Las autoridades francesas han detenido a tres personas relacionadas con el agresor, que fue abatido por la Policía

El asesinato de una agente de Policía hace temblar a Francia ante la amenaza yihadista

Atalayar_Policia francia

Este viernes, una agente de Policía de 49 años ha sido acuchillada mortalmente en la localidad de Ramboulliet, cerca de París. La Fiscalía Nacional Antiterrorista de Francia está investigando el suceso. El agresor, de 36 años y de nacionalidad tunecina, falleció a causa de los disparos de la policía. Según AFP, el hombre habría gritado “Alá es grande” mientras se abalanzaba sobre la víctima. Las autoridades ya han detenido a tres personas, que se encuentran bajo custodia, relacionadas con el agresor.

El presidente galo, Emmanuel Macron, aseguró en las redes sociales que Francia no cesará en “el combate contra el terrorismo islamista”. Jean Castex, primer ministro, se ha desplazado al lugar de los hechos. Castex ha expresado su apoyo a los familiares de la víctima, a la que ha considerado “una heroína”. “Nuestra determinación para luchar contra el terrorismo en todas sus formas está más intacto que nunca”, recalcó el primer ministro. La líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, también ha condenado el ataque, haciendo hincapié en el perfil del atacante.

Atalayar_Policía francesa

Desde 2012, las víctimas de ataques vinculados al integrismo islámico ya ascienden a 269. El último caso más mediático que conmocionó a todo el país ocurrió hace seis meses. Un profesor, Samuel Paty, era brutalmente decapitado por un joven de origen checheno. El extremista asesinó al profesor por enseñar una imagen de Mahoma, algo prohibido en el islam. El perfil del asesino coincide con las características de los atacantes de los últimos casos. Un hombre que ataca solo y sin antecedentes. Por este motivo, las autoridades francesas han aumentado la seguridad en las comisarías, los lugares donde suelen atacar estos “lobos solitarios”.

Francia ha decido hacer frente a la amenaza terrorista mediante una reforma que planta cara al islamismo radical. La medida, aprobada en marzo, fue respaldada por 347 votos a favor. El principal objetivo de la reforma es controlar los discursos de odio por Internet, un medio clave para el proceso de captación y radicalización. El proyecto también reforzará la vigilancia de los centros religiosos, pudiendo cerrar alguno si difunde ideas extremistas. Algunas medidas de esta reforma han causado la cólera en algunos países de mayoría musulmana, como Pakistán o Turquía. Los dirigentes de ambos países hicieron un llamamiento al boicot de los productos franceses por lo que consideran “un ataque contra el islam”. Además, en Pakistán, los sectores más islamistas pidieron la expulsión del embajador francés, mientras el descontento se expresaba en las calles con violentas protestas. 
 

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