Ucrania sigue desempeñando una labor de heroica resistencia ante las brutales acometidas del Ejército ruso tras la invasión del territorio ucraniano que desató Vladimir Putin el 24 de febrero. Las malas noticias para el país invadido crecían últimamente ante el firme avance ruso en la región de Lugansk, sobre todo teniendo en cuenta la última toma rusa de la ciudad de Lisichansk; pero las Fuerzas Armadas ucranianas están aguantando las últimas embestidas del invasor en la zona de Donetsk, donde la resistencia ucraniana se hace más palpable, a pesar de que se cuentan ya 138 días desde que comenzó la invasión rusa.
“La resistencia ucraniana ha podido contener al enemigo, cuya ofensiva en la región ha perdido ímpetu”, afirmó Serghiy Gaidai, el gobernador de Lugansk, en declaraciones recogidas por el medio Infobae. “El enemigo está reuniendo tropas cerca de Belohorivka, bombardeando los asentamientos aledaños, realizando ataques aéreos” en Donetsk, señaló en la red social de Telegram el propio Serghiy Gaidai.
Mientras, a pesar de los anuncios rusos, desde el bando ucraniano todavía no se da por perdida del todo Lugansk. Ucrania todavía conserva “zonas grises” pese a que Rusia la da por tomada. El enemigo “aún no ha podido ocupar todo Lugansk”, manifestó Gaidai, como informó también la agencia EFE.

Después de la toma de Lisichansk, el avance desarrollado en Lugansk no se ha traducido en la vecina Donetsk, provincias que la Rusia de Vladimir Putin ya declaró como independientes de Ucrania argumentando la gran presencia prorrusa en la zona.
Los soldados rusos tratan de avanzar hacia Siversk, punto intermedio en su camino hacia Sloviansk y Kramatorsk, los más destacados bastiones ucranianos en Donetsk. El avance ruso pierde ímpetu de momento, aunque se sigue atacando duramente las posiciones ucranianas sin permitir la opción de contraofensivas.
Desde el bando ruso se espera que Ucrania no pueda seguir aguantando las acometidas rusas, aunque la resistencia ucraniana está siendo destacable. Lo que sí que no se está produciendo en estos momentos son contraofensivas del Ejército ucraniano, que solamente se limita a no perder posiciones o retroceder en la última semana.
Por su parte, el gobernador de Járkov, Oleg Sinegubov, señaló en su cuenta de Telegram que las fuerzas rusas bombardearon el distrito de Izium, en la región de Donetsk, un ataque confirmado por el Sistema de Información de Incendios para Gestión de Recursos (FIRMS) de la NASA, que detectó incendios en campos al noroeste de Sloviansk, como también informó la agencia EFE.

En la ciudad de Chasiv Yar, al oeste de Kramatorsk, un misil ruso Uragán impactó en un edificio de viviendas de cinco plantas, según informó en Telegram el gobernador de la región de Donetsk, Pavló Kirylenko, un ataque que costó la vida al menos a 18 civiles. Se calcula también que unas 24 personas quedaron atrapadas por esta ofensiva.
Sinegubov celebró que los rusos no hayan logrado avanzar tampoco en Járkov en las últimas semanas, y afirmó que “nuestros combatientes defienden las posiciones en todas las direcciones”.
Járkov es la segunda mayor ciudad de Ucrania tras la capital Kiev y el Ejército ruso busca su total control, los ataques también se están intensificando allí, como reconoció el propio presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien volvió a llamar la atención sobre los ataques incesantes en la región del Donbás, donde se sitúan Lugansk y Donetsk. “Los brutales ataques de la artillería rusa en el Donbás no se detienen ni un solo día”, afirmó en un mensaje de vídeo el presidente ucraniano.

La petición de armas por parte de Ucrania a los aliados occidentales sigue siendo una constante para poder continuar frenando el avance ruso y poder llegar a contraatacar llegado el caso como se ha hecho en ocasiones anteriores. Aunque las últimas semanas el objetivo ucraniano está siendo más bien el de resistir. Volodimir Zelenski señaló en redes sociales que solamente es posible “detener este tipo de acciones terroristas con armas modernas y poderosas”.
Por su parte, el asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podoliak también solicitó desde la red social Twitter más ayuda en armamento para lograr que haya un “punto de inflexión” que cambie el curso de la guerra.
Por otro lado, Estados Unidos ya anunció que enviará a Ucrania más ayuda militar, incluidos potentes lanzacohetes y obuses de precisión. Según un alto funcionario del Pentágono, los nuevos 400 millones de dólares de ayuda militar estadounidense -que incluyen cuatro sistemas de lanzacohetes múltiples Himar y proyectiles de 155 mm- mejorarán la capacidad de Ucrania para atacar los depósitos de armas militares rusas y las cadenas de suministro, como informó el medio Euronews.
Truly grateful to ?? President @POTUS, the ?? people for continuing effective support of ?? in countering Russia's aggression. More #HIMARS, 155mm shells are our priority needs. It is what helps us press on the enemy. We appreciate the ?? support! Let's go to victory together!
— Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) July 8, 2022
El gigante norteamericano también indicó que enviará más de 360 millones de dólares en asistencia humanitaria adicional a Ucrania que irán destinados a comida, agua potable, ayudas económicas y refugio.
El Gobierno lituano ha anunciado este lunes nuevas restricciones al tránsito de mercancías en el enclave ruso de Kaliningrado, según revela la agencia Reuters citando un portavoz de la aduana del país del Báltico.

Entre los productos afectados están el hormigón, la madera y el alcohol, según señaló la propia fuente. El bloqueo de Lituania sobre Kaliningrado abrió un nuevo enfrentamiento entre Rusia y la Unión Europea. A finales de junio, Lituania decidió limitar el comercio a territorio ruso por las sanciones europeas y Moscú advirtió de una respuesta con un “serio impacto negativo” sobre la población del país báltico ante esta situación.