“África es la madre de todos los recursos y de todas las oportunidades”

Libia estuvo presente en la Africa Spain Business Summit por medio de Khaled Kaim, asesor senior del Consejo Presidencial de Libia, en el panel dedicado a las industrias de procesado africanas.
El asesor del Consejo Presidencial atendió posteriormente a Atalayar y dio su visión sobre las relaciones entre Europa y los países africanos.
¿Cuál es su opinión sobre esta cumbre empresarial entre África y España?
Ésta es la segunda vez que participo aquí como economista, político, académico y panafricanista. Este foro es una buena oportunidad, pero esperaba que viéramos más españoles, más personas del sector privado, del sector gubernamental, de las universidades, de los “think tanks”...
África es la madre de todos los recursos y la madre de todas las oportunidades, pero hay muchos oportunistas que quieren generar dinero, estropean nuestra tierra y no hacen nada por los africanos. España no tiene una mala relación con África; hay un factor positivo que es la proximidad geográfica y la conectividad con Marruecos, Argelia, Libia, Egipto o Túnez. Si España sabe sacar provecho de esta relación, puede hacer mucho. Se puede ayudar a África contratando a personas locales, supervisando el trabajo, invirtiendo dinero, confiando en los bancos locales...

¿Qué puede ofrecer Libia a los inversores españoles y europeos?
Libia ofrece oportunidades para invertir en diversos sectores: banca, agricultura, turismo, agroindustria, petróleo… Tenemos grandes compañías petroleras libias con presencia en África oriental.
Creo que España tiene que avanzar en superar la barrera idiomática y la barrera cultural: se puede invertir en enseñar a los africanos el idioma español, como está haciendo el British Council con el inglés. También hay que avanzar en la creación de empresas conjuntas. Hay dos bancos españoles, están Repsol y otras empresas, que pueden invertir algo de dinero de su fondo de responsabilidad social. Eso generará muchas oportunidades para las pymes, las corporaciones y las agencias gubernamentales españolas. África da mucho juego y es el único lugar que puede ayudar a minimizar y mantener bajos los precios de los alimentos.
Usted ha dicho en su intervención que África no necesita caridad, sino negocio. ¿Tenemos que cambiar nuestra mentalidad y tener conciencia de que la estabilidad y el progreso de África es la estabilidad y el progreso de Europa y del mundo?
Por supuesto que sí. Lo único que puede evitar la hambruna en el mundo es África. Tiene los recursos, la tierra, el suelo, el agua, el clima. Y también puede mitigar los efectos del cambio climático.
No es ciencia espacial, es muy fácil: vas allí, te acercas a la gente y contratas personal local, pero hay que tener el instinto, la motivación, para dar el primer paso. Realmente, España tiene mucho potencial para desempeñar un papel importante en África. Una de las cosas de las que quería hablar es del impulso a las exportaciones. Esto es lo que África necesita. Cuando fabricamos en África, tenemos productos, productos terminados, productos a medio terminar o productos inacabados, y necesitamos mercados para eso. España es un país costero y tiene la capacidad de exportar y reexportar, ésa es otra oportunidad para España.

Eso ayudaría también a reducir la inmigración, que está creando un grave problema en Europa...
Eso es lo que queremos, especialmente en Libia. Algunos amigos europeos quieren que Libia desempeñe el papel de policía para impedir que esos africanos crucen el Mediterráneo, crucen el Sáhara.
Creo que, como libios, no podemos desempeñar ese papel, pero podemos hacer de mediadores y ayudar a los europeos a invertir en África en lugar de empujar a la gente a que huya a Europa debido a la falta de empleos, a la pobreza, a la inestabilidad política.
En 2010 yo estaba a cargo de las relaciones exteriores de mi país, cuando tuvimos la tercera cumbre entre la Unión Africana y la Unión Europea. Les dijimos a nuestros amigos europeos que invirtieran, que empezaran con 5.000 millones de dólares o euros, que invirtieran en África, que crearan proyectos para la población local, que ayudaran al Gobierno a crear políticas sobre cómo hacer frente a la pobreza y a la falta de empleos. Me dijeron que no y, en su lugar, optaron por la caridad. Quieren desempeñar el papel de donantes en lugar de asociarse con África. Para nosotros es un problema, porque educamos a la gente, gastamos dinero en ellos, los formamos y luego huyen a Europa. Necesitamos que permanezcan en África, que sean parte del proceso de desarrollo, de la transformación económica, de la industrialización. Con una contribución mínima, con algo de dinero durante tres, cuatro o cinco años, a través de sus negocios, pueden ayudar con eso, especialmente en el África subsahariana. Ellos quieren quedarse con sus familias. No quieren correr el riesgo de huir de sus países y la mayoría de ellos están muriendo en el África subsahariana. Mueren en el Mediterráneo o siendo encarcelados.

Y luego, los que lograron salir y llegar a Europa, se enfrentan a otro problema que es la integración. El tema de la integración también crea problemas económicos aquí, problemas políticos, problemas de integración, problemas sociales, problemas demográficos. Por lo tanto, este es mi llamamiento a nuestros amigos europeos: por favor, vayan e inviertan en África. Ésa es una deuda que pagan y que, además, protege a sus comunidades.