En el partido de ida nadie se explicaba el corto resultado que el equipo francés había obtenido después de la gran superioridad mostrada durante todo el partido.
El Madrid no tiró prácticamente a puerta. Verratti era y dueño y señor del juego y Mbappé no paraba de superar a Carvajal una y otra vez.
Solo el meta Courtois con grandes intervenciones mantenía el marcador a cero. Solo en el descuento la estrella francesa logró anotar un gran gol, 1-0 y a confirmar la superioridad en Madrid.
El super equipo con Messi, Neymar, Mbappé, Verratti, Marquinhos y Hakimi tenía la eliminatoria en su mano.
Pero en el Bernabéu suceden cosas que no ocurren en otros estadios ni con otras aficiones.
Todos han oído hablar de las grandes remontadas blancas, pero eso, se suponía, es el pasado. En el fútbol actual la táctica y la preparación física hacen del fútbol un juego más controlado y sin apenas sorpresas, sobre todo en la élite.
Pero el equipo blanco, su afición y su estadio, el Santiago Bernabéu escapan a la lógica y rompen todos los planes y pronósticos de los, en teoría, expertos en fútbol.
Desde varios días antes se estaba creando un clima de optimismo entre el madridismo. El partido contra la Real Sociedad del pasado sábado fue un gran partido por juego y goles. Con todos los titulares sobre el césped, sin proteger a los 11 elegidos salvo Kroos lesionado.
La afición madridista se conjuró para crear un ambiente de euforia. Los aledaños del Bernabéu tres horas antes del partido estaban atestado de jóvenes y no tan jóvenes.
Cuando llegó el autobús del Real Madrid había miles de aficionados. Se podría decir que había gente para llenar varios “Bernabéus”.
La afición empezó a ganar la eliminatoria ahí. Aficionados de todo el mundo se habían hecho con entradas a precios estratosféricos. El ambiente era de euforia total antes del partido. Sin un solo problema de orden público. Jóvenes, mayores, niños, un ambiente de fiesta y positivismo.
Los jugadores del equipo francés a su llegada al estadio también fueron testigos de este ambiente y aunque son jugadores de talla mundial y acostumbrados a ambientes hostiles algo les debió remover en su interior.
La salida de los jugadores con el himno del Real Madrid cantado por todo el estadio ponía los pelos de punta.
La afición entregada, animando sin parar. El inicio del partido fue de dominio total del equipo de Ancelotti, pero sin traducirlo en ocasiones. Los de Pochettino poco a poco se iban haciendo con el control del juego. Aguantaron el primer cuarto de hora el chaparrón de entusiasmo y ganas del Real Madrid, pero en cuanto podían encontraban a Kylian Mbappé y la defensa madridista sufría mucho.
Fruto de ese control fue el gol del París Saint Germain en el minuto 38 aunque antes en el 33 ya el mejor jugador del mundo actualmente, Kylian Mbappé, había perforado la meta de Courtois, pero había sido anulado por fuera de juego.

Carvajal pierde el balón en un autopase incomprensible y la contra la aprovecha Neymar para enviar un pase en profundidad que esta vez Mbappé si materializa lanzando un misil que el meta belga no puede atajar.
Se llega al descanso con la afición un poco triste, pero con el razonamiento de que quedan 45 minutos por jugar. Hay que seguir trabajando.
A pesar de la superioridad del equipo parisino el resultado al igual que pasó en París era superable cambiando la estrategia y algunos jugadores. Las críticas a Carvajal y Asensio eran abundantes. No habían aparecido en la ida y tampoco lo hacían en la vuelta. A Carvajal le había tocado bailar con la más fea, pero no era normal la superioridad que el delantero del PSG demostraba en cada jugada.

La segunda parte se inició del mismo modo. El Madrid incapaz de superar y crear ocasiones y el equipo francés controlando el juego.
Karim Benzema no había participado mucho en el partido, pero eso sí, no paraba de presionar, a veces el solo, a la defensa francesa. Vinicius lo seguía intentando, pero parecía que se le acababa la gasolina. Asensio desaparecido.
Minuto 57 salen Camavinga y Rodrygo por Kroos y Asensio.

