La normalización de las relaciones entre Marruecos y España sigue dando pasos hacia delante con la paulatina reapertura de las fronteras de forma “gradual” y “ordenada”. La frontera de la comunidad autónoma de Melilla con Marruecos reabrió hace 15 días su paso fronterizo de Beni Enzar, después de que este se encontrase cerrado durante 26 meses.
Esta reapertura permitía el acceso, tanto de entrada como de salida, para los ciudadanos españoles, así como a los extranjeros con permiso de residencia y con visado Schengen, que permite la movilidad por cualquier territorio perteneciente a la Unión Europea.

Durante esta medianoche ha comenzado la segunda fase de la reapertura. Con esta los trabajadores marroquíes transfronterizos ya pueden cruzar de un lado a otro, pero únicamente aquellos que tengan la documentación en vigor. De acuerdo con los datos facilitados por la Delegación de Melilla, solo 80 de los 1.847 empleados transfronterizos registrados en el año 2020, cuentan todos los requisitos para ello.
Esta ha podido ser la razón por la que el movimiento entre las fronteras ha sido más escaso en comparación con la última ocasión. De la cifra total de estos empleados, la mayoría de ellas son empleadas del hogar y personal del sector servicio, que, debido a haber estado más de dos años sin poder pasar la frontera, han visto como sus papeles y documentación para poder trabajar en España han caducado.

De los 80 que cuentan con la documentación en regla ha sido, en su mayoría, por haberse quedado trabajando en Melilla durante la pandemia. Asimismo, se han dado casos de empleadores que han continuado renovando los permisos de sus empleados, por lo que no les han dado de baja en el sistema durante estos dos últimos años, lo que le ha facilitado su incorporación al mundo laboral.
Sin embargo, los trabajadores transfronterizos que no se encuentren en esta situación podrán tramitar los papeles como una prórroga y no como una autorización de trabajo inicial. Durante este proceso, tendrán que pasar por una serie de trámites, que pasan desde tener que expedir un visado especial en el Consulado de España en la ciudad de Nador, que cuenta solo con una validez de un día, para poder entrar en Melilla e iniciar, de nuevo, todo el papeleo, así como todas las huellas dactilares necesarias para obtener la tarjeta de identidad de extranjeros (TIE).

Este documento es el que les identifica como trabajadores transfronterizos establecidos de forma legal, entre los que se encontrarían los miles de porteadores que se dedicaban a pasar las mercancías de un lado a otro, antes de la pandemia.
El retorno de estos trabajadores abre un nuevo interrogante sobre cómo afectará al desempleo en Melilla debido a que muchas empresas y familias que antes contaban con empleados transfronterizos contratados tuvieron que despedirles tras el cierre de las fronteras.
Este tema, entre otros, es el que ha ocupado las mesas en las reuniones que han mantenido durante los últimos días la delegada del Gobierno con la Confederación Melillense de Empresarios (CEME-CEOE), además de con la asociación de empresarios Pymes-Melilla. Por el momento, no se conocen más detalles sobre esta situación, pero se espera que pueda remediarse debido a que miles de empleos dependen directamente de este reglamento.