Por Rachid Elalamy
Foto: Una calle de Sidi Ifni el pasado viernes por la mañana.
Sidi Ifni, una ciudad del suroeste de Marruecos que perteneció a España en tiempos coloniales, se convirtió en un escenario de batalla campal el pasado jueves por la noche entre jóvenes y las fuerzas de seguridad. Durante cinco horas, centenares de jóvenes tiraron piedras, incendiaron bombonas de gas y levantaron barricadas para hacer frente a la Policía, que disparó bombas lacrimógenas. La ciudad llevaba varios días viviendo una situación de enorme tensión. Todo empezó hace más de una semana cuando murió un menor de 17 años, Lahcen Aharrat, durante una operación contra la inmigración clandestina hacia las Islas Canarias llevada a cabo por agentes de la Gendarmería Real y las Fuerzas Auxiliares. El hecho, que las autoridades deberán aclarar, provocó la ira de muchos jóvenes. Este viernes pasado, después de los violentos enfrentamientos de la noche anterior, Sidi Ifini intentaba recuperar la calma. Los empleados municipales limpiaron las calles y recogieron cristales, bombonas de gas completamente calcinadas, piedras… Las tiendas y los cafés abrieron sus puertas, según confirmó Samir Lamhandi, militante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). Según diversas fuentes, el joven murió cuando intentaba escapar de los gendarmes y los agentes de las Fuerzas Auxiliares, los ‘mokhaznis’. Las fuerzas de seguridad intentaron impedir que un grupo de jóvenes marroquíes abandonaran clandestinamente su país con destino a Canarias en unas embarcaciones de fortuna. Según explicó Samir Lamhandi, “el chico cayó de un acantilado y se golpeó la cabeza”.
Abrir una investigación
Después de este grave incidente, la sociedad civil y las fuerzas políticas locales, sobre todo el nacionalista Partido del Istiqlal (PI) y el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), fundado por Fouad Ali El-Himma, amigo íntimo y consejo del rey Mohamed VI, pidieron la apertura de una investigación para determinar las causas exactas de la muerte de Lahcen Aharrat. De momento, ni la Policía ni la Justicia han abierto una investigación. Este silencio oficial provocó la ira de muchos jóvenes de Sifi Ifni, donde las relaciones entre el poder central y los miembros de la tribu Aït Baâmrane nunca han sido muy buenas. El jueves por la noche, numerosos jóvenes organizaron una concentración pacífica delante del cuartel de la Gendarmería Real de Sidi Ifini. Pero lo que empezó bien, acabó mal. En muy poco tiempo, las piedras y las bombonas de gas incendiadas se opusieron a los gases lacrimógenos de la Policía. Según diversos testigos, los agentes actuaron con gran violencia y entraron incluso en algunas casas para detener a supuestos manifestantes. Esto último ya ocurrió en otras protestas en Sidi Ifini. Tampoco es la primera vez que la inmigración clandestina hacia Canarias desde Sidi Ifni es la causa del descontento popular que a veces acaba en violentos enfrentamientos callejeros con la Policía. La sección local de la AMDH no pudo confirmar si la Policía había detenido manifestantes ni cuántos jóvenes y agentes resultaron heridos en los disturbios.