el orgullo más nuevo” del Ejército serbio, según informa AP. La entrega del sistema de misiles se acordó con China en 2019. Un año después, en 2020, Serbia recibió los drones chinos Chengu Pterodactyl-1, capaces de atacar objetivos con bombas y realizar tareas de reconocimiento, tal y como explica la agencia de noticias.

Este envío supone una nueva brecha entre Serbia y los países occidentales, especialmente Estados Unidos. En 2012, la Unión Europea otorgó a Serbia el estatus oficial de país candidato a la adhesión. Sin embargo, Washington ha advertido a Belgrado sobre la adquisición de equipo militar chino y ruso. En 2020, funcionarios estadounidenses indicaron que, si Serbia realmente quiere unirse a la Unión Europea y otras alianzas occidentales, debería alinear su equipo militar con los estándares occidentales.

El país balcánico se encuentra en medio de negociaciones para adquirir 24 cazas Rafale franceses, de acuerdo con el portal Bloomberg. Vucic anunció la intención de su Gobierno de comprar este tipo de aeronaves militares fabricadas por la empresa Dassault Aviation. El presidente serbio reveló dos negociaciones en este sentido: una para adquirir 12 Rafale nuevos y, por otro lado, 12 de segunda mano.
Los cazas Rafale permitirían a Serbia renovar y modernizar su fuerza aérea, basada actualmente en cazas MiG-21 y MiG-29 de fabricación soviética, así como varios aviones de combate yugoslavos Soko J-22 Orao y Soko G-4 Super Galeb.

Vucic también ha hablado recientemente con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sobre los drones Bayraktar, usados en varios escenarios bélicos como Libia, Nagorno-Karabaj o, más recientemente, en Ucrania. “En una reunión con el presidente de Turquía, Erdogan, le dije que queríamos comprar drones Bayraktar y Erdogan me prometió que podemos conseguirlos”, declaró el líder serbio, según recoge el periódico turco gubernamental Daily Sabah.
Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, Serbia ha mantenido una postura muy distinta a la del resto de países europeos. Belgrado no se ha unido a las sanciones económicas impuestas contra Moscú ya que considera “que no está a su interés vital introducir sanciones contra ningún Estado”. Serbia se declaró neutral en 2007, aunque tradicionalmente ha estrechado sus lazos con Rusia.

La nación balcánica, al igual que muchos otros países europeos, depende en gran medida del gas ruso. Pero las relaciones bilaterales más van allá del ámbito energético. Los ejércitos ruso y serbio han realizado maniobras militares conjuntas, mientras que, en el plano político, Moscú respalda la integridad territorial de Serbia y no reconoce Kosovo como un país independiente, algo que sí hacen la mayoría de los países europeos.

En este sentido, una gran parte de la población serbia ha expresado su apoyo a Rusia desde que comenzó la guerra en Ucrania. En manifestaciones grupos nacionalistas serbios, como la rama serbobosnia de los ‘Lobos Nocturnos’, han respaldado la invasión rusa, argumentando que el conflicto se trata de una “batalla legítima para liberar al pueblo subyugado [de Ucrania]”, según informa el periodista de Euronews Aleksandar Brezar. “Rusia no está en guerra con Ucrania, está en guerra con las oscuras fuerzas euroatlánticas que quieren dominar el mundo y destruirlo”, declaró un manifestante prorruso a Brezar.
Pro-Russian protests were held today in Banjaluka, the center of Bosnia’s Serb-majority entity and organized by local members of the Night Wolves — a motorcycle club that participated in the occupation of Crimea, often referred to as “Putin’s Angels.” pic.twitter.com/6r4SOmcNWr
— Una Hajdari (@UnaHajdari) March 12, 2022
El pasado 24 de marzo, coincidiendo con el aniversario del bombardeo de la OTAN sobre Serbia y en medio de la guerra de Ucrania, cientos de personas salieron a las calles para expresar su rechazo hacia la Alianza del Atlántico Norte.

La fuerte afinidad de la población serbia hacia Rusia se refleja en el acoso que están recibiendo periodistas y medios de comunicación que informan sobre el conflicto en Ucrania. Radio Free Europe ha recogido testimonios de reporteros que han sido objeto de amenazas por parte de grupos nacionalistas serbios que respaldan la “operación especial” de Moscú.