Marruecos se ha volcado con el Mundial de 2030 que organizará junto a Portugal y España hasta el punto de poner muy complicada la elección del estadio de la gran final el próximo 14 de julio de 2030. Todo parecía indicar que el nuevo Santiago Bernabéu fuese el recinto adecuado para ese partido, incluso por encima del renovado Camp Nou, pero el nuevo estadio de Benslimane, a 40 kilómetros de Casablanca, será la joya de la corona del torneo.
En diciembre de 2024 se presentará el dosier definitivo y, hasta entonces, las negociaciones van a ser duras porque Marruecos quiere poner en juego sus estadios que albergarán la Copa de África de Naciones de 2025 y la Copa Árabe de Naciones en 2029. La FIFA necesita que el año que viene ya haya estadios construidos o por remodelar, pero será complicado que el colosal estadio de Casablanca sea poco más que un esqueleto.
🇲🇦⚽️| Le célèbre cabinet d'architectes espagnol « Cruz y Ortiz » a été chargé de concevoir le nouveau Grand Stade de Casablanca, destiné à la finale de la Coupe du monde 2030.
— Morocco Intelligence (@MoroccoIntel) October 14, 2023
Il devrait accueillir 113 000 spectateurs et coûter plus de 500 millions $, le plus grand projet de… pic.twitter.com/1azaCftEd4
Atalayar ha tenido acceso a la memoria del prestigioso estudio de arquitectos Cruz y Ortiz donde se detallaba cómo sería el estadio de fútbol para el Mundial de Marruecos de 2026 que finalmente recayó sobre Estados Unidos, Canadá y México. Una joya arquitectónica muy parecida al Metropolitano que ocupaba 51.729 m2 en un solar de 100.000 m2 y tenía una capacidad máxima de 90.000 espectadores.
Explica el estudio en ese documento detalles como que “el círculo es la geometría que maximiza la superficie de gradas dentro de las condiciones de visibilidad establecidas por la FIFA: la visión del espectador sobre el campo no debe ser superior a una distancia de 190 metros”. Otros detalles explican que “el cuenco de espectadores se entierra 15 metros de profundidad y queda envuelto por una topografía que organiza los accesos en diferentes niveles según el tipo de espectador. El volumen exterior queda reducido a un alzado de altura variable y cuya definición constructiva es la misma que la cubierta. Esta cubierta ligera y dinámica es, por tanto, el elemento responsable de la imagen exterior del edificio”.
Las similitudes con el estadio de Atlético de Madrid no son casualidad, Cruz y Ortiz también diseñaron el Metropolitano y otros como el del equipo francés del Clermont, la ciudad deportiva del Dalian Yifang FC, un equipo chino, o el estadio del Grasshopper de Zúrich en Suiza. Aunque el Premio Nacional de Arquitectura lo consiguieron en 1998 por el estadio de La Cartuja de Sevilla, resucitado estos años gracias al acuerdo entre la Junta de Andalucía y la RFEF. Ahora el reto ha tomado proporciones históricas porque de los 90.000 espectadores se quiere pasar a 113.000 y convertirse en uno de los estadios de fútbol más grandes del mundo solo por detrás del Rungrado Primero de Mayo de Pyongyang, en Corea del Norte con capacidad para 114.000 personas y por encima de otros dedicados a deportes como el cricket como el Melbourne Cricket Ground de 100.000 espectadores o el Michigan Stadium en Estados Unidos de 107.000.

Para levantar este colosal estadio, Marruecos invertirá 500 millones de euros, muy por encima de los 300 del Metropolitano, aunque muy lejos de los 893 del nuevo Bernabéu o los 1.500 del nuevo Camp Nou sumado al Espai Barça que tantos problemas económicos ha generado. Pero en estos casos son clubes los que están detrás de la inversión, en el caso de Casablanca es la Federación de Marruecos la que quiere levantar un estadio de tres o cuatro pisos y que el estudio ha calificado como “desafío técnico importante”.
Con este monumental recinto deportivo Marruecos quiere la gran final del Mundial de 2030 además de ser sede de seis países de los 48 que se darán cita en la centenaria Copa del Mundo tras la ampliación de FIFA para alcanzar la cifra de 104 partidos en poco más de un mes. Las reuniones han empezado ya en Lisboa y Madrid y se espera que cuando se trasladen a Casablanca el presidente de la FRMF, Fouzi Lekjaa, tome la palabra y ponga sobre la mesa la firme opción de que el nuevo estadio pase a la historia por albergar la segunda final de un Mundial en suelo africano.