Muere en Ouarzazate uno de los espeleólogos españoles

D.A./MAP

Pie de foto: Los tres espeleólogos españoles 

Uno de los tres espeleólogos españoles atrapados en una sima de Ouarzazate, al sur de Marruecos, ha fallecido finalmente debido a la gravedad de sus heridas, según ha informado la agencia de noticias oficial marroquí, MAP, que cita fuentes de las autoridades locales.

Los otros dos espeleólogos han recibido atención de primeros auxilios en el lugar y van a ser evacuados a un hospital para recibir atención más especializada tras una operación de rescate de la Gendarmería Real marroquí.

Los tres espeleólogos se encontraban atrapados en una sima de varios cientos de metros de profundidad situada en la localidad de Tarmest, en la comuna rural de Iminulauén, provincia de Ouarzazate, en el sur de Marruecos.

José Antonio Martínez, Juan Bolívar y Gustavo Virues desaparecieron el pasado domingo y fueron localizados el sábado. Por el momento no se ha podido confirmar la identidad del fallecido.

Rescate con cordada

El rescate de los tres espeleólogos no será posible en helicóptero y se realizará a través de una evacuación terrestre mediante cordada, según han informado a Europa Press en fuentes del Ministerio del Interior.

En concreto, el helicóptero de la Gendarmería marroquí ha aterrizado a 45-60 minutos de donde se encuentran los espeleólogos. Los medios de Marruecos están procediendo al aprovisionamiento de víveres y material en el punto del aterrizaje para apoyar el rescate.

Caída de cientos de metros

«Los equipos de rescate de la Gendarmería Real han podido socorrer esta tarde del sábado a dos de los tres espeleólogos españoles que se habían caído en un acantilado situado en la provincia de Uarzazate», indicaron las fuentes citadas por MAP, que añadieron que «desgraciadamente el tercer espeleólogo ha fallecido». Según esta agencia, los dos heridos recibieron ya ayer los primeros auxilios en el lugar e iban a ser evacuados al hospital, pero no señalaron cuándo.

Al parecer, el espeleólogo fallecido se cayó en un acantilado de varios centenares de metros situado en la localidad de Tarmest, perteneciente al poblado rural de Iminulauen.

La Gendarmería marroquí localizó ayer por la mañana desde un helicóptero a los tres españoles en el fondo de un acantilado en la localidad de Tarmest, perteneciente al poblado de Iminulauenen. Dos de ellos se movían, haciendo señales, pero entonces se desconocía la situación en que podría encontrarse el tercero, posiblemente herido, según las distintas fuentes.

Tras localización de los espeleólogos, se desplazó hasta la zona un equipo formado por la Gendarmería, Protección Civil y dos médicos. Pero lo intrincado de la orografía, con pareces verticales de 200 metros, impidió que se pudiera llevar a cabo el rescate por medios aéreos. El helicóptero con el equipo aterrizó, por tanto, en un lugar situado a 45 minutos o una hora a pie del acantilado para emprender las labores de rescate. Para ello, será necesario realizar un descenso a través de una cordada.

Fuentes diplomáticas advertían durante la jornada de que la operación iba a resultar muy compleja y advertían de que los españoles tendrían que pasar la noche en el fondo del cañón.

Entre tanto, desde España se preparaba un avión para trasladar a Marruecos a cuatro agentes del servicio de montaña de la Guardia Civil y tres policías nacionales del Grupo Especial de Operaciones (GEO) para que pudieran colaborar en el rescate con los medios del reino alauí.

Al mismo tiempo, la Federación Andaluza de Espeleología ponía en marcha un amplio dispositivo, formado por una veintena de espeleosocorristas, una médica preparada para operaciones de este tipo y material especializado.

Sin embargo, aunque las autoridades marroquíes autorizaron en un principio la entrada en el país de los medios españoles para colaborar, tras el avistamiento de los espeleólogos renunciaron a la ayuda al considerar que con sus propios recursos sería suficiente para abordar el rescate.

El secretario de la Federación Andaluza de Espeleología, José Enrique Sánchez, señaló a ABC que, en una operación de esta naturaleza, es necesario emplear un sistema de traslación de poleas, polipastos y contrapesos humanos con el que hacer subir la camilla con el herido o fallecido.

Sánchez estuvo en contacto durante todo el día con los expedicionarios que aguardaban el rescate y relató que uno de ellos se sentía «aterrado» al comprobar la insuficiencia de medios técnicos especializados de la Gendarmería marroquí para esta situación.

Un paraíso para la aventura

La zona del acantilado se encuentra en un área calcárea y muy montañosa, con cimas en el entorno de entre 3.000 y 4.000 metros y que ofrece grandes atractivos para la práctica de distintos deportes de aventura, que van desde el descenso de cañones hasta el rafting.

La ruta que estaban siguiendo el espeleólogo fallecido y los otros dos que iban con él consistía, según José Enrique Sánchez, en un primer tramo de caminata, de unos seis u ocho kilómetros, y a continuación de un descenso por el cañón de otros ocho kilómetros y un desnivel de en torno a 800 metros. El punto en el que se halló el cadáver de uno de ellos estaba encajonado entre abruptas paredes de piedra.

En España, la situación de los tres espeleólogos se seguía con angustia, especialmente por parte de sus allegados. Julia Ordóñez, esposa del inspector de la Policía Nacional José Antonio Martínez, aseguraba que su marido y sus compañeros no son simples «mochileros» y «llevaban dos meses estudiando la ruta a seguir, con planos locales y de internet». Debido a que esos mapas no coincidían con las coordenadas del GPS, explicó a ABC, decidieron ir con un guía. «Pero no sé porqué no se encuentra con ellos, o qué es lo que ha ocurrido», aseguraba Ordóñez, que se encontraba más tranquila una conversación telefónica con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

El ministro se mantuvo en «permanente contacto» con las autoridades marroquíes tras la localización de los espeleólogos españoles, así como con las familias, a los que transmitió su apoyo e informó de las últimas novedades sobre su situación.

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