Kroos exhausto después de intentar hacer el trabajo de un ausente Casemiro y un Asensio que tardará mucho en volver a tener el cariño de la afición después de la eliminatoria realizada y del gesto haciendo callar a la afición hace unas semanas.
Modric y Valverde magníficos en derroche físico y creación. Pero ellos solos no podían con la medular de Verratti, Paredes y Danilo.
Había que seguir trabajando y trabajando, no quedaba otra y para ello el ejemplo de un Benzema solidario, unos Modric y Valverde acaparando espacios y unos Militao, Alaba y Nacho solventes en defensa.

Fruto de ese trabajo y de la incorporación de juventud y coraje con Camavinga y Rodrygo se produjo el error garrafal de Donnarumma en un esfuerzo más de Benzema que Vinicius gestiona perfectamente sirviéndole el gol al nueve blanco.
La afición de nuevo comienza a creer y los jugadores del París Saint Germain, a pesar de su experiencia, muestran por primera vez signos de nerviosismo.
Neymar se acerca a Donnarumma para reprenderle por su error.

A partir de aquí se crea un ambiente mágico que hace que los jugadores blancos vuelen en comparación de los parisinos. El control pasa al Real Madrid y crea varias ocasiones.
Vinicius falla una muy clara, pero el partido ya es otro. Se masca la remontada.
Lucas Vázquez entra por Carvajal.
Así en el minuto 75, después de la enésima perdida de Neymar, Modric filtra un pase magnifico a Karim que anota con la ayuda de Marquinhos. En el inicio de la jugada el jugador croata había arrancado desde el área propia en una conducción magistral que evitó hasta que le pudieran hacer falta.

El meta italiano se acerca al astro brasileño para recriminarle su acción al igual que Neymar lo había hecho antes con él. Los nervios aumentaban. El fantasma de las remontadas sufridas por el equipo de Al-Khelaifi se hacía más grande.
Sin tiempo para celebrar el gol que igualaba la eliminatoria. En el saque de centro gran presión de Modric y Rodrygo al equipo rival y el segundo se hace con el balón para enviar un pase entre líneas a Vinicius que recorta y Marquinhos en su afán de despejar sirve a un Karim que sin parar y con el empeine dispara a un Donnarumma fuera de su portería.

Se consuma la remontada, pero en lugar de echarse atrás, el equipo blanco en volandas de su afición sigue presionando arriba y a punto está de anotar en varias ocasiones un cuarto gol.
Pochettino, que se había negado a cambiar a un inoperante Messi, ni a un fallón Neymar saca a un Angel di María que en el partido de ida en París había sido de los destacados, pero que ayer dejaba su puesto a las estrellas que acabaron estrelladas. A penas salió se lesionó, imaginamos que fruto de su frustración ni calentó y en la primera arrancada el musculo cedió.
Control del Real Madrid hasta el final salvo una falta lejana de Messi, que ni eso aportó. Rodrygo y Camavinga imperiales en su salida al campo. El PSG solo paraba al equipo merengue con faltas. Victoria por K.O.
Como decía la famosa frase italiana: “90 minuti en el Bernabéu son molto longo”

El Real Madrid para compensar la falta de juego y de calidad sobre el equipo francés tenía claro que había que seguir trabajando para buscar el error del rival. Tuvo fe y mucho coraje para seguir presionando y el equipo financiado por Qatar se diluyó como un azucarillo.
Final, éxtasis en el estadio. Victoria heroica del equipo, la afición y del Santiago Bernabéu.
La afición tardó muchos minutos en abandonar su catedral. Los jugadores exhaustos pero emocionados. Dos grandes héroes Karim Benzema y Luka Modric.
Señorío, saber ganar y saber perder. No se compra con dinero.

Un gran derrotado, Qatar y su dinero que no vale para conseguir títulos.
La educación también faltó por parte qatarí. El señor Al-Khelaifi bajó a los vestuarios a protestar al arbitro y amenazó a un empleado del Real Madrid con la frase: ”Te voy a matar”
Otro gran damnificado será Sergio Ramos. Qué malas decisiones tomó. Y que buenos son David Alaba y Eder Militao.
Seguro que Kylian Mbappé pagaría por jugar en el mejor club de fútbol del mundo y vivir espectáculos como el de ayer, pero será al revés el Madrid hará un gran desembolso, pero ojo, este jugador lo vale, ni mucho menos será un Hazard. El astro francés será un gran ídolo madridista.
Gran día para el madridismo. Ya los jóvenes saben lo que es una gran remontada en el Bernabéu.